Capítulo 12

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Los meses fueron pasando, el invierno dejaba su frío clima para darle paso al otoño, y luego a la primavera, meses del verano, volviendo al principio. El hermoso invierno.

Anne estaba saturada al máximo con sus trabajos, la escuela, estudiar para los exámenes, enviar las solicitudes para las universidades y ahorrar lo necesario.

No podría obtener media beca o una beca completa si bajaba su alto promedio. Debía esforzarse al máximo para cumplir su sueño.

Gilbert era parte importante de su esfuerzo, ya que ambos estudiaban juntos para todos sus exámenes.

Y era muy divertido también, ya que siempre tenía la oportunidad de aprender mucho más de lo que pudieran enseñar. El pelinegro era un excelente tutor en geometría, en donde más le iba mal a la pelirroja.

Así pasaron el tiempo. Queriendose cada día mas, teniendo momentos en los que pareciera que se dirían cuanto se aman... pero no ocurre nada.

Sí, era difícil decirle a esa persona que se había convertido en su amigo, lo mucho que le gustaba. Lo peor era que ambos estaban tan inseguros sobre los sentimientos del otro, que simplemente dejaban que sus mentes jugaran con ellos y les dijera una y otra vez que sus sentimientos jamás serían correspondidos.

Dentro de todo, eso era de lo más complicado. Lidiar con sus sentimientos.

Mientras que Anne extrañaba a su ex mejor amiga. Y recordaba los momentos que habían pasado juntas antes de que le lavaran el cerebro a Diana.

Alejando esos pensamientos de su mente, Anne se acercó a la computadora donde iban a publicar los resultados de ese año. Si saldrían bien, o saldrían mal. Si se graduaba o no.

Sus ojos se desviaron al gran frasco de cristal donde estaba todo el dinero que había ahorrado. ¿Le alcanzaría? No estaba segura.

Volvió la mirada a la computadora e hizo click en el enlace.

Ella y Gilbert habían hecho un trato.

Gilbert vería el resultado de Anne y Anne vería el resultado de Gilbert. Y se dirían que había pasado.

Al momento en el que la página cargó, pudo ver los resultados de Gilbert.

—¡Si! —exclamó, levantándose de golpe—. ¡Si!

Tomó su teléfono y marcó al pelinegro, que de inmediato respondió. En tan sólo unos segundos, él contestó con la misma noticia que ella.

—¡Pasaste! —dijeron al unísono, quedando en shock por unos momentos.

Gilbert se quedó quieto. —¿Pasé?

—¿Pasé? ¿Yo? —preguntó Anne con un hilo de voz.

—¡Claro que sí!

—¡Tú también pasaste!

Ambos empezaron a soltar grititos de satisfacción, que se podían escuchar atraves del teléfono. Hasta hicieron un baile casi sincronizado de la victoria.

Cuando se detuvieron, tenían sonrisas en sus rostros.

—Ahora solo queda esperar la respuesta de la universidad —comentó Gilbert.

—Si... La universidad...

—Creo que vamos a estar un poco lejos —susurró él con intención de hacer una broma, pero sonaba cómo un suspiro casi desesperado al recordar que se separarían.

—¿Que es un poco de distancia? —masculló Anne, también dejando escapar la sonrisa que tenía.

Los dos miraron los teléfonos, como si quisieran decir algo más, pero lo único que salió fue un "me tengo que ir" "buenas noches".

Ojalá hubieran confesado todo lo que sentían. Ojalá.

Nevada (Anne x Gilbert)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora