Cap.13

906 124 37
                                    

Un nuevo día de trabajo y otro día más en el que Saint estaba irritable.

La noche anterior no había dormido casi nada, y además sus ojos estaban ligeramente hinchados producto de haber llorado.

Su irritación y mal genio no provenía por no haber podido conciliar el sueño; para nada, más bien venía de la acción de haber derramado lágrimas y por quien las derramó.

Se detestaba por haberse puesto en un plan tan emocional, cuando eso había ocurrido hace muchos años, pero el castaño se odió aun más cuando se dio cuenta que aquello aún tenía repercusiones y efecto en él.

Particularmente hoy, Saint  odiaba a todo el mundo, en especial al pelinegro.

Estaba casi tendido sobre su escritorio, pensando en la nada y mirando exactamente un punto fijo, moría de sueño y sus ojeras lo delataban.

El sonido de la puerta llamó su atención y despabiló de aquel trance somnoliento, solo dijo un "adelante" con la voz cansada y volvió a dejar caer su cabeza sobre el amplio escritorio.

– Buenos días Saint.. –le saludó con ánimo y el castaño levantó su cabeza para mirarlo.

Su ceño se marcó un poco al ver de quien se trataba, rápidamente cambio su expresión y deshizo su aspecto ceñudo para saludarlo.

Se sentó correctamente en su silla y fue inevitable no bostezar en ese momento.

– Vaya, tu rostro no se ve para nada bien. ¿No dormiste lo suficiente? –preguntó mientras avanzaba hacia el escritorio.

– No, de hecho no he dormido casi nada –dijo casi sin energías para posterior a eso levantar su cabeza del escritorio y sentarse bien.

– Oh, que mal.. –hizo una mueca con sus labios– No dormir bien y venir al trabajo, es un caso tan tortuoso como venir con resaca.

– Bueno si, es más o menos lo mismo.. –estiró sus brazos y dejó salir un largo suspiro– Pero hoy tenemos que organizar algunas cosas, así que de alguna forma tendré que recomponerme durante el día.

– Es lo más sensato, creo.

Hablaba mostrando una sonrisa demasiado comprensiva para el gusto de Saint.

Por más que trataba de descifrar el tipo de personalidad de Mark, no podía encontrar algún fallo por el momento, se le hacía un tipo demasiado agradable. Por ende ni siquiera podía levantar algún juicio contra él.

– Bueno, entonces.. ¿Te parece sin comenzamos?. Necesito que revises unos documentos y que me des tu punto de vista –decía amablemente mientras abría una gaveta.

– No hay problema. Ando con un excelente ánimo el día de hoy, así que no me preocuparía leer cientos de informes –sonrió.

– Que bien por ti enserio, podrías traspasarme un poco de tu ánimo. –bufó con gracia.

– Si pudiera realmente lo haría, soy una persona muy generosa.

– E insoportable –interrumpió Perth quien había entrado al despacho del menor.

El castaño alzó su ceja, el solo verlo le descomponía el estómago.

– ¿Es necesario que te repita hasta el cansancio que toques antes de entrar? –dijo Saint aparentemente molesto.

– ¿Es necesario que te repita que no lo haré? –alzó su ceja y se cruzó de brazos.

Mark miró a Saint y luego a Perth, él mismo creía que podía cortar el aire con un cuchillo y sin filo.

Captivating Enemy [Adapt./PinSon] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora