Capítulo 5

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Esa noche no salimos, nos quedamos en casa viendo películas de comedia y a comer snacks hasta cansarnos. El fin de semana que pasó, a pesar de que estaba mal, Eva y Pablo estuvieron animándome todo el tiempo para olvidar el mensaje de Marcelo. Pero en esas noches mientras dormían, algunas lágrimas se me escapaban de los ojos, y me dolía el pecho. Pero mientras lloraba pensaba que estaba bien así, que las cosas iban a pasar y si el destino quiere, el universo o lo que sea, él y yo íbamos a hablarnos otra vez y las cosas iban a aclararse, por el momento tengo que dejar de insistir, no voy a tirar la toalla sólo voy a dejar que el tiempo pase y cuando esté decidida, cuando sienta que ya es momento de tomar el toro por los cuernos, lo haré, hablaré con él y le diré toda la verdad.

Hoy es lunes, un día antes de mi cumpleaños, me siento bien, me siento liberada no del todo, pero ya no siento esa pesadez.

-Hola Ann, -me saluda Pablo apenas entró a la editorial.

-Hola, ¿cómo estás?

-Muy bien.

-¡Oh por Dios! No lo puedo creer, ¿tuvieron sexo? -murmuró mi pregunta mientras le sonreía.

-¡Ann, por Dios! Tu no cambias ¿verdad? -se sonroja y yo empiezo a reírme.

-Es que me sorprende, te tenía en ese plan, creí que ibas a esperar.- Me rió y él me miró mal.

-Eso iba a hacer, pero bueno. Pasaron cosas. -Se sonroja mientras lo dice.

-Si que pasaron, -sigo riéndome.

-¿Qué pasó? -Miro a Lautaro con una sonrisa.

-No sé ¿díganme qué pasó entre ustedes?

-¡Ann! -me grita Pablo y empiezo a reírme.

-Me voy a trabajar, ojo con lo que hacen los chicos, Lautaro cierra bien la puerta de tu oficina cuando vaya él. -Empiezo a caminar hacia el ascensor.

Así empiezo mi día lunes, haciendo ejercicio y molestando a Pablo, algo común y divertido para mi, ya que él se molesta y se sonroja por todo. Saludo a Amelia y entro a mi oficina y me suena el celular.

-Hola. -Saludo sin mirar quien me esta llamando.

-Hola Ann. -Mi hermana Julia es quien me llama.

-¿Cómo estás? ¿La bebé está bien?

-Estoy bien al igual que la bebé, está más pesada y grande, cada vez se parece más a su padre.

-¡Ay no, pobre criatura! -Me burló mientras prendo la computadora.

-No seas así, ya veremos cómo va a ser tu novio y tú hija cuando la tengas. -Se ríe y yo también, pero me siento incomoda porque yo no puedo tener hijos, con el último aborto que tuve... No, me niego a pensar de nuevo en eso.

-Estoy segura que mi hija va a ser muy hermosa, al igual que mi pareja. -Sigo riendo porque en el fondo sé que no es así, porque algo siempre tiene que pasar antes de poder tener una relación seria.

-¿Qué hija? ¿Estás embarazada? -Me sobresalto y miro hacia la puerta, Clara me ve con una sonrisa pero yo niego.

-Juli te llamo después, saludos a la bebé y a Elías. -Corto antes de que me responda.

-¡Oh por Dios, Ann está embarazada! -Exclama con emoción y yo niego.

-No claro que no, -aclaró acercándome a ella y todos aplauden.

-Felicidades, -y así empiezan los saludos y quiero matar a Clara por la mentira que dijo.

-¡Paren con felicitarme, no estoy embarazada! -Grito llamando la atención de todos, hasta la de Lautaro que está junto a Marcelo, ambos me ven; uno con odio y el otro confundido por lo que acabo de gritar. -No estoy embarazada, escuchaste mal Clara.

Segunda Oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora