𝙏𝙬𝙤 𝘼𝙡𝙥𝙝𝙖𝙨, 𝙊𝙣𝙚 𝙊𝙢𝙚𝙜𝙖 . [𝘚𝘰𝘰𝘫𝘶𝘯𝘬𝘢𝘪]

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No lectores fantasmas. Me gusta leer sus comentarios, así que déjenlos por favor.

Ambos chicos se levantaron agitados en cuanto vieron al médico salir del cuarto donde se encontraba Yeonjun. El hombre, Beta, se acercó hacia ellos mientras llevaba un formulario en sus manos.

— ¿Doctor... Ellos están bien?. —Preguntó Kai preocupado.

Él doctor le miró sobre sus lentes y asintió. — Ambos están perfectamente bien. El sangrado fue producto de estrés contundente, no recibió golpes en el estómago y eso salvo a su bebé.

Ambos alfas suspiraron y se abrazaron entre sí, HueningKai recargo su cabeza en Soobin y le miró dulcemente.

Soobin sonrió de igual manera hacia Huening. — Gracias doctor, gracias por salvar sus vidas.

— No es nada. Es mi trabajo. —Contestó.

— Doctor. —Soobin habló — ¿Qué pasó con S. H? —Preguntó.

Él doctor alzó una de sus cejas y suspiro. — Este hospital tiene un gerente muy corrupto. Pagó una cantidad extraordinariamente grande y se fugo del hospital. Sigue vivo. —Habló con notable despotismo en su voz.

Ambos alfas se miraron de nuevo entre sí. No era posible, habían disparado justo en su corazón.

— Llevaba puesto un chaleco antibalas.

Oh.

Él doctor dio una suave reverencia y se marchó de ahí. Sunghoon seguía vivo, y seguiría buscando aquella venganza.

— Chicos, ya les dije que estoy bien. — Hablo el omega recargando sus manos sobre los hombros de los chicos los cuales le ayudaban a subir las escaleras.

Había recibido tantos golpes en sus piernas que estos dejaron grandes ematomas que después dolieron como un infierno, casi dejándole inválido.

— Hyung, dijo él doctor que debería tomar reposo. Le haremos la comida que quiera, ¿O pedimos?. —Pregunto HueningKai ya cuando llegaron a su habitación y el omega tomó asiento lentamente en su cama.

Suspiro y sonrió. Extendió cada brazo hacia cada uno de los chicos y tomó sus manos llevándolos a su costado. — Los amo demasiado. —Dio un suave beso en la mejilla de Soobin y otro en la de Kai. — Por el momento necesito dormir y que ustedes me den un masaje en los pies, ¿Podrían hacer eso?, el embarazo hace que me duelan.

Ambos chicos a sintieron felices y en cuanto Yeonjun recostó su espalda sobre la cama los dos alfas tomaron cada uno de sus pies y empezaron a hacer un masaje a su mayor. — Oh, si, así. —Gimió Yeonjun hacia el aire al tener aquella buena sensación del masaje.

Los ojitos de Yeonjun se fueron cerrando poco a poco, hasta quedar dormido ante los movimientos que hacían arte en sus pies.

Pasaron 5 minutos cuando sus ojitos se abrieron mientras sollozaba. Soobin levantó su vista y busco la de Yeonjun, encontrando le con un charco de lágrimas en sus mejillas. — Binnie, hyuka.

Habló dulcemente extendiendo sus brazos como un pequeño niño, un puchero se formó en las camisura de sus labios pidiendo un abrazo de oso.

— Abrazito.

HueningKai se acomodo a un costado y Soobin al otro rápidamente dejando sus pies. Podían oler la dulce fragancia lechosa de su omega, tan dulce que les hacía suspirar y desear por más. — Mis bebés necesitan un abrazo muy grande de sus papás. Seran igual de mimoso que yo. —Río.

— ¿Bebés?. —HueningKai salió de su ensoñación, fue el primero en notarlo.

— Yeonjun se levantó un poco siendo ayudado por ambos alfas y recargo su espalda en el respaldar. — El doctor me hizo un chequeo rutinario, un ultrasonido. Kai, Soobin, tendremos mellizos. —Sonrió dulcemente y las lágrimas que se habían secado en esos instantes habían regresado mientras hipaba y limpiaba cada una de ellas con la manga de su suéter. — t-tenía miedo a decírselos, n-no quiero que me dejen.

Hablo tiernamente haciendo a ambos sentir aquella alegría y ternura en el ambiente.

— He estado en muchos casos de o-omegas embarazados que s-son solteros y n-no s-sale bien en todo. Por favor alfas, no me dejen, mis bebés—

Ambos tomaron sus mejillas y dieron un dulce beso sobre ellas.

— Bebé, junnie. —Soobin le habló— Pará nosotros es una alegría saber esta noticia. Si con sólo aquel único pedacito de cielo que se veía en el principio nos alegramos con este-

— ¿Me dejaras?. —Preguntó exaltado— Waaaah. —lloro de nuevo tapando su carita con ambas manos.

— N-no, Yeonjunnnie Hyung. — Kai habló esta vez. — Nosotros no te dejaremos solo, nosotros amamos a esos bebés, como nunca.

Yeonjun quedo unos silenciosos minutos pensando, hasta que ahora su ceño se frunció sorpresiva mente. — ¿Osea que solo hacen esto por los bebés?. Alfas tontos, tontos, tontos. —Lloro y pataleo entre sus brazos.

Esa tarde había sido tan rara, pues dos alfas sin experiencia con un  embarazado, se encontraron por primera vez con un omega hormonal. Aún así, lo amaban tanto.