MewGulf
Si, es verdad que Mew Suppasit es un "dominante", pero al ser un hombre con una reputación intachable, con negocios cien por ciento lícitos y un apellido de abolengo nadie sospecha de sus extravagantes gustos en el ámbito sexual. Nadie sabe...
El último año había sido uno de los años más fructíferos para la multinacional SCG (Siam Cement Group), por ende, Mew Suppasit, actual director general y principal socio de la empresa había tenido muchísimo trabajo. Tanto, que incluso había tenido que viajar a diferentes ciudades dentro del país para cerrar transacciones que solo hacían crecer aún más su imperio. En sus viajes, siempre lo acompañó su adorado ángel.
Sin embargo, todo ese esfuerzo y trabajo duro daba su recompensa. Por fin, después de que todo estuviera en orden y corriendo en completa normalidad, Mew podía tomarse unas largas y merecidas vacaciones. Y ahora, después de algunos inconvenientes para tramitar el pasaporte de Gulf, podía planificar una maravillosa salida al extranjero.
Sonrió al recordar su maravillosa luna de miel en el parque nacional de Doi Ithanon, que se ubicaba en el distrito de Mae Chaem en la provincia de Chaing Mai, al norte del país. Mew había decidido llevar a Gulf a ese lugar por dos razones, la primera fue lo apresurado de su boda, no habían tenido el tiempo suficiente para solicitar el pasaporte de Gulf y cuando lo hicieron se lo negaron dos en dos ocasiones, la primera por problemas en la base de datos del sistema nacional de ciudadanos, pues ahí no aparecía la firma de Gulf, la segunda ocasión fue porque el menor no tenía manera de comprobar un empleo estable en el país y su salida del mismo resultaba sospechosa para la aduana internacional.
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El segundo motivo por el cual el empresario había tomado la decisión de llevar a Gulf a aquel lugar había sido cambiar la tradicional playa, por la montaña más alta del país, que compartía el mismo nombre con el parque nacional que estaba a sus faldas. Y el resultado había salido mejor de lo esperado. Gulf había quedado encantado con las montañas, con las famosas pagodas, la diversidad étnica de la región y las espectaculares cascadas que en principio lo habían asustado un poco. Su temor a grandes cantidades de agua, aún estaba en su sistema.
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Fueron diez días y nueve noches inolvidables para ambos, en donde cada noche después de una relajante ducha hacían el amor. Poniendo manifiesto todo el amor que sentían el uno por el otro. Con cada toque, con cada roce, con cada caricia, con cada beso, con cada sonrisa sus corazones se unían y se sincronizaban en uno solo para experimentar una de las uniones más extraordinarias del ser humano, en donde no solo el cuerpo era partícipe de aquella mutua entrega, el alma, la consciencia, el deseo y los sentimientos también jugaban un rol muy importante.
