*Capítulo 17. *Magia.

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~Harvey Dubois.

—Empecé a caminar rumbo a mi casa, mi corazón estaba muy acelerado y me amenazaba con salirse de mi pecho, como es posible que un simple y sencillo beso me hiciera sentir tanto, quizá no era el beso, talvez era la persona a la que se lo dí.

Me moría de ganas de saber cuál había sido la reacción de Lissa cuando me fuí, tenía muchas preguntas en mi cabeza y existía una gran probabilidad de que no tuviesen respuesta porque me había quedado sin valor para hablar de este tema con ella.
—Le habrá gustado.? —Pregunté para mis adentros.
Borré esos pensamientos y me concentré en caminar para llegar rápido.

Llegué a casa un poco emocionado por lo antes ocurrido, estaba seguro de que la textura de sus labios no la iba a olvidar nunca, al igual que su rostro cuando tiene pena y su risa nerviosa después que recibe un halago de mi parte.

—Harv sos vos.?—Gritó mi madre desde su habitación.
—Si madre. —Respondí mientras subía las escaleras.
Entré a su habitación y ella seguía ahí, en su cama con el mismo libro de siempre y mi pequeño oso de peluche.
Me acerqué a ella y le deposité un pequeño beso en su frente, su piel estaba fría y pálida, se miraba tan delicada e indefensa que me daba miedo tocarla y lastimarla.
—Como estuvo tu día cielo.? —Preguntó ella dándome una sonrisa.
Me quedé en silencio por unos cuantos minutos, me costaba tanto hablar cuando la tenía de frente.
—Bien madre, pasé la noche donde Lissa. —Dije finalmente.
—Ella sonrió —Me lo imaginé y como van? —Preguntó llena de curiosidad.
—Solo somos amigos, no te emociones. —Dije mientras ponía mi cabeza en sus piernas.
—Y vos querés que solo sean amigos? —Preguntó mientras me acariciaba la frente.
—Dí un suspiro. —No madre, quiero hacerla feliz todos los días de nuestras vidas y no como su amigo. —Dije agarrándole la mano.
—Mamá, Lissa me hace sentir tan bien, cuando estoy con ella todo aquello gris que me acompaña comienza a tomar color, cuando estoy con ella las heridas dejan de doler, cuando estoy con ella mis inseguridades y miedos desaparecen, cuando estoy con ella todo es bueno, jamás imaginé que llegaría a mi vida otra mujer que me haga sentir igual de bien a como lo haces vos—Dije para después darle un beso en la mano.
—Lissa es como magia, con solo una sonrisa ella cambia lo malo por lo bueno, así como lo hacen  las hadas madrinas en los cuentos de princesa y sabes mamá? —Dije en un tono bajo
—Qué? —Respondió.
—Tengo miedo, tengo miedo de que no sea mutuo, tengo miedo de dañarla a como daño todo, tengo miedo que cuando me muestre ante ella se aleje de mí, tengo miedo de perderla y eso que aún no la tengo. —Sentí como mis ojos empezaron a arder y a llenarse de lágrimas.
—Oww, mi pequeño se enamoró. —Dijo mientras limpiaba mis lágrimas.
—Agarro mi cara entre sus dos manos,—haciendo que mi vista quedara en ella. —Si es la correcta no se irá, solo disfruta toda situación que se te presente, vos qué si podés hacerlo, no tengas miedo, la vida se trata de tomar riesgos y si no lo tomas todo se vuelve aburrido. —Dijo con sus ojos llenos de lágrimas.
—Gracias, necesitaba escucharte. —Dije llorando.
—Perdóname cariño, mamá te ama y lo sabes. —Dijo mientras me abrazaba.
—También te amo madre. —Dije para después abrazarla también.

Me había costado mucho perdonar a mi madre, estaba muy enojado con ella por todo lo que permitió que me hicieran, muchas veces intenté irme de la casa pero siempre fallé y eso me hace feliz, porque si me hubiese ido no hubiese conocido a Lissa y también porque pude sanar una de mis más grandes heridas y eso lo hice perdonando a mi madre, ella me prometió que cambiaría por mi bienestar y para hacer el rol que le pertenece; a pesar de todo lo que pasó, mi madre es una de las personas a las que amo con todo lo que tengo, estar con ella sin duda alguna me ayudó mucho, deje de sentirme tan sólo.
Necesito hacerle saber que en mi corazón no hay rencor hacia ella, que todo lo que pasó quedó atrás y ahora llevamos una vida totalmente diferente y que nunca la dejé de amar.

MetamorfosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora