Obediente

[Capítulo 9]

Lamento muchísimo no haber actualizado ayer, pero sufría un fuerte dolor de cabeza que incluso me hizo dormir temprano, cosa que jamás hago. Aún me duele, pero al menos es soportable. En compensación publicaré dos capítulos hoy, así que los dejó con el primero. 

Capítulo 9:

Estaba completamente seguro de que Gulf no recordaba absolutamente nada de la noche pasada en donde había profanado su boca para obtener placer. El hermoso joven había estado inconsciente durante todo el acto e incluso cuando lo arropó para que durmiera mejor no se inmutó para nada.

Orgullo y satisfacción agrandaron su ego al saberse responsable de tan maravillosa fatiga. Gulf nunca había saboreado las mieles del placer, y sobre cogido por la ola de satisfacción que hizo vibrar su cuerpo colapso prácticamente en sus brazos.

Sabía que debía concentrarse en terminar los pendientes de la oficina para poder irse a casa. Pero cierto jovencito de excepcional belleza ocupaba su mente. Ver a Gulf desvanecido, completamente privado de su consciencia, vulnerable, frágil e indefenso lo prendía. Aún podía recordar su miembro en la adorable y sensual boca del menor penetrando con vigor hasta el fondo de su garganta.

Pero ese era un nivel bastante "bajo" para lo que estaba acostumbrado a hacer. Eso apenas era una minúscula parte de lo que deseaba con todas sus fuerzas cumplir. Sus fantasías no eran "cosas de niños de secundaria", él ya jugaba en las grandes ligas, y tendría que enseñar a Gulf soportar todo lo que pasaba por su... ¿Enfermiza mente?

- Señor, el ramo de girasoles llegará en una hora – su secretaria interrumpió sus pensamientos a través del teléfono.

- Perfecto – dijo - ¿Tienes todo listo para mi ausencia? –

- Si señor –

.

.

.

Jamás se había sentido tan tenso al tener que tomar una decisión, aunque realmente era la primera vez que en sus manos estaba la resolución de algo. Su cuerpo temblaba, sus manos empezaban a sudar y no dejaba de ver la hora en el raro y exótico reloj que se encontraba en aquella sala, si no se daba prisa el señor Suppasit se podía enojar, y mucho.

- ¿Y si prepara su platillo favorito? – Gulf le preguntó a Dorothy una hora después de que sus clases terminaran.

- Preparé lo que usted me indique señor Suppasit –

- ¿Si sabe lo que le gusta al señor... a Mew? – corrigió de inmediato. 

- Por supuesto que sí, la comida occidental es su favorita especialmente los platillos que llevan carne roja –

- Yo realmente no se mucho de cocina Dorothy – se sinceró el joven - ¿Puede ayudarme con eso? no quiero que... el señor Suppasit... digo Mew se enoje porque la cena no está lista a su llegada –