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—¿Por qué tienes que ser tan precioso?. —Miró la fotografía pegada dentro de su casillero.

Soltó un Suspiro triste y antes de que la muchedumbre entrará cerró la puerta de este rápidamente bajo llave y cargo con sus libros hasta su respectivo salón en el último piso.

Choi Beomgyu, 16 años cuando empezó a cursar el primer año de secundaria. No sabía el por qué aquel chico había hecho que su atención se pusiera en totalidad en él, era la primera vez que se enamoraba fuertemente de alguien.

Él chico era popular, inteligente y parte del equipo de artes marciales de la universidad, excelente en todas sus aptitudes. Era una persona totalmente clasificada en varias áreas, y por su puesto no podía faltar el hecho de que este sea el condecorado jefe escolar.

Camino dentro de su salón, sus compañeros le empezaron a ver como un bicho raro. No importaba cuanto dinero tuviera Beomgyu, aun así sería tratado como la puta del salón y la escuela. Por qué si, en cuanto llegó y por vestir zapatos caros, ropa cara y otros, empezó a llenarse de comentarios maliciosos. “¿Cuanto cobras?.”

Siempre le preguntaban.

Sin saber que su padre era jefe de la mafia coreana. La más extensa por defecto dentro de la ciudad. Solo quería tener un perfil bajo, pero su padre le había obligado y dado por primera vez educación y el derecho de usar lujos.

Se sentó al final del salón y miró solitaria mente desde su sitio como llegaban más y más y llenaban completamente el salón de clases.

Un puchero se formó en su cara y después una sonrisa cuando un olor agrio a chocolate llegó a su nariz. Su vista se posó sobre las ventanas del lugar donde pasaban los estudiantes y ahí le vio. Un chico peliazul, alto y piel blanquecina. Mejillas regordetas, pero demasiado sexy.

Claramente no venía solo sino, con una serie de amigos que parecían ser del mismo equipo de entrenamiento de artes marciales. Chillo de emoción cuando vio que el chico volteaba a su salon buscando a alguien. Sabía que no era a él, sino a otro omega sentado sobre él escritorio del profesor.

Su ceño se frunció y con enojo latente ante sus miradas sacó su cuaderno rápidamente de la mochila y una pluma de su lapicera. Empezó a escribir una de sus tantas notas, su obsesión se había vuelto tanta al punto de que, cada vez que se enojaba o tenía un arranque de celos, iba a su libreta escribiendo una y miles de cosas que le haría a la o él omega de su Hyung.







Los meses habían transcurrido y se acercaba la fecha de apareamiento. Obviamente Beomgyu salió positivo en Omega. Era un omega, estaba feliz y delirando por eso. Pero se olvidó de un detalle muy tardío, su Hyung no se había presentado hasta ese día cuando en medio de la cafetería se formó un espectáculo que dejó a todos helados. YeonJun cayó al suelo con una mano en su barriga y sudor en su frente, Beomgyu se acercó angustiado y fue hacia el "alfa" separando a todos.

—Quítate puta. —Grito uno por detrás y Beomgyu se dio la vuelta mirándolo seriamente, una mirada de muerte.

Puso la cabeza del muchacho sobre su pecho y lloro mientras sobaba su mejilla, a los minutos fue apartado por una enfermera. El cuerpo de su Hyung se había ido y todos empezaron a reír de su estúpida acción.

—¿Ahora me vas a decir que le ofrecerá tus servicios a YeonJun Hyung?. —Hablo una omega de segundo grado, Yeji.

Él menor negó y sólo salió corriendo de ahí entre lágrimas y angustia.

Había pasado una semana y su hyung no volvía. Cada día que pasaba Beomgyu escribía miles de cartas sobre correo y se las mandaba anónima mente a su Hyung.

“Recuperate.”

“Te amo.”

Estaba enamorado. Por primera vez. Estaba enloquecido de amor.

Él día llegó y decidió por fin dar un paso más después de muchas cartas durante una semana y más de siete meses de enamoramiento. Era un omega, y aunque era muy raro de que uno pidiera cortejo, a Beomgyu no le importaba si se trataba de YeonJun. Aquel chico que lo trae coladito.

Suspiro y arreglo el traje de su uniforme saliendo de su habitación hacia la escuela con un pequeño ramo de rosas sobre sus manos. Estaba sudando frío.

Al entrar mucho les miraron raro, pero ignoro y pasó a su salón felizmente, sin ocultar su sonrisa por primera vez. Las horas pasaron, pasaron como relámpagos y todos salieron a la cafetería dando el almuerzo.

Choi empezó a buscar al que él aseguraba era su alfa, hasta encontrarlo rodeado de muchos, pero muchos alfas. Su Hyung estaba tapando su cara entre sus manos. Se sonrojo y llevó el ramo a su espalda escondiendo lo. Camino a pasos lentos hasta llegar a la mesa, todos le miraron como un bicho raro.

—Hyung... —Sus manos temblaron detrás de su espalda. —Le q-quiero confesar... —Paso saliva nervioso. —Mi amor por usted. Por favor Hyung, acepteme. Lo amo mucho. —Un sonrojo salió de sus bonitas mejillas y rápidamente puso el ramo de rosas frente a la cara del mayor.

Fueron minutos que parecían eternos para el menor de silencio. Toda la cafetería callo y YeonJun quito sus manos de su cara, mirando de arriba hacia abajo al omega frente a él. La sonrisa que tenía anteriormente ahora era amarga, tan amarga y ácida. Se levantó de la mesa con un propósito solamente y tomó el ramo de rosas y lo lanzó hacia el suelo lejos. —¿Quién te crees?. —Su voz salió como millones de cuchillos cerca del corazón del menor.

Beomgyu abrió sus ojos sorprendidos escuchando por primera vez a su Hyung ser grosero y egocéntrico. —¿Eres acaso ese tipo de enfermo que le gustan los omegas? ¿Eres acaso homosexual?.

Todo a su alrededor se volvió negro. Los orbes de Beomgyu estaban apuntó de explotar ante la sorpresa, su mente haciendo boom en mil emociones, y su corazón débil, luchando por palpitar...

—De seguro. —Le empujo del hombro. —Tengo novio. Así que pierdete.

Es un omega.

Su hyung era un omega.

Lágrimas empezaron a caer, saladas agresivamente como una cascada. Dio la vuelta y dolido corrió de ese lugar. Sin mirar atrás, pero sí con mucho dolor y remordimiento.









—Se reporta que un estudiante ha muerto en la azotea del edificio. Hasta ahora no se encuentra algún culpable. Todo sucedió a las 3:00pm hora coreana. El chico al parecer había ido a tomar aire a la azotea y fue seguido por alguien. Solo se encontró su cuerpo inerte junto a un charco de sangre y un disparo en la cabeza en el lóbulo frontal. —Dijo la reportera.

YeonJun lloraba sobre el brazo de su mejor amigo Taehyun. —¿Cómo pudo pasa esto...? —Chillo, aquel chico aunque había sido su ex novio nunca terminaron en malos planes y ver que todo terminó así...

—No llores Yeonnie, se fuerte por favor... —Dijo Taehyun sobrando sus brazos. Hace tres meses había llegado a la escuela y en cuanto lo hizo a YeonJun le agrado demasiado.

Estuvieron a punto de salir, pero por falta de interés o gustos totalmente diferentes, dejaron aquel tema atrás. No hubo más que solo roces y besos, así que, era una situación del pasado.

 No hubo más que solo roces y besos, así que, era una situación del pasado

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𝙏𝙬𝙤 𝘼𝙡𝙥𝙝𝙖𝙨, 𝙊𝙣𝙚 𝙊𝙢𝙚𝙜𝙖 . [𝘚𝘰𝘰𝘫𝘶𝘯𝘬𝘢𝘪] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora