- Eres diferente -

407 31 3
                                    

No se lo que estoy haciendo. Sinceramente. Esta bien que sea una de esas personas que no le importa nada. Que solo vive el día a día, sin preocupaciones. Que ha echo cosas horribles. Que se ha acostado con la mayoría de chicos de su barrio. Que anda siempre de fiesta en fiesta, tomando y fumando sin parar. Esta bien.. que sea alguien de 20 años, sin trabajo ni familia. Que sea alguien que nunca se ha enamorado de verdad pero que si haya roto corazones. Se que soy una mierda de persona. Lo se, y lo tengo asumido a mi conciencia. Pero no entiendo mi comportamiento. Justo en este momento, voy con un desconocido, a cenar. No es como los otros desconocidos con los que he estado. Él es distinto. Con él, me siento segura. Ya no estoy indefensa por el mundo.

- Por cierto.. soy Darren. - Su voz rompe mi pensamiento, como si me hubiera leído la mente. Subo mi mirada hasta él, y cuando lo hago, encuentro mirándome. Esperando una respuesta.

- Anna.-

Darren ríe de forma tierna, como un nene pequeño.

- Ya me lo dijiste.- habla con diversión.

Que idiota.¿Tan estúpida voy a ser? Obviamente ya le dije como me llamaba. ¿Pero que coño me pasa?.

- Si es verdad, no lo recordaba.- Mis malas excusas.

_

Luego de caminar unas cuantas cuadras, llegamos a la pizzería mas cerca. Y yo sigo sin entender que hago con este chico, completamente desconocido, viviendo a cenar.

Tomamos la mesa mas alejada y nos sentamos. Darren no para de mirarme, y eso ya me esta incomodando. Lo hace de manera extraña, como intentando conocerme por dentro. Como si quisiera saber de mi vida con tan solo mirarme a los ojos. Y mi gran miedo, es que lo logre.

- Entonces.. Te saliste del plan, por lo que veo.- Sigue mirándome fijamente, habla con una voz suave. Y claramente no fue una pregunta. Por lo visto, él estaba al tanto de todo. Y también se hizo a un lado.

- Yo solo.. No me parecía justo.-

- Lo se, a mi tampoco.- baja su mirada, y ríe suave.-.. Robarle a mi propio abuelo. Es pasar los limites.-

Al escuchar eso, me atraganto con mi propia saliva, sin poder ni siquiera mirarlo a los ojos. Bajo mi mirada a mis manos. La cuales comienzan a transpirar. Valla lío en el que me estaba metiendo. Y no se que decir.. no tendría que quedarme callada. Eso nunca me pasa. Pero es el momento perfecto, para callarme la boca, y parecer alguien normal y respetuosa. Lo cual no soy.

- Supuse que te habías bajado del plan, cuando te vi por mi barrio.. Pensé que ya estarías en el móvil policial con los demás, pero no. Paseabas con tranquilidad.- vuelve a hablar con voz suave.

No logro entender.¿Cómo acaba de decir?. Darren levanta su mirada, y puedo sentir sus ojos por mi rostro. Me armo de valor, y levanto la mía. Clavando mis ojos con los suyos. Sin miedo. Esta soy yo.

-¿Eres policía entonces?.- pregunto, tratando de sonar firme, y sin miedo.

El hermoso castaño me mira con diversión, y ríe. Haciendo que su sonrisa aparezca en su detallado rostro. Al terminar de reír, una pizca de diversión queda en su boca y en sus ojos.

- No.. mi padre lo es.-

Tengo que irme de aquí rápidamente. A punto de levantarme, el mesero llega a pedir nuestro pedido. Se me ha ido el hambre completamente. Ya me estoy imaginando, siendo interrogada por su padre. O en la cárcel, y con Marcos, muy furioso conmigo. No puedo dejar que mi vida empeore más y más. Esto ha sido una completa farsa. Y fui tan estúpida en creerme que me iba a salvar de esta. ¿Quién me obligo a venir?¿Lo hice solo por mí, o por él? Algo pude ver en él, algo sentí. Cuando sus ojos se fijaron en los míos, me olvidé de la vida que he llevado. Pude sentir paz con su mirada sobre mí. Y lo peor de todo, es que se me están haciendo una adicción. Sus ojos se están convirtiendo en mi nueva adicción.

Darren ya ha pedido, y yo solo pasé del mesero. No puedo parar de pensar como haré. Si saldré corriendo, o solo le diré que se valla a la mierda y me iré caminando victoriosa. No lo se.

- He pedido pizza para los dos, ya que no contestabas.-

Vete a la mierda, maldito estafador.

- Oye.. no te haré nada. No tengas miedo.- su mano se desliza sobre la mesa, buscando la mía, pero la saco bruscamente y lo miro a los ojos fijamente.

- No te tengo miedo.- digo con voz ronca.

El joven corre su mano, y la deja sobre la mesa descansando. Se hace ligeramente hacia adelante, acercándose a mí. Yo solo me quedo inmóvil en mi lugar. Este no me hará retroceder.

- Se que no eres como ellos.. Eres diferente.- Diferente. Su voz y esa palabra me hacen aflojar mi mirada, y sentir su buena vibración al decirlo.

- No me conoces.-

-Tienes razón, no te conozco. Pero ser diferente no es malo.- cada vez se acerca mas a mí, y su voz se convierte en un susurro. Este intenta controlarme. Está haciéndome creer que saldré ilesa de todo esto. Me esta usando. Como pude confiar en un desconocido. Nadie me olbigó, solo yo me encerré en mi propio agujero.

El mesero llega con la pizza y la deja sobre la mesa.

-Sabes..- tomo aire y hablo.- .. Eres un gran cabrón. Te crees que soy estúpida. Pero déjame decirte..- me acerco a su rostro, hasta quedar a centímetros. Pero no él no retrocede. Queda firme en su lugar, provocándome con una sonrisa. -Que tengo el doble de calle que tú, y que no podrás sacarme ni una puta palabra sobre lo que pudo ocurrir.-

Darren ríe por lo bajo, y se aleja lentamente volviendo a su lugar. Yo solo puedo soltar el aire y volver al mio. Con sus labios tan cerca, hablar se me hizo un poco difícil, debo admitir.

- Nadie tratará de hacerte hablar. Eso queda por seguro. Solo quiero ayudarte..- el chico habla con seguridad.

Rio fuertemente a su contestación, y por su parte, levanta sus cejas, sorprendido por mi comportamiento.

-¿Ayuda entonces?.. vete a la mierda, no necesito tu ayuda.- y al terminar de decir esto, me levanto y comienzo a caminar decidida hasta la puerta. Pero es mas rápido, y me toma de la mano. Con una fuerza firme, pero sin sobre pasarla. Su tacto es suave, su piel se siente tan bien. Siento un gran escalofrió por todo mi cuerpo. Y solo me esta tomando de la mano. ¿Que me esta pasando por Dios?.

- Anna..- me dice en voz baja. Mi nombre en su boca, se me hace una de las sensaciones mas hermosas que he podido vivir. Siento que mi alrededor se desvanece, y solo queda él.Yo no estoy allí, porque yo no soy nada. En mi mente, esto se multiplica, y hace que me vuelva loca. Siento la gran necesidad de que lo diga nuevamente. He podido presenciar algo nunca experimentado. Me he sentido bien. Normalmente, las personas que dicen mi nombre, de mi se pueden esperar una mirada con mala gana. Pero en este caso no. Por una puta vez, me ha llegado a gustar mi nombre.

- No te haré nada, lo prometo. Y no dejaré que alguien te interrogue.- en sus ojos, una brillo de sinceridad se presenta. Y lo mas extraño de todo esto, es que me estoy dejando influenciar por él. Yo no soy esta. No soy así. No podré cambiar. Es solo una etapa.

_

-¿No probarás ni una porción?.- me pregunta Darren.

Yo solo sigo con mi mirada en mis manos, sin darle importancia. Al tener silencio de mi parte, vuelve a hablar.

- Esta bien.. quédate aquí, ya vuelvo.- dice mientras se levanta y toma la caja de pizza casi completa, se dirige a la puerta, y sale.

¿Y este qué?. Es mi oportunidad. Vamos Anna, levanta. Corre, vete. ¡ESCAPA!. Pero mi cuerpo gana. Me quedo sentada. De tanta frustración no puedo ni siquiera levantarme. Me odio a mi misma por quedarme ahí. Solo porque él me lo pidió. Pero algo en mí, es mas grande. Y m hace quedarme.

Me acerco a la ventana, y lo veo cruzando la calle, con la caja entre las manos. Del otro lado de la avenida, esta el parque Nacional Junil. Darren se acerca a un hombre, que por lo visto, vive allí en el parque. Con su cama de bolsas y su ropa destruida. El hermoso castaño y el hombre vagabundo hablan. Y cuando veo que Darren le entrega la comida. Mi corazón se detiene. Su amabilidad me llega hasta donde estoy yo. ¿Como es posible que este chico me quiera ayudar?. Pues la respuesta es simple. Su corazón es tan grande, que solo necesita llenarlo con buenas acciones. Y por una vez en mi vida, siento la necesidad de ayuda. Para cambiar, para sentirme mejor.. para tener una mejor vida.

No soy una chica buena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora