No había tenido tiempo de decirlo, de desearles una feliz navidad. Sé que para muchos quizá esta navidad no fue la mejor, pues hay un lugar en la mesa que está vacío, ya sea por distintos problemas, como en el que fue mi caso, porque hoy, después de todos estos años, no pude decirle a mi abuela que la amaba con todo mi corazón y que le deseaba otra de sus muchas navidades. Más de alguno de ustedes posiblemente esté pasando una situación similar y solo quiero decirles que a pesar de que el mundo se venga a abajo, todavía tenemos un poco de alegría como esta festividad que no es solo regalos, o cenas, sino que es paz para cada uno de nosotros. Un momento de alivio luego de tanto estrés. Felices fiestas y este es uno de mis regalos para ustedes. Hoy subiré tres capítulos, al igual que mañana y así hasta que termine esta historia corta. Les amo con todo mi corazón, pues son la familia que en estos meses difíciles pude obtener. Incluso con aquel lector fantasma (sí, tú, también te amo), pero deseo de todo corazón que puedan estar bien, que la vida jamás les quite ese espíritu navideño que alegra hasta el más amargado corazón.
Con todo el amor que esta simple chica les puede dar,
Lux.***
Avonlea era conocida por sus fuertes nevadas, en las cuales todos los caminos quedaban escondidos. Las casas era bañadas por un blanco. Parecía que toda esa nieve fuera el velo hermoso de una novia, que se arrastraba por los lugares en donde Diciembre había llegado con rapidez. Ni siquiera habían notado cuando el otoño y sus arboles atestados de hojas anaranjadas habían dejado de verse para dar la bienvenida al frío invierno de Canadá.
Claro, diciembre también traía bastantes trabajos, además de la tan ansiada navidad. Como por ejemplo el de quitanieve. Si bien ese era el nombre que se le atribuía a la maquina que quitaba la nieve —de la cual solo eran dueños los Barry y los Andrews—, pero que Avonlea se lo daba a la joven Shirley.
No era un secreto que esa muchacha de cabellos rojos, cortos hasta el cuello, mirada entusiasta, labios finos, ojos grandes y azules, cuerpo delgado y las ropas siempre coloridas que la acompañaban, buscaba trabajos todo el año.
En Otoño era la quitahojas. En invierno era la quitanieve. En primavera era la quitamalezas y mala hierba. Y en verano era la quitasuciedad de las piscinas.
Sí, Anne Shirley Cuthbert tenía un trabajo para cada estación del año, pero el trabajo más fijo que tenía era el de quitanieve. Todos los años, sin falta, alguien la contrataba para quitar la nieve de su camino y poder sacar sus grandes autos. O a veces limpiaba la nieve que caía en los techos de las casas. A veces la acompañaba su buen amigo Jerry Baynard, el mismo que era podacésped en verano y primavera, mientras que en otoño e invierno era el chico de los recados.
ESTÁS LEYENDO
Nevada (Anne x Gilbert)
FanfictionEse día cayó más nieve que algún otro día. Esa navidad no sabían que los lazos del destino los volvería a juntar. Y tenían que decirse todo lo que no se dijeron, cara a cara. Fecha de inicio: 25/12/20 Fecha de término: 30/01/21