Palabras De Dragón 2: El Amanecer De Sangre

Sellado

Al rato, Celeste dijo a Briza que saliera de la habitación y no se quedara en la puerta, para hablar en privado con Dov. Cuando Briza lo hizo, Celeste sacó a Dov del estado "pasivo", dejando de acariciarlo.

-Celeste: Señor, ¿se encuentra bien?

-Dov: -Pestañea un poco y se incorpora.- Sí, gracias. Me estaba ahogando en un vaso de agua.

-Celeste: Me alegro.

-Dov: Pero no hay tiempo que perder, ¿dónde está Briza?

-Celeste: Le pedí que nos dejara a solas, por si quería usted intimidad al salir de la pasividad. -A ese estado "pasivo" se le puede dar como nombre cualquier palabra derivada de la palabra "pasivo". Esto ocurre con otros nombres de cosas pues los dragones siempre han cuidado un lenguaje moldeable para expresarse mejor.-

-Dov: Vamos a buscarla, que nos guíe un poco.

Dov y Celeste salen de la habitación y andan hacia Briza, que estaba al final del pasillo.

-Dov (pensando): Escuché a Reki, ¿cómo? Quizá el delirio, o la enajenación mental o algo. A lo mejor estoy loco, pero ya da igual.

-Dov: ¡Briza! -Le decía desde lejos.- Necesito mucho que me guíes hasta quien pueda ayudarme en la OPBI para rescatar a Rekiwar.

Briza no lo hubiera hecho, pero si un dragón había estado al borde de un ataque al corazón es que realmente necesita ayuda. Briza los guía entre los laberintos de pasillos.

-Dov (pensando): A lo mejor están ordenados de esta forma tan rara para que los intrusos se pierdan.

Briza los lleva a una enorme sala circular, pero les dice que esperen a la entrada. En el otro lado de la sala hay siete asientos en alto y en el siete criaturas, un fauno, una esfinge, una quimera, un dragón, un hada y un grifo. -El grifo, además de "grifo de agua" también es el nombre de una criatura mitológica.- Estas criaturas parecen regañar a Briza, pero la disposición de la sala estaba diseñada para que no se escucharan claramente los sonidos fuera de ella. Briza vuelve.

-Briza: Lo siento, no han querido.

Briza y Celeste dan la vuelta y se alejan cabizbajos. Pero Briza se da cuenta horrorizada de que Dov está entrando.

-Briza: ¡No! ¡Dovarokerah!

Pero Dov no estaba dispuesto a volver una vez había entrado. Dov se coloca delante de las imponentes criaturas. Se da cuenta de que el fauno es Titus.

-Titus: Dovarokerah, no puedes entrar aquí.

-Dov: Pensaba que aquí se ayudaba a las criaturas mágicas, y hay una que necesita vuestra ayuda y la mía. Y no me iré sin esa ayuda.

-Titus: Estamos al corriente, pero no podemos ayudarte. Nosotros defendemos el bosque de los humanos, no atacamos a los humanos.

-Dov: Reconsidérenlo. Tengo más poder del que creéis.

Los fundadores hablan entre ellos. Dov no lo escucha bien, por el montón de eco que hay en la sala, pero cree distinguir que la esfinge se llama Petrus y el dragón Hidros.

-Hidros: Dovarokerah, según tengo entendido ya no eres el rey de Heme, ya no tienes ese poder del que presumes, y estamos al corriente del descenso de tu poder.

-Dov: Está bien. Os he mentido, vale. Pero necesito vuestra ayuda, por favor. -Dov se arrodilla.-

Hidros queda muy impresionado. Jamás hubiera creído que viviría para ver a un dragón de sangre real arrodillarse. Hidros discute con las demás criaturas.

-Titus: Podremos ayudarte con una condición.

-Dov: Hablad.

-Titus: Nos vendría bien a alguien de sangre azul, nos daría más poder en esta tierra. Pedimos lo siguiente: que entres en la OPBI y que te quedes para siempre.

Dov lo piensa detenidamente.

-Dov: Dejadme únicamente un minuto para razonarlo.

-Dov (pensando): No es el lugar donde quiero pasar el resto de mi vida, pero aquí estaré seguro. Solo hay una pregunta.

-Dov: ¿Podrá Rekiwar vivir bajo vuestra protección?

Hidros hace un gesto con la cabeza indicando que está conforme con que Rekiwar también viva aquí.

-Titus: De acuerdo. ¿Trato?

El grifo se transforma en un felino humanoide. Dov no se impresionó tanto como Celeste, al fin y al cabo Dov fue humano mucho, demasiado, tiempo. El grifo, ahora felino bípedo, le entrega un papel que lee con detenimiento. Dov se da cuenta de que eso lo encadenaría a ese lugar psra siempre, pero finalmente firma con la huella de su pata.

-Titus: Jkolh, -Dice al felino humanoide.- ve a llamar a Anás.

-Dov (pensando): ¿Anás? He vivido demasiado para creer que es una casualidad.