-¡Feliz cumpleaños estúpida! -Es lo primero que escucho cuando me muevo en mi cama.
Ayer llegué muy cansada del trabajo, tenía muchas ganas de dormir, ni siquiera llame a Julia e ignore a Eva cuando me llamó para comer. Escuche vibrar mi celular cuando eran las doce, sin duda es mi cumpleaños 24 pero no tengo ganas de festejarlo, sólo quiero estar encerrada y que nadie me moleste.
-¡Tarada te estoy hablando! -siento que me sacan las colchas y la miró molesta. -Es tu cumpleaños y no podes tener esa cara de culo, -le levanto el dedo mayor y me tira con una almohada.
-Quiero dormir. -Me quejo y Hércules viene a saltarme. -Los dos son artantes. -Siento la lengua de Hércules en mi cara y me da risa. -Ya basta pulgoso, salí de encima. Tengo que levantarme -bostezo y cierro los ojos.
-Si de esa forma empezas el día, mejor ni te levantes. Mierda Ann es tu cumpleaños.
-Pero quiero estar sola y que nadie me moleste.
-¿Qué pasó ayer? Te llame para comer y me ignoraste, ni siquiera me saludaste. ¿A quién viste? Seguro fue al estúpido ese de Marcelo y algo te dijo.
-Me dijo la verdad, -ella frunce el ceño. -Me dijo que nadie querría salir conmigo y tiene razón.
-Eso es una mentira, te lo dijo porque está dolido y al verte bien, sólo quiere dañarte.
-Pero no estoy bien, estoy destrozada.
-Lo sé, pero él no se da cuenta de ello porque estás mostrando otra cosa.
-No quiero mostrarle a todos que estoy mal, no necesito que me tengan lástima.
-Lo sé, siempre fuiste así. Te tragas todo y finges que todo está bien, pero no es así, para no pelear y tampoco llorar frente a los demás te encerras y con suerte me decís a mi lo que te pasa.
Tiene razón, siempre fui así. No me gusta mostrar mi debilidad, no quiero ser la débil, la que llora por todo, cuando era chica si lo hacía pero ahora no, no quiero ser a la que tienen que cuidar constantemente porque no sabe defenderse por sí misma.
-Lo sé, pero hoy no quiero nada.
-Vámonos, a un lugar tranquilo. Donde puedas estar en paz. -Me gusta su propuesta.
-Me encantaría, pero tenés que ir al hospital y yo no pienso moverme de casa.
-Pero puedo llamar y...
-No, vete al hospital. Yo voy a estar bien, además tengo que ordenar mi habitación es un desastre y seguro van a venir mis hermanos y Pablo con Lautaro o vendrá solo, no lo sé.
-¿Estás segura?
-Si, anda al hospital. -La veo dudar, -nos vemos esta noche.
-Esta bien, te amo. -Me sonríe y yo hago lo mismo.
-Yo más, -la veo irse.
¿Cuándo vivirás tu vida Eva? ¿Cuándo dejarás de preocuparte por mi? A veces siento que Eva ocupa el lugar de mi madre, siento que se preocupa demasiado por mí, sé que tengo comportamientos de una adolescente, pero quiero que ella tenga una vida y la disfrute sin tener que cuidarme. Me encantaría que ella cumpliese su sueño de tener un esposo y también tener hijos, pero para eso tiene que vivir su vida, Eva se lo merece después de todo.
-Hércules ¿no está mal si le presentamos a Marcos? El bartender de cayo coco. Creo que sería una buena pareja para ella, ¿no crees? Después de todo se parecen.
-¡Ann ya me voy! Tenés tu torta en la heladera. -La escucho gritar y sonrío.
-¡Bueno, muchas gracias, nos vemos esta noche! -escucho como cierra la puerta y suspiro.
-Bueno Hércules, a levantarse se ha dicho. -Me levanto con muy pocas ganas y empiezo a ordenar mi ropa no sin antes poner música.
Y así, con pocas ganas empiezo a moverme de un lado a otro, en un intento de baile, pero me sale horrible y Hércules sólo me mira.
-Bien, tu dueña está mal, sí. Pero por hoy voy a fingir que estoy bien frente a los demás, no quiero que se preocupen por nada. -El me ladra y quiero llorar. -Estoy segura de que Andrés va a venir a joderme, como todos los meses. Sabes tengo un gran nudo en mi garganta y un gran peso en mi pecho, ¿hasta cuando voy a fingir que todo esta bien conmigo en cuanto no lo es?
Sin duda en el significado de fingir sale mi nombre. Siempre estoy fingiendo, me hace recordar cuando iba a la secundaria y tenía que fingir que todas las chicas del curso me caían bien, aunque era todo lo contrario, nunca las quise y nunca me cayeron bien, mi cara de culo era muy visible para todos, aún no entiendo ¿cómo lo hacía Eva? ¿Cómo podía fingir que les caía bien en cuanto no era así? Tal vez haya sido por educación o no lo sé, pero ella podía hacer lo que yo no, y no cambié mi actitud por nada, ni siquiera por Eva -y eso que me lo pidió varias veces-, prefería ignorar sus presencias y no saludarlos.
Aunque en este momento no es el mismo caso, sino que ahora yo no estoy bien sentimental y emocionalmente, siento que en cualquier momento voy a explotar y no va a ser de la mejor manera, nadie va a salvarse.
-Todo está mal Hércules. -Subo el volumen de la música y empiezo a ordenar como si nada pasara.
Como si no tuviese una tremenda carga emocional y sentimental encima. A veces tengo tantas ganas de irme, y no sé porque me quedo, nada me detiene soy una mujer libre, pero presa por sus propios pensamientos, sentimientos, emociones, presa de todo lo que pasa a mi alrededor, sintiéndome mal y responsable de lo que está pasando en la vida de Eva, Marcelo, la de mis hermanos, quisiera que en cada decisión que tomo no cayera en ellos, me siento estancada, no puedo moverme a ningún lado sin lastimar a los demás, cada decisión que quiero tomar para ser feliz, repercute en los demás pero de forma negativa, soy su mala suerte, soy la mala suerte en la vida de todos.
Las lágrimas empiezan a descender al igual que yo hasta sentarme en el piso, sintiendo que ya no puedo más, que no aguanto toda esta situación, quiero huir pero no puedo, la culpa es tan grande que me prohíbe irme de esta casa; de esta ciudad, de esta provincia, de este país, de este mundo. No lo aguanto.
-¿Cómo lo hacías mamá? ¿Cómo podías aguantar sin derrumbarte? ¿Cómo? Yo no puedo con esto, soy demasiado cobarde para asumir todo esto, no tengo la valentía, nunca la tuve siempre fui cobarde, siempre llore por todo, porque no sabía qué hacer y ahora que crecí tampoco lo sé, me siento perdida, te necesito no sabes cuando te necesito. Si tan sólo estuvieras aquí, todo sería diferente.
Hércules empieza a llorar y me lame la cara. Las ventanas están abiertas, todo está limpio, mi habitación está ordenada, pero yo... No estoy limpia, no estoy para nada ordenada, mi mente es un colapso, yo soy un colapso. La música fuerte aparentando que todo está bien, en cuanto nada en mi lo esta.
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Segunda Oportunidad
Teen FictionEn ese momento es cuando pensamos y decidimos "tirar la toalla", "plantar bandera blanca" o como quiera llamarse al acto de creer que perdimos la batalla y todo ha terminado.Sin embargo, darnos una segunda oportunidad vale la pena,en todos los casos...