Metamorfosis

*Capítulo 18. *Noche y estrellas.

Cuando entré a la casa no pude evitar dar una pequeña vuelta para poder observar toda la casa, era muy linda, tenía una decoración bastante llamativa.
Había un sofá gigante de color negro, estaba una mesita pequeña a la par del sofá, estaba llena de pastillas y jeringas.
—Todo eso es lo que usa mi mamá para sentirse bien. —Dijo Harvey agregando comillas con sus dedos a la palabra bien.
—Wow. —Dije en un tono bajo.
No quería ni imaginar lo mal que lo pasaba la mamá de Harvey, mi mamá me había dicho que cuando están en la etapa final del cáncer sufren mucho y muchos desean la muerte para dejar de sufrir.
—Vamos donde mi mamá. —Dijo Harvey agarrandome del brazo para que empiece a caminar.
—Harvey tengo nervios. —Dije tapándome la cara con las manos.
—Tenemos. —Dijo Harvey entre risa.
Empezamos a subir las escaleras que supongo no llevarían a la habitación de la mamá de Harvey.
—Oye, como se llama tu mamá.? —Pregunté curiosa.
—Lydia, Lydia de Dubois. —Dijo dando un gran suspiro. —Llegamos. —Dijo agarrando la manilla de la puerta.
Mi corazón se empezó a acelerar de una forma increíble, estaba empezando a sudar helado, tenía miedo y estaba a punto de salir corriendo de ahí. Si quería conocer a la mamá del muchacho que me gusta, pero había una pregunta en mi mente que me estaba matando —Qué pasa si no le caigo bien.? —Repetía mi mente una y otra vez.
Supongo que la opinión de ella era muy importante para Harvey, y si yo no le agradaba le diría a Harvey que se aleje de mí, es su madre y obviamente le va obedecer.

—Estás bien.? —Preguntó Harvey llamando mi atención.
—Si. —Dije rápidamente.
—Te miras pálida y estás sudando mucho. —Dijo poniendo su mano en mi frente.
—Solo estoy un poco nerviosa, tranquilo. —Dije quitándole la mano de mi frente.
El abrió la puerta muy despacio. —Madre? —Dijo abriendo un poco más la puerta.
—Oh Cariño ya estás aquí, y Lissa.? —Escuché decir a Lydia.
—Aquí viene. —Dijo Harvey agarrándome de la mano.
—Hacela pasar, quiero verla. —Dijo con un poco de emoción en su voz
Cuando escuché eso, mis nervios bajaron un poco al igual que mi ritmo cardíaco.

Sentí como Harvey jaló mi mano haciendome entrar a la habitación, encontrándome con una mujer bastante hermosa y sonriente.

—Hola Lissa, por fin te conozco. —Dijo para después darme una sonrisa.
—Hola señora Dubois, es un gusto conocerla. —Dije acercándome a ella para darle un abrazo.
—Decime Lydia, sos como de la familia, verdad Harvey? —Dijo mientras miraba sonriente a Harvey.
—Harvey rascó su cuello haciéndome saber que estaba incómodo.
—Toma asiento. —Dijo Lydia señalando una silla que estaba al lado de la cama.
—Gracias. —Dije sentándome dónde ella indico

Miré una foto que estaba en su mesita de noche, era ella con Harvey, no parecía una foto antigua, talvez dos años atrás. Ella era una mujer muy hermosa, con muy buen cuerpo, según la foto su cabello era como el de Harvey, la verdad se parecían bastante y que lástima que la enfermedad haya acabado con todo eso; ahora estaba pelona y muy delgada, su piel se miraba tan delicada y muy pálida, sus brazos eran súper delgados, sus ojos se miraba apagados y sin brillo alguno, su semblante solo indicaba cansancio y dolor.

—Cuantos años tenés.? —Preguntó Lydia sacándome de mis pensamientos.
—Tengo 17 y usted.? —Dije esperando su respuesta.
—Estas bastante jóven, y yo tengo 43 años querida. —Dijo sonriendo mientras me agarraba la mano.
—Usted también está bastante jóven y muy guapa. —Dije dándole una pequeña sonrisa.
Harvey estaba buscando una película buena, ya que su mamá quería que viéramos una película los tres juntos .
—Harvey hijo, me dejarías un momento a solas con Lissa. —Dijo en un tono frío que por un momento me asustó.
—Para qué.? —Preguntó Harvey
—Cosas de chicas. —Dijo la mamá haciendo una mueca para que se saliera.
—Harvey rodeó los ojos pero obedeció a su mamá.
—Gracias cielo. —Grito la mamá cuando él salió.
Ahora ya sé de dónde saco Harvey los cambios tan repentinos de humor, si, de su madre.