*Capitulo 26. *Bienvenidos 18

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Capitulo 26.

*Bienvenidos 18

Había llegado el día, hoy era mi cumpleaños, y sin duda era uno de los cumpleaños más raros que he tenido, había llegado gente nueva a mi vida, gente maravillosa que me hacían sentir feliz, había llegado él, adueñándose de mi corazón y de mis pensamientos haciendo que piense en él todo el tiempo.

Mi mamá y Jackie habían hecho un tipo tradición para celebrar mi cumpleaños, consistía en ir de compras en la mañana, regresar a casa y pedir algo ligero para almorzar, escuchar música a todo volumen y entre las tres preparar la cena de mi preferencia y al final comer el pastel que Jackie siempre trae.

Mi única invitada en mis cumpleaños siempre fue Jackie, ya que ella siempre fue mi única amiga, desde pequeña fui una niña a la cual le costaba socializar, es hasta hoy, hasta este año que tendré otros invitados en mi cumpleaños, tampoco era que tendría una fiesta, simplemente era una pequeña cena en mi casa.

Días antes de mi cumpleaños le escribí a Nisha para hacerle la invitación, me respondió casi al segundo cómo si hubiese estado esperando mi mensaje, dijo que por nada del mundo faltaría, y estoy segura que así será; también le escribí a Harvey, pero a diferencia de Nisha, no obtuve respuesta de su parte.

Escuché a mi mamá abriendo la puerta de mi habitación con un pequeño pastel en las manos; esto se había convertido en una tradición, desde que tengo uso de razón mi madre hace eso en mis cumpleaños junto con mi padre y este era el primer año en dónde no estaba con él.

Me senté en mi cama aún con sueño, miré a mi madre acercarse a mi para depositar un beso en mi frente. —Sonreí.

—Feliz cumpleaños mi Lissa preciosa. —Dijo mi madre dándome el pequeño pastel.

—Muchas gracias mamá. —Dije para después sonreír.

—Pide un deseo antes de apagar la vela. —Dijo llena de emoción.

—Listo. —Dije después de apagar la vela.

Un deseo no me bastaba, deseaba tantas cosas que no me era suficiente con uno, siempre me era estresante pedir deseo por la misma razón que deseaba muchas cosas y me costaba elegir una.
Quizás era muy infantil pero yo creo fielmente que los deseo se cumplen siempre y cuando no se lo digas a nadie.

—No puedo creer que mi niña ya tiene dieciocho años. —Dijo sentándose junto a mi.

—Yo tampoco puedo creer que estoy cumpliendo dieciocho años, eso significa que pronto me iré a la universidad. —Dije con un poco de frustración.

—Ni me recuerdes eso porque me pondré a llorar, mejor vamos a desayunar para que después vayamos a comprar algo de ropa. —Dijo mi madre poniéndose de pie.

—Mamá no es necesario comprar ropa, estoy bien con la que tengo. —Dije mientras me ponía de pie.

—Nunca es suficiente ropa, así que iremos a comprar para que uses algo lindo en la cena de hoy. —Dijo mamá llena de emoción.

—Diga lo que diga no te haré cambiar de opinión e igual terminaré comprando ropa. —Dije poniendo los ojos en blanco.

—Exacto. —Dijo mi madre. —No te olvides de llamar a Jackie para que nos acompañe como siempre. —Dijo saliendo de mi habitación.

No podía creer que estaba cumpliendo dieciocho años, siento como si fue ayer cuando inicié la secundaria, ahora voy para la universidad, me da mucha nostalgia recordar mi infancia, porque sin duda fue la mejor, tengo los mejores recuerdos y quizás las cosas no estén bien ahora pero prefiero quedarme con esos recuerdos tan especiales.

MetamorfosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora