Cap.6

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Saint dormía plácidamente, se removió un poco en la cama y llevó un brazo a su frente, un molesto rayo de luz le daba en la cara.

Se quejó por ello y sin prestarle mucha atención se dio la media vuelta acurrucándose más con la almohada abrigadora que tenía a su lado.

Perth se removió en su lugar y se rascó el pecho con pereza sin siquiera abrir los ojos.

Se quejó y se dio la media vuelta acurrucándose en la abrigadora almohada que tenía a su lado.

Fue tanta la comodidad que sentía, que extendió su brazo sobre la almohada y la apegó hacia él.

Saint sintió que la almohada lo jalaba y rio internamente, tan cómodo estaba que creía que el objeto tenía vida propia.

El pelinegro sonríe. El castaño también lo hace.

Perth dice con pereza, "Ah... no quiero levantarme~~". Mientras que Saint inconscientemente le responde, "Mm... yo tampoco quiero hacerlo~~".

El cerebro de ambos chicos se congela en ese momento y sus ojos se abren abruptamente, presenciando algo que ni en sus peores pesadillas había estado presente.

– ¡¡Ahh!! –gritaron mientras se miraban a los ojos sin entender.

Se miraron hacia abajo, y luego lanzaron otro grito aterrador y se separaron velozmente como si ambos tuvieran lepra o algo por el estilo.

Fue tanta la sorpresa y el estrépito de todo, que ambos cayeron de la cama, pero Saint golpeó el mueble de al lado de la cama.

Se sintió en el lugar quejas y lamentaciones.

El pelinegro se había golpeado fuerte el trasero y el castaño se había golpeado la espalda baja con el mueble.

Una vez que sus lamentaciones se hacían menos audibles, ambos se dieron cuenta de lo que ocurría.

Ninguno quería levantarse, ninguno quería verse.

Les aterraba imaginar lo que pasó, se hacían una idea, pero no querían comprobar si podía ser cierto.

Saint bajó la mirada hacia su cuerpo el cual estaba enredado con la sábana.

La levantó un poco y cerró los ojos con fuerza, maldiciéndose por dentro. Estaba desnudo.

Mientras que Perth miraba con temor su cuerpo y no encontraba nada extraño, pues él estaba con bóxer.

Aun así cuando se había mirado antes de separarse, él pudo darse cuenta de la desnudez del otro chico y mordió su labio inferior con fuerza cuando lo recordó.

Frunció el ceño y revolvió su cabello, no quería ni siquiera mirarlo, solo quería salir corriendo de allí.

El castaño respiró profundo y enrolló la sábana en su cintura.

El pelinegro lanzó un suspiro y se preparó mentalmente.

Ambos se pararon del suelo al mismo tiempo, ahora quedando frente a frente a cada costado de la cama.

– ¿D-donde demonios estamos?. –preguntó Perth con los ojos tan grandes como dos manzanas.

– N-no tengo la más mínima idea.

Pasaron unos segundos, los más incómodos de toda su maldita existencia.

Esos segundos sirvieron para que los mecanismos de defensas, los cuales siempre usaron entre ellos por años, ahora despertaran para ocultar la sorpresa, el asombro, el impacto, la desesperación y la vergüenza.

Captivating Enemy [Adapt./PinSon] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora