La Protección Es Lo Más Importante

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Dov despertó. Estaba durmiendo al lado de un árbol con una forma muy rara.

-Dov (pensando): No veo a la niña en el poblado, y no distingo quién de esos centauros puede ser Sana. Agrgr. -Gruñía.- No se me puede perder la centauro.

De repente, Dov escuchó unos gritos seguidos del indiscutible sonido de un hipogrifo. Su sonido se distingue por sonar como un ágila para los oídos normales, pero ante los sentidos de un dragón se escucha perfectamente la fuerte resistencia del aire al volar.

-Dov (voz baja): Seguro que son ellos.

Dov despegó hacia el lugar donde se escuchaban los gritos. Ahora se escucha un fuerte rugido de una chimera, tratando de imponer silencio. Dov divisa a un grupo de centauros viajando con una niña. Rápidamente, nada más cambiar su visión para ver la luz visible normal, divisó a Sana entre los centauros.

Ahora caminan cuesta arriba, Dov nota perfectamente cómo se les hace muy cansado el viaje. Los centauros se cansan menos cuando corren porque aprovechan la inercia de su velocidad, pero cuesta arriba eso no sucede. Es por esto que los centauros intentan acampar en terreno llano o en bosques, donde tienen mucha agilidad para moverse a diferencia de sus enemigos naturales. Con la altura se iba perdiendo la espesura del bosque, y poco a poco los árboles acaban desapareciendo. Ahí, las flores y el prado era los protagonistas del paisaje, pero eso era malo para Dov, que no podía dejarse ver. Dov optó por quedarse desde lejos e intentar ver algo con infrarrojos. Un pastor humano que andaba por la zona con sus cabras queda patidifuso ante el grupo de centauros, los humanos todavía no son conscientes de estas criaturas porque se asimilan a drogas y enfermedades mentales.

-Dov (pensando): Han parado. ¿Han llegado a la cima?

Dov, curioso, hizo un pequeño vuelo vertical de menos de 10 metros, suficiente para ver que los centauros estaban observando algo desde la cima. Dov se acercó sigilosamente, a pesar del riesgo. Luego los centauros bajaron de la colina, en dirección a un pueblo humano. Incluso Dov preveía que pronto empezaría a cansarse si no comía algo y descansaba, así que viendo que los humanos estaban indefensos y no eran una amenaza, fue a cazar algo. Se abasteció de las cabras del pobre pastor, que mató sin miramientos para no dejar rastro de su presencia allí. -Todo el mundo tiene sus gustos, pues a Dov parecen gustarle las cabras y las ovejas sobretodo.-

Después de la matanza, Dov fue a la ciudad, en vuelo bajo para no ser visto fácilmente. Los centauros, con la niña, cuyo nombre no conoce Dov todavía, salían a toda prisa de la ciudad, con caras muy serias.

-Dov (pensando): No tiene buena pinta.

Los centauros se adentraron de nuevo en el bosque. Dov se asombraba de la longitud de ese bosque, a pesar del montón de árboles a medio talar por los humanos. Por la noche llegan de nuevo al poblado.

-Dov (pensando): Menuda pérdida de tiempo, por favor, no han hecho nada. ¿Han ido a amenazar a los humanos? Puede ser, sólo quiero dormir.

A la mañana siguiente, Dov se despiertó muy pronto por el hambre. Vió un águila enorme volando por entre las nubes, miró alrededor y confirmó que no había una presa más fácil, así que despegó. Persiguió al águila en vuelo, pero cuando se disponía a congelarla para derribarla, no fue capaz.

-Dov: Joder, otra vez. Claro, en realidad no me recuperé, aunque yo soñara que sí. Claro, si es que fue un sueño, porque ya no sé ni si lo fue...

Dov aterrizó más o menos cerca del pueblo otra vez. Dov veía por infrarrojos a la niña, durmiendo con dos centauros. Pensaba que uno de los centauros sería Sana, la que estaba junto a la niña, pero no sabía quién era el otro. Veía que era un centauro macho, pero Dov no podía coger nada más de información.

De repente, Sana y la niña se levantan, en mucho silencio, y salen de la cabaña en la que estaban. Se acercan a donde está Dov, y con la luz que llega se le vería muy fácilmente, así que Dov salió corriendo como si fuera sólo otra criatura del bosque, a una distancia desde la que podía observarlas con visión normal sin ser visto. Dov tenía la desventaja de ser rojo, en un bosque lleno de vida verde, pero la espesura era tal que no se le veía.

Sana tomó a la niña en brazos y salió corriendo al galope en la profundidad del bosque. Se dirigieron hacia el pueblo del otro día. Dov las seguía, ahora se le hacía menos pesado porque fueron mucho más rápido. En el pueblo olía a chimenea y pan, le sonaban las tripas a la niña, pero Dov es carnívoro y esos olores no los atrae en absoluto.

A diferencia del otro día, no se asustaron los aldeanos al ver pasar a una centauro. ¿Se estaban acostumbrando los humanos a las criaturas fantásticas?

-Sana: ¡Gentes de Dárcas! -Al parecer, el pueblo se llamaba Dárcas, a Dov le sonaba ese nombre.- He venido a disculparme de mi actuación de ayer. -La gente se acerca a ella y se coloca alrededor a cierta distancia.- Fui impulsiva y no tuve en cuenta las circustancias. Lo siento.

Dov observaba la escena oculto en un tejado clásico de tejas rojas, el camuflaje ahora le funcionaba a la perfección. La gente parecía señalarla con miedo. Murmuraban que era mentira lo que decía y que había que proteger a los niños, sobretodo a la niña que llevaba "secuestrada" en sus brazos.

Un par de alguaciles cogieron a la niña por la fuerza, la centauro parecía no querer dañarlos y no pudo defenderse por ello. Luego le ataron las patas y le dieron dos golpes. Dov, envuelto voluntariamente en llamas para dar miedo, se abalanzó sobre la gente de la ciudad, pero sin herirlos. Se colocó al lado de Sana para austar a la gente, pero alguien le disparó por el lado con una escopeta. El disparo no debería haber hecho nada a Dov, pero le quitó unas pocas escamas del cuello. Por suerte no se veía, ya que Dov estaba envuelto en llamas fingiendo ser un demonio o algo así. La gente muy asustada huyó del campo de visión de Dov a todo correr.

Dov pudo entonces quitarse las llamas, que al parecer sí le habían funcionado, a diferencia del hielo antes con el águila, y cogió a Sana como pudo, con la facilidad de que con coger las cuerdas de sus patas bastaba, y se la llevó volando de allí. Buscó algún lugar donde llevarla, y la llevó a unas minas cercanas. Había un cartel delante de una puerta de madera que decía "Minas de Dárcas". Dov la dejó allí encerrada y salió volando hacia el castillo de la OPBI a por algo más de información.

Palabras De Dragón 2: El Amanecer De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora