Muchos desearían tener poder y ser inmortales. Otros ven al poder como una maldición...y están también los que creen que los poderes sirven para crear Caos.
Mi vida tuvo a muchas personas que quisieron asesinarme para obtener mis poderes y desperta...
Agarré mi espada, la miré y miré sus marcas de pelea, caminé hacia la chimenea de mi estudio y tiré la espada al fuego, sin importarme nada. La espada se derritió, suspiré y salí del estudio para pensar sobre qué debía hacer con mi vida.
Entré al salón principal y Athan me miró, guiñó un ojo, sonrió y luego se acercó a mí para entregarme algo que estaba envuelto en una tela. Abrí ese paquete y vi una tiara de diamantes y oro que pertenecía a la abuela de Apolo.
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(La tiara que Athan le da a Florents)
Athan: Esta tiara estuvo en mi poder por cientos de años pero soy demasiado hermoso y masculino como para que yo la use...así que, esta es mi muestra de gratitud hacia tí por haber salvado mi vida.
Yo: Esta es la tiara de tu madre, estuvo perdida por muchísimo tiempo...
Athan: Nunca estuvo perdida, solo estuvo a mi poder.
Yo: ¿Por qué Ares te odia tanto?
Athan: Porque casi lo dejo al borde de la muerte.
Yo: ¿¡Como dices!?
Athan: Lo atravesé con una espada pero me arrepentí y lo sané por la mitad.
Yo: Estás mal de la cabeza...
Athan: Tú tampoco estás muy cuerda que digamos.
Yo: ¿Para qué me das esta tiara?
Athan: Hablé con mi sobrino Apolo y ambos organizamos una fiesta elegante, te la di para que la uses esta noche.
Yo: Gracias pero no.
Athan: ¿Por qué no?
Yo: No estoy de ánimos para asistir a fiestas y mucho menos para usar la corona de tu difunta madre.
Athan: Habrá vino de Italia.
Yo: ¡Entonces cuenta conmigo!
~4 horas más tarde...~
Abrí mi vestidor, caminé hacia el sector de mis vestidos y agarré un vestido color azul marino que tenía una división entre el corset y la pollera; me desvestí y me lo puse para ver cómo me quedaba, vi que parecía una princesa y sonreí al verme así.
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