Dov y Rekiwar pasaron allí el día. Briza no tardó en dar la lista de posibles efectos secundarios del 115 y estuvieron hasta el anochecer discutiéndolos.
Ahora mismo, estaban tumbados -No podían sentarse con las patas traseras porque eso era parecido a como lo hacían los perros domesticados y era algo mal visto que un dragón se sentara así. Por eso, cuando un dragón se sienta lo hace simplemente tumbándose.- en la hierba verde del jardín del castillo. Estaba completamente rodeado de las murallas o paredes del castillo y todo estaba cubierto de verde césped excepto en el centro, donde había un pequeño "lago" para criaturas acuáticas.
-Dov: Aquí está el escudo que me protegió de la explosión, ¿te acuerdas?
-Rekiwar: Tengo la mente nublada, y fue hace mucho.
-Dov: Y mira, agresividad momentánea.
-Rekiwar: Tú nunca te has enfadado sin motivo hasta que empezó todo ésto, eso lo explica.
-Dov: Quiero que acabe, volver a la normalidad y vivir muchos más centenarios felices en nuestra tierra. No quiero volver a alejarme de Heme.
-Rekiwar: Estarás aquí unas semanas y luego acabará todo esto, y podremos estar juntos de nuevo y vivir nuestras vidas.
-Dov: -Seguía leyendo, aunque más que leer en realidad estaba pensando.- Cariño...
-Rekiwar: Dime.
-Dov: Ésto es un lugar peligroso fuera de la protección del castillo. Es un lugar en donde los humanos no están acostumbrados a nuestra presencia, si tuvieras miedo vete a Heme, no hace falta que esperes a por la mañana para decírmelo, si sientes miedo vete.
-Rekiwar: No lo haré, estoy segura.
-Dov: Pero prométeme que si lo ves necesario lo harás.
Dov miraba a Rekiwar a los ojos con miedo, preocupación y algo de angustia.
-Rekiwar: Te lo juro.
-Los dragones no usan la palabra "jurar" casi nunca. Si quieren decir algo más fuerte que prometer, usan la expresión "dar mi palabra", que es más parecido a lo que los humanos entienden por "jurar". La palabra "jurar" la usan los dragones en ocasiones muy extremas y se castigan penalmente a algunos dragones por no cumplir un juramento con otro ciudadano.-
Al caer la noche, Dov y Rekiwar se despidieron. A ninguno le gustaba separarse del otro pero a la suerte parecía gustarle separarlos. Dov fue acompañado por Briza hasta su habitación. Le habían dado la habitación más alejada del resto porque no sabían si podría haber efectos secundarios desconocidos ni si era o no contagioso.
-Briza: No es una habitación para dragones, esta cama puede resultarle incómoda, dime si puedo hacer algo para que sea más cómoda para usted, señor Dovarokerah.
-Dov: ¿Puedo prender el suelo?
-Briza: Por supuesto, es de piedra. Solo hágalo lejos del armario. -En la habitación, además de la pequeña cama, solo había un armario en una pared.- Y si quiere tenemos leña para dragones de fuego.
-Dov: No, no es necesario, lo decía por otra razón, pero muchas gracias.
-Briza: Le dejo descansar. Yo duermo en este pasillo, al final a la izquierda. Si necesita cualquier cosa aunque sea una tontería no dude en despertarme.
-Dov: Muchas gracias.
Briza se va por la puerta.
-Dov (pensando): Es una persona muy agradable. -Los dragones, al igual que muchas criaturas mágicas, llamaban "personas" a cualquier individuo racional y se usaba como alago. Los humanos no lo hacían, ni siquiera los que conocían su existencia. Aclaro ahora que con el paso del tiempo los humanos olvidaron que Dov apareció en televisión y los historiadores que lo saben creen que fue una simple broma de alguien que quiso matar a Obama.-
Dov intentó lanzar su más potente llamarada, pero se horrorizó al ver que había empeorado mucho más de lo que esperaba. Su mejor llamarada apenas ennegreció media pared.
No podía dormir, Dov no dejaba de pensar en sus poderes, en su orgullo y en su pueblo. Dovaro era muy joven, y aunque muy inteligente y bien protegido un error de su guardia podía matarlo. Dov siempre había sido imbatible, y nadie se preocupaba por su vida a pesar de las dificultades y las amenazas, pero Dovaro era diferente, sus poderes no se habían apenas desarrollado.
Rekiwar, por su lado, al separarse de Dov estuvo un rato andando y se introdujo en una zona del bosque muy amplia que no se veía desde el aire. Trotó dejando sutiles marcas con sus garras en los árboles para saber volver y finalmente se acomodó bajo un imponente árbol e intentó conciliar el sueño mientras pensaba en Dov.
Siento parar aquí la historia, pero me gustaría que comentarais vuestra opinión y dudas sobre la historia. Además, nadie comenta los errores que hay excepto mis amigos y como ya he dicho muchas veces me gustaría que me los dijerais.
Además, me gustaría que si os gusta la historia votéis los capítulos y si os gustan los dragones no dudéis en agregarme. Además, cuando termine esta historia, que aproximo podrá tener alrededor de 25 capítulos (o esa es mi intención) puede que siga la historia en una tercera parte (es muy probable) ya que hay muchos cabos sueltos en el primer libro "Palabras De Dragón" y los habrá en éste. Eso sí, no dudéis que entenderéis muchas cosas del pasado y presente de Dovarokerah en esta historia y por supuesto la trama fue desde el principio más complicada de lo que parecía a simple vista y os daréis cuenta conforme avanza la historia de que, en realidad, todo encaja como una meditada partida de ajedrez.
Y vuelvo a decir, como en el primer libro, que podéis decirme lo que queráis por privado de Wattpad o a mi correo cristichi@hotmail.es y que tengo en cuenta vuestras opiniones sobre la historia, sean una opinión o un millón.
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Palabras De Dragón 2: El Amanecer De Sangre
FantasíaEl dragón Dovarokerah ha perdido sus poderes, y junto a su amor verdadero, Rekiwar, emprenden una aventura en el bosque de Ibrenis, un lugar habitado por increíbles criaturas mágicas. Segunda parte de mi mayor éxito. Escrito gracias a los votos y co...