Capitulo 2. *El plan. l

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El sonido de mi alarma me despertó, no lo podía creer dormí demasiado, sentía que me habían golpeado con un bate por todo el cuerpo
Agarre mi teléfono para poner música e irme a bañar y me lleve un gran susto, tenía veintitrés  llamadas perdidas de mi mejor amiga, ella me matará.
Le marque de inmediato y como lo esperaba me contestó con muchos gritos y regaños

—Buenos días Jackie, se que me querés matar, pero prometo contarte todo hoy en la tarde. —Le dije después de que dejó de gritar
—Esta bien Lissa, pero igual estoy molesta, te dejo para que te alistes, te amo estúpida. —Me dijo con una voz enojona.
—Te amo más. —Le dije y colgué.

Jackie era mi mejor amiga desde que tengo 6 años, su mamá era muy amiga de la mía, su mamá falleció en un accidente de tránsito cuando Jackie tenía 8 años.
Somos inseparables, nos contamos todo sin vergüenza alguna.
Ella es delgada, con una cabellera larga y rubia, con unos grandes lentes que nunca se los quita, sin duda es la más linda.

—Mierda! Dije cuando mire la hora en mi celular
Me metí a bañar mientras escuchaba música.
Busque la ropa que me pondría y como siempre era ropa casual y cómoda
Me puse unos jeans azules ajustados de talle alto, una sudadera negra del Purpose tour, mis converse blancas y en el cabello me hice una coleta alta.
Agarre mis cosas y baje a desayunar, estaba loca de hambre, ayer no comí nada porque pase dormida todo  el día.
Mi mamá me tenía listo unos huevos estrellados, pan y un rico jugo de naranja, comí rápido porque ya se me hacía tarde, mi papá ya se había ido, cepille rápido mis dientes, me despedí de mi madre y salí.

El camino de casa a la escuela no era tan largo, pero como yo camino muy lento siempre llegaba algo tarde.

Llegué a la escuela con ganas de irme, entré a mi salón y había alguien nuevo, tenia que admitir que era muy lindo, pero estaba segura que era un patán, la mayoría de los niños "lindos" eran unos idiotas.
Me senté, saque mis libros y la clase empezó, el profesor Rodríguez presentó al nuevo compañero
Dios mío! Era un poste de luz
—El es Jordan Smith su nuevo compañero. —Dijo el profesor
—La verdad que no me sorprendió, no es nada del otro mundo. —Dije a Andrea que estaba a mi lado.
Todo el tiempo que duró la clase, no me despegó la mirada, era estresante.

Por fin llegó la  hora de comer, era lo único bueno que había en este lugar, salí del salón, Andrea detrás de mí
—Parece que alguien conquistó al nuevo.     —Dijo Andrea con voz juguetona mientras me tu tocaba las costillas con sus dedos
—Quien yo? —La mire mal
—Quien más, no te quitaba la mirada, lo traes loco. —Me dijo emocionada.
—Bufe. —Andrea no digas tonterías, el debe de estar rodeado de niñas lindas, no se fijaría en mi. —Le contesté.
—Cállate, pueden ser lindas pero te aseguro que jamás podrán tener ese gran y lindo trasero que vos tenés. —Me dijo con seguridad  mientras me daba una nalgada
Solo me puse a reír de lo loca que era Andrea.
Llegamos a la cafetería y pedimos nuestra comida, las dos pedimos lo mismo, una hamburguesa y un té helado, siempre pedía lo mismo, incluso en mi anterior escuela.
Terminamos de comer y volvimos a clases. Íbamos con la profesora Isabel Anderson y casi nadie entraba a sus clases porque decían que ella era aburrida, para mí no era aburrida, su forma de impartir las clases me parecía interesante.
Las clases terminaron y por fin era la hora de salida.
Este día fue igual de humillante que el anterior.
Andrea hoy no se iba a ir conmigo porque tenía clases de piano, me despedí de ella en el salón, mientras yo guardada mis cosas.

Iba caminando por los casilleros y de pronto alguien alto con muy buen cuerpo se puso en frente de mi
—Hola King Kong.
Era Jordan Smith y sus amigos, y como lo imaginé es un imbécil come moco
—Permiso. —Le dije mientras hice el intento de empujarlo, pero fallé
—No quiero. —Me dijo con una risa burlesca
Y seguí discutiendo de que me diera lugar y una voz sonó y dijo
—No escuchas imbécil, dice que le des lugar
—Awwwww una rata fea habló. —Dijo Carlos un amigo de Jordan.
Gire mi cabeza y mire a un chico alto, delgado, con unos ojos negros intensos igual que su cabello.
Era muy lindo
El chico ese me aparto y le pegó una fuerte patada entre las piernas a Jordan dejándolo tirado en el piso
—Ya puedes pasar. Me dijo el chico, su cara no tenía expresión alguna.
Antes que pudiera decirle gracias o preguntarle su nombre ya se había ido.
De dónde había salido, logré ver qué llevaba el libro que estábamos estudiando, eso quiere decir que vamos a la misma clase, pero no lo había visto antes.

Cuando salí de la escuela a lo largo ví una cabellera rubia y larga, obviamente era mi rubia favorita, corrí para encontrarme con mi mejor amiga, nos abrazamos fuerte, tenía como tres semanas de no verla, y estaba acostumbrada a verla diario, ya la extrañaba.

—Hola estúpida. —Dijo Jackie mientras me daba un beso en la frente.
—Holaaaaaa. —Le contesté casi llorando
—Estas bien? —Preguntó mientras me analizaba con la mirada.
El nudo en la garganta no me dejaba ni hablar
—Nose. —Le dije tan bajo que ni sé si me escuchó.
Ella solo me dió un abrazo.
—La heladería espera por nosotras, para que me cuentes todo lo que pasó ayer y hoy en tu nueva escuela. —Me dijo entusiasmada.
—Está bien. —Hice un puchero, no quería hablar de eso ya que no era agradable.

En el camino no hablamos nada, no podía dejar de pensar en ese niño y porque me defendió.

Llegamos a la heladería, íbamos ahí desde que éramos unas niñas, era, es y será nuestro lugar favorito
Fuimos a pedir los mismos sabores de helados desde hace 11 años, chicle para Jackie y caramelo para mí.

Nos sentamos y le empecé a contar todo con lujos y detalles, Jackie ofendió como cien veces a los que me dijeron las cosas feas, no me dejaba contarle bien porque me interrumpía a cada segundo para ofender a los tipos esos.

Jackie me proteje mucho, porque dice que yo soy demaciado buena para este mundo y no me sé defender
—Lissa, no estás sola. —Me dijo mientras tenía mi cara entre sus manos.
Se me hizo un maldito nudo en la garganta, nada iba bien conmigo y no sabía cómo decirlo.
Jackie sabía que no estaba bien y que no podía hablar, por eso ella sólo hablaba.
—Nunca creas lo que ellos te digan, eres preciosa, por dentro y por fuera. Unas libras de más o unas libras menos no define la persona que eres, no tenes nada que cambiar, sos perfecta tal cual. —Me dijo y me dió un beso en la frente como era de costumbre.
No aguanté más y me puse a llorar, quizás eso era lo que necesitaba, volver estar con mi mejor amiga para que me hiciera saber que no estaba sola.
Ella se levantó y me abrazó fuerte y me dijo que no volviera a llorar por eso y si lo hacía iba a romper todos mis pósters de Justin Bieber.

Pagamos y nos fuimos a mi casa, preparamos palomitas, té helado porque yo no tomo soda, Jackie sí pero cuando estaba conmigo no para apoyarme.
Subimos a mi habitación y miramos la película "A dos metros de tí."

Lloramos como nunca, esa película era realmente hermosa, los ojos ya me dolían de tanto llorar, después nos tiramos a la cama, apareció un silencio para nada incómodo y en eso Jack me dice
—Tengo un plan para ese glow up que tanto anhelas.
Yo solo la mire confusa y emocionada, sabía que ésto sería divertido.

Nota de autora: Todos queremos una amiga como Jackie, que nos suba el ánimo y nos proteja.

Que estará tramando Jackie?

Besitos


MetamorfosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora