Luego de caminar unas cuantas cuadras, llegamos al barrio. Estos se la han pasado hablando, pero yo no he prestado atención ni a un segundo de su conversación. Los nervios me comen. He esto hecho tantas veces, que es raro lo que me pasa. Será porque ya hace tiempo que no lo hacía. Seguramente es por eso. Nos detenemos a una cuadra antes del negocio. Solo ruego que Evan no me vea, y que no me lleven presa como otras veces.
Luego de planificar el supuesto "plan", debemos separarnos. Yo voy con.. Mierda, yo y los nombres de la gente. Bueno con este chico que esta alado mio. Se ve tranquilo, que eso es bueno. Nos dirigimos por detrás de las casas hasta que llegamos a lo que sería la despensa del negocio. El chico me hace palanca, y subo sobre el techo. Me acomodo y espero que éste salte, para así tomarle de la mano y ayudarlo. Ya arriba, comenzamos a caminar, sin hacer ruido alguno. Semis agachados por el techo, hasta que vemos el ventanal por el cúal debemos entrar. Pero antes, tenemos que esperar a que Marcos nos avise de que ya podemos bajar por allí.
La espera se me hace eterna. Parece que hace horas que estamos aquí arriba, pero solo han sido minutos. Se podría decir que los minutos mas largos de mi horrible vida. Allí dentro se escuchan gritos de parte del grupo, y los gritos de desesperación de lo trabajadores. Evan.. perdóname.
Vemos a Marcos acercándose al ventanal, y desde abajo nos hace seña de que bajemos. Con un salto, caemos. Primero yo y luego él. Según nos habían dicho, corremos hasta lo que seria el salón donde estaría la caja fuerte. Y bingo, estaban en lo cierto. Por la puerta aparece Marcos con un rehén, y lo obliga a abrir la caja. El pobre hombre esta indeciso. Solo llora y pide por favor. No puedo hacer esto. Marcos se enfada y lo golpea, gritándole. No. No puedo.
- A la mierda todo. - digo en voz baja, pero lo suficientemente alto para que Marcos se voltee, y me mire confuso.
No hago caso a su mirada de desesperacion,y comienzo a correr.
-¡¡ Anna !!.- me grita Marcos, pero paso completamente de él.
Corro hasta el ventanal y pego un salto, deseando llegar hasta él. Y lo consigo. Me trepo hasta el techo y comienzo a correr hasta la despensa. Salto, y corro. Estoy loca, completamente de la cabeza. Ya no me importa nada, solo corro por los jardines de las casa, trepando las vallas que se me presentan. De fondo se escuchan las sirenas de los policías. Mierdaaa. Y comienzo a correr mas rápido. Pero claro, mi mala suerte se presenta, y mi aire se comienza a acabar. Maldito cigarros que arruinan mis pulmones. Mi falta de aire es grandísima, siento como mis pulmones se estrujan hasta poder sacar las gotas pequeñas de oxígeno. Pero ya no hay nada. Me trepo hasta el jardín de enfrente, y siento como mi cuerpo ya me pesa. Mis días de gloria se han acabado, definitivamente. Salgo de aquí, directamente a la calle, deseando parecer lo mas normal posible. Por aquí no se ven policías, porque obviamente, he llegado al barrio de los ricos. Buena escapatoria sin sentido. Mi suerte va cambiando de a poco. Sigo caminando, y se puede decir que estoy perdida. Ni puta idea sobre este barrio, pero sigo. Mis nervios aún abundan. Siento como mis piernas y brazos tiemblan. Estoy tan atenta que cada vez me adentro más al barrio, sin darme cuenta.
Luego de caminar unas cuantas cuadras, me he podido dar cuenta de las diferencias de vida. He visto a personas caminando con sus perros, paseando. O tomando té en sus casas tranquilos. Aquí hay paz, tranquilidad. Un aire suave. Totalmente distinto y agradable. Pero ya es hora, tengo que irme.
Ya falta unas cuadras para que el hermoso barrio termine. Y siento como el aire va cambiando de a poco. En mi bolsillo, mi móvil comienza a sonar. Al escucharlo, me tenso inmediatamente. ¿Marcos?¿Evan?¿El trabajo?... MIERDA, EL TRABAJO. Miro la hora, y marca las 9:40. No llego. No. Y justo cuando estoy a punto de levantar mi vista, un cuerpo me choca por el costado, y caigo duro al suelo. Boca abajo al caliente asfalto.
- Perdóname.. lo siento.. yo. - Dice una voz masculina mientras me ofrece la mano.
Pero antes de recibirla, levanto mi vista. Y .. mierda. Es él. ¡Él!. Me levanto rápidamente y me sacudo mi ropa, tratando de volver a mi postura y no parecer incómoda.
-¿Que no te fijas por donde andas imbécil?.- Soy una idiota. Ya lo se.
- Perdona.. Venía trotando y con los audífonos, no me di cuenta.-
Me fijo en sus ojos. Me encanta. Este chico es hermoso. No tiene imperfecciones en su rostro. Mientras que trato de calmarme, lo miro fijamente, esperando que se intimide. Pero no. Su mirada es tranquila. Como si nada hubiera pasado. Como si no lo hubiera llamado imbécil. Por su sien, una gota de transpiración cae lentamente. En cualquier hombre se vería como algo desagradable y asqueroso, pero en él no. Se ve tan sexy y varonil.
-Esta bien.. ya pasó.- Trato de seguir mi camino, tratando de que no vea mi color rojo tomate.
-Espera..- me toma del brazo y hace volverme.- ¿Anna verdad?-. pregunta con suavidad.
Me moriré. Es hermoso. Y tan tierno...Ah ya Anna, déjate de tonterías. Es un chico y ya...
Nuestras miradas se unen nuevamente. Yo solo puedo asentir. No me salen las palabras. Y si, se puede decir que es el primer chico que me deja sin habla en toda mi vida.
El chico sonríe, y una dentadura perfecta aparece. Al sonreír, sus ojos color café se le achinan. Haciendo una imagen hermosa para mi vista.
- Déjame invitarte a comer algo, ya llega la hora de la cena.-
Trato de esconder mi emoción, pero un poco se debe notar. Saco mi móvil y veo la hora, 10:00. Ya esta, llegare tarde, y no me aceptaran. Que mas das.. Esto es una buena escusa. No para mi jefe, sino para mi. Cuando este desconocido me mira, me olvido de todo. De mis problemas, mi mala conducta y mi mala vida. De mis "amantes". Y de mis noches de borrachera. Cuando me mira, me siento tan bien. De una manera nunca experimentada, que me hace dejar todo de lado, y hundirme en él.
Ni lo pienso, y asiento a su propuesta. Y puedo decir, que al ver la sonrisa que me esta regalando. No pararía de asentir nunca más.
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No soy una chica buena.
RomanceNO SOY UNA CHICA BUENA. Algo totalmente distinto. ¿No estas cansado/a de que todas las historias sean del típico chico malo que se enamora de la chica buena y virgen? ESTO ES DIFERENTE. Acompáñame con esta historia, con los rangos cambiados. Una his...