Capítulo 9

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El dolor de cabeza se intensifica con cada movimiento que doy, y maldigo a todo el mundo, en especial al alcohol.

-No voy a volver a tomar en mi vida, -me levanto con lentitud pero eso parece empeorar mi dolor.

-Pareces un zombie, -miro a Eva y esta niega.

-Dame... Comida... -dramatizo y ella se ríe.

-Mejor una pastilla para el dolor de cabeza, -me tiende una y yo la tomo.

-En ese pequeño instante que llamamos felicidad. -Me rió pero me duele más la cabeza.

-Creo que no lo decía así, -frunce su ceño y yo hago una mueca.

-No importa, -me voy al baño, me miro al espejo y estoy horrible. -Que horror.

Salgo del baño una vez que termine de bañarme, y voy en busca de la torta que esta en el horno, la pongo arriba de la isleta, y la abro.

-¿¡Eva qué mierda es esto!? -le grito y me rió. -No puede ser. -Me tiento al ver la torta.

-¿Te gusto verdad? -me mira y se ríe.

-Sí, ¿querés que muerda la punta? -miro la torta con forma de pene y me rió.

-Oh sí, déjame sacarte una foto. -Va en busca de su celular y me saca la foto justo mordiendo la punta y me empuja la cara contra la torta.

-Que rico, -digo limpiándome la cara. -Sabe a semen. -Nos reímos, -eres una amiga considerada, te amo. -Le paso mi mano con crema en la cara.

-Yo a ti. -Se limpia la cara. -¿Querés salir? Pedí el día.

-Está bien, ¿adónde quieres ir?

-No lo sé, vamos a un lugar tranquilo.

-¿Una reserva natural?

-Si, vayamos a una reserva natural.

-Me lavo la cara y nos vamos.

-Tienes que almorzar, -abre la heladera y me tiende un taper con milanesas.

-Perfecto, para el camino. -Me voy al baño y lavo la cara. -¿Sabes dónde está Hércules?

-Está comiendo.

-Con razón el silencio.

~~~

En todo el camino fuimos cantando o mas bien gritando cada canción que pasaban en la radio, mientras Hércules nos ladraba del asiento de atrás. Hicimos algunas paradas pero al fin, llevamos a la reserva potrero de Loyola, un lugar hermoso donde puedes relajarte y disfrutar de la naturaleza y el aire puro.

Todo es tan tranquilo, (aunque el único inquieto es Hércules que no deja de correr, de un lado a otro)

-Sabes Ann, me gustaría vivir en un lugar tranquilo y no tan movido como la ciudad.

-Si, estaría bueno un poco de tranquilidad para nuestra vida.

-Estuve pensando, y quiero mudarme a un lugar tranquilo. Obviamente lo tengo pensado desde hace un buen tiempo.

-¿Quieres? ¿Tú sola?

-No Ann, es obvio que vienes conmigo tengo que cuidarte.

-Eva... No tienes que cuidarme, estoy bien. No puedes estar pendiente de todo lo que hago.

-Es que te comportas como una pendeja, y no como una mujer adulta que eres.

-Lo sé, pero estamos a punto de terminar el año, y prometo no volver a comportarme como pendeja.

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