Capítulo 5

251 29 0
                                    

Yuu observaba la hacienda tan emocionado como Mika. Incluso habían llevado al pequeño Kuma para admirar dicho lugar en donde se casarían.

—¡Este lugar me parece perfecto! —expresó Yuu subiendo a un pequeño puente de madera donde había un lago artificial bajo este, el lugar se encontraba situado en un amplio espacio de pasto y en el centro se encontraba el salón parecido a una terraza, el suelo había sido hecho con madera oscura y por el momento se encontraba vacío pues las mesas solo se colocaban el día del evento. Por otra parte, había una fuente de marfil y plata cerca del puente, y un par de columpios y camastros adornaban el lugar. También había una pista de baile al lado de la terraza, así que ambos se encontraban conformes con el lugar donde darían su fiesta de bodas.

Por el momento, evidentemente había pocos adornos, solo era el patio, la terraza y la pista de baile vacía, pero era un lugar amplio y verdoso, perfecto para que incluso Kuma pudiera sentirse a gusto paseando por el lugar.

—Bien —expresó el rubio acercándose a su novio para abrazarlo por detrás y besar sus labios con ternura—. Entonces rentemos este lugar.

Emocionados hablaron con el dueño del lugar, aún no habían puesto fecha para la boda, pero ya habían visto los trajes e incluso la imprenta a donde enviarían el modelo de las invitaciones. Krul, la mamá de Mika era cocinera, así que ella se ofreció a elaborar el banquete. Por otro lado, Guren propuso que se haría cargo de la música, así que su boda ya iba tomando forma.

—Estoy emocionado —aceptó Yuu caminando con una mano tomando la de Mika y la otra sosteniendo la correa de su mascota.

—Yo también, amor mío—argumentó el rubio, besando su mejilla. Ambos poseían una mirada enamorada, así que su vida más feliz no podía ser.

~

Cuando llegaron a su hogar, lo primero que hicieron fue soltar a Kuma, quien prefería mantener la correa puesta en él para salir a correr como todos los días, sin embargo, los adultos se encontraban un poco cansados debido a que habían decidido a buscar lugares después de llegar del trabajo.

—Yuu-chan, ¿Qué quieres cenar? —preguntó Mika quitando su sudadera para colocarla en el perchero a la entrada. El mencionado por su parte se dirigió a la sala donde ahí se deshizo de su propio suéter y lo dejó a un lado suyo hecho bolas. Mika suspiró, negó con la cabeza y se acercó a su novio para depositar un beso en su frente y acomodar su prenda donde se supone que Yuu debió haberla puesto. Por el momento se encontraba demasiado contento como para discutir con Yuu por lo mismo y al final sabía que no tendría salvación decirle que dejara las cosas donde van.

—¿Puedes hacer panqueques? —pidió con ojos de perrito, acariciando a Kuma cuando este subió al sofá.

—Bien, entonces preparo panqueques, pero no olvides que debes de darle de comer y beber a Kuma.

—Claro, en un momento más lo hago —prometió encendiendo el televisor.

Mika miró a su novio sonriente y se propuso a realizar la cena para ambos mientras Yuu veía la serie que habían estado observando últimamente. La noche transcurrió normal, con un poco de pleito debido a que Yuu no le dio de comer a su propia mascota, pero al final no era algo tan grave si tenía un Mika que siempre procuraba cuidar del azabache y apoyar sus decisiones, ¿No es así?

Por otro lado, aquella noche Mika tenía algo importante por decirle a su novio, así que cuando se encontraban ya arropados, depositó un par de besos en su rostro moreno.

—Yuu-chan, tengo buenas noticias sobre el trabajo —expresó—. Tengo una propuesta para ti y para mí debido a ello.

El azabache asintió con la cabeza escuchando atentamente al mayor, tomando sus manos y acariciándolas con ternura.

—Esta mañana el médico en jefe comentó que hay capacitaciones especiales, mencionó que son todo pagadas, así que, ¿Por qué no vamos? Claro que solo es un viaje en avión pagado, pero el hospedaje no tendrá costo, evidentemente, porque dormiremos en la misma habitación. La capacitación consta de tres días de reunió, pero llegaríamos un día antes y nos iríamos un día después, así que tenemos para disfrute completo dos días. Es en Estados Unidos, por cierto, ¿Qué te parece? Solo tendríamos qué pagar tu vuelo —sonrió.

—¡Ah!

Yuu se alegraba por Mika, pero a él no le llamaba la atención asistir a ese tipo de lugares. Para el azabache aquello sonaba muy complicado y no deseaba asistir, así que le sonrió en disculpa y logró que la expresión ilusionada en Mika se desvaneciera.

—Puedes ir tú si quieres... Hm... No quiero dejar solo a Kuma, así que, ¿Por qué no aprovechas en ir? —propuso apretando las manos del rubio que seguía sujetando.

—Amor, podemos dejar a Kuma con Lacus, él ama a los animales y puedo pedirle que lo cuide estos días. Incluso podemos pedirle a mis padres que vengan a alimentarlo todos los días en caso de que Lacus denegue mi petición.

—Pero no quiero dejarlo solo, sin nosotros. Creo que nos extrañaría mucho, sería conveniente que solo asistieras tú, ¿Si?

—¿Y quién me traducirá inglés y japonés allá?

Yuu rió levemente sin percatarse de la gran desilusión de Mika ante su negativa, como si el rubio solo intentara persuadirlo para que se divirtiera allá. Claro que también era su objetivo, pero había deseado hacer un viaje largo con su novio.

—Mika, tu inglés ni siquiera es malo, no me necesitas para eso —expresó, a lo que el rubio suspiró impotente.

—Vale, Yuu-chan. Voy a denegar la propuesta —carraspeó —. Prefiero pasar tiempo contigo —argumentó besando la frente de su novio.

Aquello no lo dijo con intención de manipulación. Bien podría haber asistido a la capacitación, pero su idea principal había sido ir con su contrario. Mika no era muy fanático de viajar porque se mareaba en cualquier tipo de transporte, así que estuvo a punto de denegar, por lo que si no iba con su chico, prefería evitar cualquier tipo de viaje.

—Hm... Eres muy lindo, amor mío —aceptó el de ojos verdes abrazando al mayor—. Vamos a dormir, ¿Si?

Mika no respondió, solo asintió con la cabeza y ambos se quedaron dormidos un par de minutos después. Siquiera tuvieron tiempo de decirse te amo como cada noche, y tristemente la falta de aquella oración empezaba a escasear a diferencia de su inicio de relación e incluso poco antes de que llegara Kuma a sus vidas.

¿Con quién se queda el perro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora