Enemigo

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Saludos, lectores y lectoras.

He tenido estos días un problema con mi cuenta de Wattpad. El problema era que mi Google Chrome me iniciaba sesión como "Cristichi" en vez de "CristichiEX" y no lo sabía. Además, he cambiado de móvil y mi teclado escribía "Cristicchi" (un nombre italiano) y no me había dado cuenta.

Siento las molestias y sé que lo he explicado mal antes en mi perfil (porque me he dado cuenta ahora, al terminar este capítulo). Espero seguir publicando capítulos cada poco.

-Dov: No me importa si Briza no viene y no ha funcionado, estoy muy a gusto aquí.

-Titus: Yo igual.

Briza aparece por la puerta, preguntándose qué pasaba.

-Dov: Algo me dice... que funciona.

-Titus: Siento haberte molestado, Briza, puedes irte.

-Briza: De acuerdo. Parece que ya controlas, Dov. Suerte.

-Dov: ¿Suerte?

-Titus: Briza, no se lo he dicho.

-Dov: ¿Decirme qué?

-Titus: ¿Recuerdas el contrato que firmaste?

-Dov: ¿Qué queréis que haga?

-Titus: Espera, voy a por la información. Ven conmigo, mejor.

Titus lleva a Dov a una habitación llena de estanterías y libros. Coge unas fotos entre las páginas de un libro.

-Dov: Se está volviendo la situación muy rara.

Titus pone las fotos delante de Dov en el suelo de piedra. En las fotos aparecen humanos, unicornios, grifos, etc.

-Titus: Todos son la misma persona. -Coloca otra foto, de una especie de "humano", pero muy raro.-

-Dov: Me suena...

-Titus: Es un criminal. Ha matado a muchos habitantes del Bosque de Ibrenis y necesitamos detenerlo. Creemos que está en este castillo.

-Dov: ¿Cómo sabré quién es?

-Titus: Tu nuevo poder para leer la mente es lo que llevo años buscando. Desconocemos las razones por las que se manifiesta, pero por ahora solo miembros de familias reales draconianas lo han podido usar.

-Dov: De acuerdo, leeré las mentes y tal para encontrarlo. Pero, ¿qué hago si lo encuentro?

-Titus: Disimula, no te dejes descubrir, es muy poderoso. Nos lo dices a los Siete Fundadores y veremos lo que hacemos.

-Dov: De acuerdo.

Salen de la habitación y Titus se fue a la sala de los Siete Fundadores, mientras que Dov se dirigía al jardín a relajarse y desconectar un poco de la situación tan delicada que estaba viviendo.

Dov se tumba en la fresca hierba verde del jardín, al lado de la fuente del centro. Anás se le acerca y se sienta junto a él.

-Anás: ¿Estás bien?

-Dov: Supongo.

-Anás: No estoy en situación de decir esto  pero... sé lo que es perder a tus seres queridos. Cuando pasé por eso quería morirme, pero Merlín estuvo a mi lado para que no lo hiciera, día y noche, durante diez años. Y, sin embargo, tu tenías una relación mucho más fuerte con -Iba a decir su nombre, pero prefiere no mencionar a Rekiwar directamente.- ella, y ha tenido que ser mucho más duro. Lo siento mucho.

Dov abrazó, con las patas delanteras como los humanos, a Anás. Se le caían algunas lágrimas. -Recuerdo que es difícil hacer llorar a un dragón.-

-Dov: Gracias.

-Anás: Desahógate, no hay nadie, están todos viendo una especie de torneo en los campos de entrenamiento. -Pasan como dos minutos. Dov seguía abrazado a Anás y éste se dejaba abrazar. Era la primera vez que Dov se desahogaba así, y lo necesitaba mucho.- Si algún día necesitas algo, lo que sea, avísame.

Palabras De Dragón 2: El Amanecer De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora