MewGulf
Si, es verdad que Mew Suppasit es un "dominante", pero al ser un hombre con una reputación intachable, con negocios cien por ciento lícitos y un apellido de abolengo nadie sospecha de sus extravagantes gustos en el ámbito sexual. Nadie sabe...
La definición técnica de tiempo se basaba en esclarecer que el tiempo es una unidad de medición que mide la duración o el espacio entre acontecimientos. Es el tiempo el que permite ordenar los sucesos en secuencias para que los seres humanos podamos establecer un pasado, un presente y un futuro. Y según la teoría de la relatividad, el tiempo es relativo, y aunque la unidad de medición era la misma universalmente, para Mew estaba pasando con asombrosa rapidez.
Había pasado una semana desde su viaje a Pattaya. Durante ese tiempo, él solía encerrarse en su despacho con Saint todas las mañanas y parte de la tarde para prepararse para la audiencia que se celebraría dentro de una semana.
Gulf seguía con sus clases con la profesora Orawan, que había descubierto un talento más en aquel prodigioso joven. El dibujo. Le había pedido que hiciera un dibujo de algo que le gustara mucho, y el joven, sin necesidad de tener una imagen patrón había hecho un girasol.
- ¿Le gustan los girasoles joven Gulf? –
- Sí, y a Mew también le gustan – dijo con inocencia.
- Dibujas muy bien, te quedó bellísimo ¿Dónde piensas ponerlo? –
- Se lo voy a regalar a Mew – respondió el menor – él me regaló una vez un ramo de girasoles –
- Si me permite decirlo, su relación es muy hermosa, y todo me parece muy romántico –
- Somos prometidos –
- Sí, supongo que por eso las muestras de amor abundan entre ustedes –
- Que no le quepa duda de eso, señorita Orawan – la voz de Mew se escuchó a la entrada de la puerta.
- ¡Mew! – Gulf se levantó de su asiento y caminó hasta su prometido – Mira lo que hice para ti – le enseñó su hermoso dibujo –
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- Es hermoso cariño –
Mew, a pesar de estar tenso por el tema de la audiencia, también se sentía más feliz porque Gulf se había abierto más a él, era más hablador y detallista. Incluso había empezado a acompañarlo a hacer ejercicio por las noches, aunque al menor solo le gustaba correr en la caminadora. Después de su regreso de la playa, Gulf había cambiado, no mucho, pero era un gran avance.
- Tendremos que buscar un marco para colgarlo en la sala – habló el mayor ignorando la presencia de la profesora Orawan.
- Mew... - susurró Gulf.
- ¿Qué pasa cielo? –
- ¿Puedes prestarme tu teléfono para ver videos de cómo hacer un marco? –
- Vaya, vaya, vaya – lo miró con ternura – te has vuelto un experto en hacer cosas que ves por Internet – comentó el mayor pues desde que había hecho el castillo de arena, Gulf le pedía su celular para ver videos y aprender a hacer cosas, incluso ya sabía cómo buscar esos videos en la plataforma de Youtube.
