Capitulo 4. *El gimnasio.

50 6 2
                                    


Ya era hora de salida, hoy me tocaba irme sola, porque Andrea iba a clases de piano.
Pasé por mi casillero trayendo mi libro de ciencias. No podía creer que desde que salí de la cafetería no había dejado de pensar en ese muchacho, tenía que hacer algo para saber su nombre, no me gustaba, solo quería saber su nombre y porque me defendió.

Ya iba camino a mi casa, hoy había más gente de lo normal, y eso era raro.
Mi casa quedaba en la calle más retirada del pueblo, las calles era solitarias y aburridas.
Ya estaba por llegar a mi casa, y a lo lejos logré identificar a una rubia sentada en las gradas afuera de mi casa, claro era Jackie, tenía una cara molesta y yo aún no entendía porque, aceleré mi paso para llegar dónde mi amiga.

—Hasta que por fin llegas. —Dijo una Jackie molesta.
—Lo siento!! No sabía que me estabas esperando. —Le contesté mientras le daba un abrazo
—Ve rápido a cambiarte para irnos. —Contestó entusiasmada.
La miré con cara de confusión y ella entendió
—Habiamos quedado que hoy íbamos a empezar a ir al gimnasio. —Me contestó y rodeó los ojos
—Dios!! Lo olvidé por completo. —Le respondí apenada
—Bueno ya, vete a cambiar para ya irnos. —Dijo en forma de orden.
Jackie era como mi mamá, se enojaba por todo y era mandona.
Entré a la casa, tomé un vaso de agua y dejé mi mochila en el sofá grande de la sala
Subí cansada a mi habitación, Jackie detrás de mí, empecé a buscar ropa adecuada para ir al gimnasio y obviamente no tenía
—Jackie, no iré, porque no tengo ropa adecuada. — Dije como escusa.
—No me pongas escusas, puedes ponerte un yoger y un crop top. —Dijo cansada.
Jackie siempre le encontraba la solución a los problemas, no se como lo hace.

Me cambié, tomé mis audífonos, celular y una botella de agua y bajé.
Salimos de la casa y empezamos a caminar rumbo al gimnasio, le iba contando todo lo que me pasó en la escuela, trataba de no contarle con detalles porque ella se altera mucho y me asusta.
Y llegamos al gimnasio, no quedaba tan largo de mi casa, nunca antes había pisado un gimnasio, ese lugar era enorme y habían un sin número de máquinas de torturas que en algún momento iba a agradecerles, pero no era hoy ni mañana.
Entramos y alguien con un cuerpo esbelto y con una barba bastante sexy se nos acercó
—Buenas tardes señoritas! En qué les puedo ayudar? —Dijo con una sonrisa amable.
—Necesitamos hacer ejercicio para tener un cuerpo espectacular. —Contestó Jackie emocionada.
—Entonces han venido al lugar perfecto, mi nombre es Luis y seré su entrenador. —Dijo el simpático hombre.
—Genial. —Dijo Jackie mientras cruzaba su brazo con el mío.

Nos puso hacer abdominales, un poco de sentadillas y mucho cardio para quemar grasa.
No hicimos muchos ejercicios porque Luis dijo que era nuestro primer día pero yo sentía como que un camión había pasado por enzima de mí, no me sentía capaz de dar un paso porque existía la gran probabilidad de que me desmayara.
Mi mejor amiga y yo salimos de ese lugar casi gateando, nose en que momento acepte  ser parte del plan.
Nunca había sentido tan largo el camino como hoy, sentía que caminábamos y nunca llegábamos.
Logramos llegar a mi casa, entramos y nos tiramos al sofá, los ojos se me estaban cerrando, de verdad que estaba agotada y  lo peor es que tenía que subir las escaleras para ir a darme un baño y cambiarme.

Jackie llamó a Juan su papá para que viniera por ella, para evitar caminar.
—Parecemos viejitas, todas cansadas sin poder caminar. —Dijo Jackie entre risas
—Le subí el pulgar en señal de que tenía razón.
No podía ni reírme porque me dolía el abdomen.
—Tiene algo que me llama la atención. —Dije, rompiendo el silencio para nada incómodo  que se había formando
—Que cosa.? —Preguntó confusa mi amiga.
—El muchacho que me defendió de Jordan. —Respondí con una sonrisa tonta.
—Alguien se está enamorando. —Dijo Jackie en tono de burla.
—Ay, Jackie, por Dios! Cómo carajos me estaría enamorando, ni si quiera sé su nombre. —Dije nerviosa
—Jaja si vos decís. —Dijo con sus labios llenos de burla.
—Estúpida. —Dije entre risas, mientras le tiraba el cojín en la cara.
En eso, sonó el pito de un carro y las dos ya conocíamos ese pito, era Juan.
Jackie se levantó y yo le seguí para despedirme de ella.
—Buenas noches estúpida. —Me dijo mientras me daba el típico beso en la frente.
—Buenas noches. —Le dije riendo y le di un abrazo fuerte.
Abrí la puerta y miré a Juan que estaba dentro del carro, agite la mano en forma de saludo y el me tiró un beso.
Juan era como un tío papá para mí, era súper amoroso con las dos, y siempre apoyaba a Jackie, desde que Carmen la mamá de Jackie murió el a hecho el papel de padre y de madre para ella, y no se ha vuelto a enamorar.
Jackie me volvió a dar un beso en la frente y yo le dí una nalgada y salió para montarse al carro, ella agitó su mano y se fueron.
Entré a la casa y subí a mi habitación, puse música de Justin Bieber a todo volumen y me metí a bañar.
Creo que ese baño fue el más largo de mi vida, me dilate como una hora ahí dentro, pero valió la pena porque me relajé.

Me puse la pijama, recogí el desorden de ropa que tenía, no era una persona desordenada pero últimamente sí, por todo el estrés de la escuela nueva no estaba han juiciosa en la limpieza de mi habitación.

Quité la música, me metí a la cama y agarre mi celular, casi no usaba mi celular solo para música, porque no tenía con quién hablar aparte de Jackie.
Entré a Instagram a ver qué había de nuevo y de pronto me llegó la solicitud que no sabía que necesita hasta que me llegó...

Nota de autora: Espero que les este gustando la historia tanto como a mí, cada vez va más emocionante.

De quién será el mensaje?

Nos vemos el miércoles.

MetamorfosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora