Cap. Especial

985 115 31
                                    


[Perth]

Otra vez lo mismo, otra vez los mismos insultos, otra vez el mismo maldito día de siempre.

Nada cambiaba y yo no hacía nada para hacerlo diferente.

Me quedé allí sentado debajo de aquel árbol, el mismo al cual recurría cada vez que terminaba lleno de restos de golosinas, gaseosa o lo que esos miserables estuvieran comiendo.

Ya no tenía ni ganas de volver a llorar, estaba seco de tanto hacerlo, simplemente no entendía por qué a mí.

¿Por qué era gordo? ¿Por qué no era popular? ¿Por qué era muy ingenuo?.

Realmente no lo comprendía, por más que pensaba en todas las opciones posibles, solo llegaba a una conclusión... solo era Perth Tanapon, el niño gordo de grandes cachetes y enorme trasero. Asco.

Estaba tan perdido en mis pensamientos y mirando el césped que no me di cuenta cuando unos pies se posaron justo frente a mis ojos. Pestañeé un par de veces y al levantar mi cabeza podía ver como poco a poco iba apareciendo frente a mí esa pequeña cosa de cabello castaño y dientes de conejo que me miraba preocupado y angustiado.

¿Acaso esa es la única cara que puedo verle en este último tiempo?.

¿Acaso no puedo hacer que sonría más de lo que se preocupa por mí?.

Solté un suspiro realmente pesado y él se arrodilló frente a mí.

– Malditos.. –dijo Saint entre dientes– ¿Cuándo van a parar con esto? –preguntó con angustia e impotencia a la vez.

Ni siquiera quería mirarlo ¿Qué clase de amigo soy?, siempre le estoy dando preocupaciones, cada día soy el causante de que su hermosa sonrisa se apague más y más, es insoportable, realmente me odio por hacer que su alegría sea remplazada por tristeza.

– Simplemente yo debería desaparecer.. –susurró, pero el castaño logró escucharlo y abrió de más sus ojos impactado por la estupidez que había oído.

– ¿Q-qué dices Pin?.. –se acercó más a él y le levantó el rostro por las mejillas– ¡No vuelvas a decir eso! ¿Oíste? ¡No lo digas nunca más!. Es más... ni se te ocurra volver a decir una estupidez como esa –dijo en voz alta, aterrado por la ocurrencia del pelinegro.

¿Qué pasa si lo hago? ¿Qué pasaría si desaparezco?.

¿Alguien me extrañaría?.

¿Siquiera alguien se acordaría de mi existencia?. Creo que no...

– Si a ti te llegase a para algo Pin yo.. no sé qué haría –lo miró con pesar– Así que por favor, no vuelvas a pensar en algo como eso.

– Pero estoy tan aburrido, ya no lo aguanto más.. –cerró sus ojos con fuerza y llevó sus manos al rostro para así cubrirlo– Solo yo tengo la culpa, si no fuera por como soy... yo simplemente podría ser como un adolescente normal –bajó un poco sus manos para mirar al castaño a los ojos– Pero no, solo soy un gordo... un m-maldito gordo.

Mis ojos se aguaron, todo esto era demasiado y sin darme cuenta de nada más, Saint me había abrazado con fuerza.

– No digas eso Pin, no vuelvas a tratarte de esa manera. Recuerda que yo siempre estaré a tu lado, no necesitas a ninguno de esos idiotas –le decía mientras lo abrazaba con fuerza y podía sentir como el cuerpo del mayor temblaba.

Y otra vez me sentía de la misma manera, si hace segundos antes quería morir, ahora solo quería estar en donde me encontraba; envuelto entre estos pequeños brazos. Me tranquilizaban tanto, calmaban todos mis miedos e inseguridades; pero una vez que ya no los tenía todo eso volvía a mí. ¿Desde cuándo dependía tanto de Saint? ¿Desde cuándo comencé a añorar cada vez más sus abrazos? ¿Desde cuándo que... siento esto?.

Captivating Enemy [Adapt./PinSon] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora