capítulo 9

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El sentimentalismo de Yuu poco a poco se fue convirtiendo en ira. Los reclamos de Mika solo se trataban de la verdad pero el de ojos verdes no quería aceptarlo, así que empezaron a tener verdaderas discusiones, alzando la voz incluso.

Para desgracia de Kuma, este ya no salía a pasear. Ya ni siquiera lo acariciaban. No había cumplido ni medii año cuando sus dueños ya lo habían dejado en un segundo plano. O tercero. O cuarto. Por lo menos no se olvidaban de ponerle comida y agua.

Yuu gritaba y pedía que Mika se detuviera, caminando por la casa con enfado, siendo seguido por su prometido solo porque ambos terminaron en la cocina. A veces era Yuu quien seguía a Mika para seguir discutiendo, y lo único que, de vez en cuando podía calmarlos, era un cachorro de ojos saltones deseando amor de parte de ambos.

Mika por otra.parte exponía su sentir, su ser cansado pedía a gritos poder tener un poco de calma en su agitado día, y su enojo creciente no le permitía siquiera poner algo se calma entre los dos cuando sus palabras no se limitaban ni pensaban en lo que comunicaban.

Ya ni siquiera se encontraban en el mismo canal. Mika molesto despotricaba a los cuatro vientos todo lo que retenía desde hace tiempo, lo cual no eran pocas cosas. Por otro lado, Yuu ni siquiera sabía cómo defender sus acciones porque ciertamente no fueron las mejores del mundo, y lo sabía, pero era su forma de protegerse a la culpabilidad. También le molestaba mucho saberse, de cierto modo, inútil en el hogar. Ciertamente al principio no tuvo mucho problema, pero también debía admitir que había veces en las que Mika parecía sumamente cansado y lo único que hizo al respecto fue llenarlo de besos. ¿Eso en qué aportaba realmente? Por supuesto Mika parecía complacido con eso, más solo eran caricias, al final era medianamente consciente de que había sido muy injusto con eso.

Mikaela negó con la cabeza para intentar calmarse. No pensó que terminaría siendo prácticamente el sirviente de Yuu. Quería consentirlo, pero, ¿Y él? ¿No se merecía lo mismo que él daba?

—¡No tienes caso! Dejo de discutir contigo y me largo. ¿Y sabes una cosa? Deberías de cancelar la hacienda que vimos, al final me queda en claro que no vamos a llegar a nada.

—¡Tienes mucha razón! Pero como soy un idiota, imbécil, inútil, ¿Por qué no lo cancelas tú?

—Oh, bien. Lo canelo.

Mika tomó su teléfono y llamó realmente al número guardado para la hacienda. Habían dejado un pequeño adelanto para que el dueño les hiciera un pequeño descuento el día de la fiesta, pero, Mika realmente pidió que cancelara ese descuento, ni siquiera le dio importancia al dinero que se dejó ahí, solo pidió que no les mantuviera al tanto de los días en que rentaban el lugar para tener en cuenta el día de su boda.

Yuu ya había sentido que todo se iba por la borda, pero en ese momento sintió su corazón romperse en mil pedazos.

—¿Contento? Porque si quieres justo ahora le llamo a mi mamá para pedirle que deje de buscar el mejor platillo para ofrecer. ¿Prefieres hacerlo tú? Si quieres también le digo a Guren y a Shinya que la boda se cancela.

No hubo respuesta de Yuu. Solo observó a Mika estupefacto, y este ante la ausencia de palabras, decidió retirarse. Realmente se había molestado, y llegó un momento en el que no le importó en absoluto que en serio dejaran de ser algo.

Yuu solo se dio cuenta de que se encontraba solo, y llorando, cuando sintió a Kuma lamiendo sus manos que tapaban su rostro. Se había dejado caer en el suelo, pensando en lo tonto que había estado siendo con Mikaela.

Kuma por su parte lloriqueaba, poniendo sus patitas en las piernas del moreno pidiendo atención, pero este seguía sintiéndose sumamente triste, por lo que no pudo culminar con su llanto y prestar atención a su mascota.

~

Mika observaba el cielo estrellado. Quizá había exagerado las cosas con Yuu. Sabía que su novio era un poco más sentimental, y que era más explosivo, pero ya no podía sentirse culpable.

De todos modos le dolía, no podía simplemente decir que no amaba más a Yuu, porque lo hacía, y estaba seguro de que jamás dejaría de hacerlo, pero estaba cansado.

Era irónico cómo al principio no estuvo de acuerdo con que Kuma llegara a sus vidas. En especial con la primera vez que vio ese enorme cachorro de pelajes claros. Pensó que sería una tortura, pero había sido una bendición.

De no ser por el cachorro, Yuu seguiría siendo manipulador de manera inconsciente, y Mika seguiría aceptando cualquier cosa que este dijera, cualquier disculpa, y dejando pasar todo lo que de su novio le molestaba.

Mordió su labio con fuerza llevando su cabeza hacia atrás intentando evitar que las lágrimas se deslizaran por sus mejillas en vano.

Los dos se amaban, pero Yuu siempre fue egoísta. Empezando por el hecho de que desde niños Mika hizo todo lo que Yuu le pedía, y sus padres siempre le dieron todo lo que quería.

Yuu no fue empático con su novio porque nunca se enojó seriamente con él desde hace mucho tiempo, y ahora que había tantos problemas entre ambos no sabía cómo reaccionar.

No sabía qué decir más que huir del rubio aún cuando este solo quería arreglar las cosas.

Ya la relación se encontraba rota, y el único que podía arreglarla era el moreno, pero Mika estaba seguro de que nada haría al respecto. Quizá solo echaría culpas y negaría su responsabilidad en los hechos.

Probablemente también haría berrinches o intentaría persuadirlo, pero Yuu era de esas personas irresponsables y olvidadizas que al día siguiente hacían lo mismo porque nunca había consecuencias o porque le daba poca importancia a los favores que siempre le pedían.

Mika no quería regresar a casa, no sabía lo que pasaría después de haber dicho que la boda se cancelaría.

No había vuelta atrás. Ya no iba a hacer nada por Yuu, y ya ni siquiera existía la confianza tal como para hablar de manera seria y tranquila de lo sucedido.

No quedaba más remedio que por lo menos darse un poco de tiempo. Además, al final todavía faltaba tomar la decisión de lo que harían con la casa que apenas habían empezado a pagar. Los dos pusieron la misma cantidad de dinero por ella, después de todo.

Suspiró retirando las lágrimas en su rostro y decidió caminar de regreso. No sabía cuánto tiempo había ido sin rumbo fijo, pero él por lo menos no huía de los problemas y las conversaciones con su novio. O, quizá era más apropiado decir ex novio.














Ains espero que les haya gustado xD nos leemos después <3

¿Con quién se queda el perro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora