CAPÍTULO 34
Ciertamente Saint no era la persona idónea para guiar a Gulf por los caminos de la vida. Lo que le enseñaba no lo hacía de mala leche, pero muchas veces terminaba confundiendo más al menor que prefería aclarar su duda viendo videos en internet.
- Gulf, no te digo que esté mal que le quieras pedir matrimonio a Mew - era una viernes por la tarde y Saint le estaba haciendo compañía a su cuñado, ya que la profesora Orawan solo acudía a darle clases al joven los martes y jueves - pero mi hermano tiene la ilusión de hacerlo, deja que él sea el que te lo pida -
- Pero yo también puedo hacerlo - se quejó Gulf.
- Me queda claro que puedes, pero si él te lo pide no es necesario que tú lo hagas -
- ¿Entonces qué hago yo? -
- Pues en teoría debes decir que aceptas cuando te lo proponga pero... - hizo una pausa para mirar a su cuñado - ¿De verdad quieres casarte con Mew? -
- Si -
- Ya te expliqué lo que es un matrimonio y lo que conlleva ello, también sé que estuviste viendo videos en tu tablet, entonces ¿Estás seguro de que no tienes ninguna duda de estar a lado de mi hermano para siempre en las buenas y en las malas? -
- De eso no tengo ninguna duda, Saint - respondió Gulf - lo que no logró entender es porque no puedo pedírselo yo -
- Si puedes Gulf, pero mi hermano desea hacerlo, por favor deja que él lo haga, le hace mucha ilusión prepararte uña pequeña sorpresa para poder pedírtelo -
Saint sabía que Gulf no era mala persona, todo lo contrario. Sin embargo, cuando se trataba de Mew, parecía que se transformaba en otro chico, era terco, insistente y hasta neurótico cuando quería hacer algo por Mew. Y lo entendía, Mew era su mundo, su salvador, su súper héroe, quería complacerlo porque eso le hacía feliz, a veces no entendía de razones.
- De acuerdo, cuando Mew me lo pida le diré que sí - expresó Gulf aunque no estaba muy convencido.
Varios meses después...
La celebración de navidad y año nuevo hacían sido experiencias realmente abrumadoras para Gulf, en el buen sentido. Mew, Saint, Zee y los empleados del empresario, ayudaron al menor a comprender cada una de las festividades.
A Gulf le había encantado el árbol de navidad y los fuegos artificiales del año nuevo. En su tablet, pudo ver además la celebración del fin del año alrededor del mundo, cosa que le fascinó y le pidió a Mew, inocentemente que deberían ir a todas las fiestas de año nuevo del mundo. El empresario sonrió ante la ocurrencia, y tras explicarle que era imposible hacerlo a todas, le prometió que lo llevaría a pasar el año nuevo al extranjero el siguiente año.
Ahora, la próxima fecha a festejar era San Valentín. La señorita Orawan le había explicado a Gulf cómo solían celebrar las parejas ese día. A lo que el joven quedó encantando ya que podía hacer un montón de cosas para hacer feliz a Mew.
- Nana, necesito de tu ayuda - Gulf se acercó a Dorothy a la que ahora llamaba Nana ya Zee mencionó en una ocasión que la ama de llaves de Mew parecía la nana de Gulf. Le explicaron al menor lo que eso quería decir, y desde ahí la llamó de esa manera.
- ¿En qué puedo ayudarlo joven Gulf? - preguntó la mujer con una sonrisa.
- Quiero hacer galletas de chocolate en forma de corazón para Mew -
- ¿Por San Valentín? -
- Sí -
- Búsquemos algunas recetas en su tablet, seguro que ahí encontraremos buenas ideas -

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Obediente
RomanceMewGulf Si, es verdad que Mew Suppasit es un "dominante", pero al ser un hombre con una reputación intachable, con negocios cien por ciento lícitos y un apellido de abolengo nadie sospecha de sus extravagantes gustos en el ámbito sexual. Nadie sabe...