- Eres un problema, uno lindo -

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Sinceramente podría estar así años y años. Y no me cansaría. Aún sigo en sus brazos. Parece que han pasados horas, pero han sido solo segundos. Segundos que uno desearian que fueran interminables. Ya está, lo usé. Lo se. Pero.. Ha sido lo mejor que me ha pasado en estas últimas semanas, mejor dicho meses. Pero no luego seguir con esto. No puedo ilusionarlo de esta forma. No puedo permitir que a alguien como él, le guste alguien como yo.

- Bueno ya.- digo mientras lo empujó hacia atrás.

Darren me mira expectante. Sus ojos desean hablar. Tienen un brillo intenso, haciéndolos ver mas interesantes. Sus facciones se ven relajadas. Pero en cambio, su cuerpo no. Está erguido, muy recto. Es tan raro verlo serio. Su sonrisa esta comprimida por completo. Su boca es una sola línea. Veo como se da media vuelta, y comienza a caminar. Su paso es firme. ¿Más culpa? No puedo permitirme eso. Corro hasta su lado.

-Darren, lo siento.-

Pero él sigue. Como si yo nunca hubiera hablado. Al ver eso, lo tomo de la mano. Como un reflejo. Darren se detiende en seco. Y baja su mirada hasta nuestras manos. Puedo sentir su piel suave, su tacto dulce. Su mirada sigue ahí, y es el momento para apreciar bien al chico que esta enfrente mío. Su simpleza lo hace ver tan hermoso. Tanto que duele.

-Lo-lo siento.- hablo nerviosa, mientras saco su mano de mi agarre.

Bajo mi mirada. Deseando que no vea mi rostro totalmente colorado.

-Me encanta ver cuando te pones así. Lástima que seas tan dura por fuera.. - su voz es suave. Con un tono de cariño que hace que me estremezca.

-Yo solo.. Puedes pensar que te usé. Y.. Si lo hice.. Pero..- su mano se apoya en mi boca. Dejandome sin habla.

-Dejaré que me uses, cuando sea necesario. Como recién.. Pero si me usas cuando no lo es, te lo haré saber.- cada vez se acerca más. A cada palabra la pronuncia con lentitud. Su boca cada vez mas cerca de la mía. Sus ojos fijos en los míos. Y siento que me pierdo. Nuevamente somos nosotros dos. Y nadie más. Baja su mano, dejando una caricia en mi barbilla.

-No quiero meterte en mis problemas. Digo.. Soy un problema.- es la primera vez que le confieso algo tan personal a alguien. Nunca me dejo ver así. Pero claro está, que él es una excepción.

-Eres un problema, uno lindo. Pero eso no te hace una mala persona. Si necesitas que te ayude, me dices y ya. Hasi..- Darren se acerca a mí. Aún más.-.. Ya no estarás sola. Tú te has vuelto una adicción para mí. No puedo estar sin verte..-

Me olvido de como respirar. Mi cuerpo esta tieso. Y mi sangre ya no corre por mis venas. Ya es oficial. Este chico me esta volviendo completamente loca. Sus labios de acercan más, y si. Me besará. El deseo me abunda. Necesito sentir sus labios contra los míos. Saborearlos, saber su textura. Pero..

-Darren..- digo mientras lo tomo de los hombros y lo alejo lentamente. Él no parece sorprendido, solo ofendido.-..No-no puedo.. No está bien.- nunca me costó tanto negar algo, como me acaba de suceder.

-No es que no puedas.. No quieres, eso es.- suspira con tristeza. Sube su mirada, mirando más allá de todo.- Soy un chico bueno. Ese es el problema.- vuelve a bajar la mirada, para fijarla en mí.- Pero claro, te gustan los cabrones.-

Darren me toma de la muñeca, y da vuelta mi brazo. Dejando a la vista los pinchazos de este. Trato de safarme. Pero me toma con más fuerza. Y con su otra mano, repasa cada uno de ellos. Uno por uno, acariciando con delicadeza. No puedo levantar mi mirada. Ya puedo sentir sus ojos en mí. Pero no puedo. No quiero ni imaginarme la tristeza que deben tener. Y si los veos, mi culpabilidad aumentará. Saco con mala gana su agarre. Pero sigo sin mirarlo.

Estoy a punto de quejarme, pero Darren ya se ha dado vuelta y ya esta caminando calle abajo. Alejándose de mí. Y yo me he quedado parada, sin poder asimilar lo que acaba de suceder. Si supieras, que cada vez te necesito más y más. Su supieras, que ya solo contigo mis problemas se van. Maldito y puto sentimiento de mierda.

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Hace horas estoy caminando, sin rumbo. Solo repasando una y otra vez lo que sucedió con Darren.

- ..Te gustan los cabrones.-

Los cabrones. Esos que me incentivan a tomar cada vez más. Esos los cuales me venden la droga para la noche. Esos que dejan los pinchazos en mi antebrazo. Al recordar eso, llevo mi mano a estos. Y recuerdo su tacto. Su delicadeza. Su deseo de que desaparezcan con sus caricias..Y también el mío.

Llego al departamento. Entró y allí solo puedo ver a Julia.

-Anna.. ¿qué sucedió con Evan? ¿Anna?.-

Y solo paso. Directo a mi habitación. Mi mente está tan cansada, que no me fijo en Julia. No me fijo en olor del piso. No me fijo en su desastre. No me fijo en mis compañeros. Solo entro. Y me encierro nuevamente en mi supuesta vida. ¿Por qué trato de engañarme? A esto no se le puede llamar así.

Hola lectoras/es !! Bueno espero que les este agradando la historia. Me esta costando un poco, que Anna es muy mala y yo.. Bueno pues.. Soy un algodón de azúcar. Ahq.
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No soy una chica buena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora