51•Todo para mí•

4 1 0
                                    

Tomé 4 shots de vodka en un tirón y todos comenzamos a festejar, caminé hacia donde estaba sentado Apolo y me senté en sus piernas, comencé a llenarle la cara de besos y él sonrió, me abrazó y me dio besos en mi hombro.

Apolo: Veo que necesitabas un trago...

Yo: ¡ESTOY MUY FELIZ!

Apolo: Eso es porque estás borracha.

Yo: ¿POR QUÉ NO TOMAS?

Apolo: No puedo por los medicamentos que me recetaron. 

Yo: ¡NUNCA TE VI CUIDÁNDOTE TANTO!

Apolo: Cuando uno estuvo a punto de morir y perder a su mitad es mejor cuidarse de todo.

Yo: ¡TE AMO!

Apolo: Y yo a ti.

Comencé a reír, sentí náuseas y le vomité la camisa a Apolo, él suspiró y con paciencia me bajó de su regazo, se sacó su camisa y me cargó en sus brazos, salió conmigo del bar y comenzó a caminar hacia nuestra habitación.

Entramos a nuestra habitación y Apolo me dejó en la cama, agarró unos pijamas de mi lado del ropero y me sacó mi ropa, dejó los pijamas a mi lado y se fue a darse una ducha para sacarse el olor que yo le había dejado. 

~40 minutos después~

Apolo salió de la ducha, se vistió rápidamente, se acostó en la cama y se durmió. Aproveché que él estaba dormido y me levanté, agarré sus pantalones, los revisé y de ellos saqué un frasco con medicamento para la depresión y otro para el dolor de cabeza (lo cual era raro...hasta que me di cuenta que Apolo me ocultaba algo).

Entré a la ducha sintiéndome mal por Apolo y quise curarlo con nuestra conexión, no pude y ahí fue cuando me frustré y seguí duchándome por un largo rato.

~8 HORAS DESPUÉS~

Miré al techo, sentí un fuerte dolor en mi cabeza y me levanté enseguida, le lancé el frasco con su medicación a Apolo y él lo atrapó, se tomó el medicamento y a los 5 minutos ambos estábamos sintiéndonos mejor.

Apolo: Lamento eso...

Yo: ¿Qué es lo que me estás ocultando?

Apolo: Me dijeron que es algo normal. No te preocupes.

Yo en la mente de Cipriano: Te despiertas y me dices para qué demonio se usa el Prozac. Nos vemos en 5 minutos en tu oficina.

Me vestí rápidamente, agarré mi celular y salí corriendo de la habitación hacia la oficina de Cipriano mientras esquivaba a todos los que estaban en el pasillo.
Llegué a la oficina de Cipriano y entré, él me miró con cara de dormido, cerré la puerta y me senté en frente de él, él suspiró y habló un poco cansado.

Cipriano: El Prozac se utiliza como un antidepresivo inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS).

Yo: Entonces Apolo tiene depresión...

Cipriano: Si, se lo recetaron porque apenas despertó del coma comenzó a presentar ganas de suicidarse y de desaparecer.

Yo: ¿Dijo el por qué?

Cipriano: No. Sólo repetía: TODO PARA MÍ ES MATARME Y DESAPARECER.

Yo: No es una actitud depresiva, ¡ES UN CÓDIGO! 

Me levanté enseguida y salí corriendo (si, siempre corro) hacia mi habitación. Entré y logré ver que había un demonio queriendo atrapar a Apolo, yo grité y el demonio me miró, lo mandé directo al infierno y este se fue dejando a Apolo en paz.

Apolo: Fraser...

Yo: ¿Estás bien?

Apolo: Si, pero...quería poseerme...

Yo: Lo sé, entendí tu mensaje.

Apolo: Sabía que eras inteligente.

Yo: ¿Y las pastillas?

Apolo: Las tiré en el inodoro (mentira).

Yo: Estás mintiendo. Dámelas.

Apolo: No, no eres mi padre para andar controlandome.

Yo: Dame las malditas pastillas, Apolo.

Apolo: ¡No!

Yo: QUE ME DES LAS PUTAS PASTILLAS, JODER.

Apolo: ¡NO TE DARÉ NADA!

Me convertí en la mismísima oscuridad y Apolo comenzó a temblar, me dio todas las pastillas, volví a la normalidad y las hice desaparecer con mi magia.

Yo: Podía haberte matado con mi lado oscuro...así que, no me provoques.

Apolo: Y-yo...lo lamento...

Yo: Está bien. Me acostumbré.

Apolo: ¡Pero yo no!

Yo: Pues, deberías.

Apolo: Te respeto porque eres mi esposa...pero...

Yo: Guardate tus excusas en un bolsillo bien escondido y no me molestes con ellas.

Apolo: De acuerdo.

Yo: Me encanta que me tengas miedo, es satisfactorio.

Apolo: ¿¡Te parece satisfactorio que tu marido te tenga miedo!?

Yo: Es satisfactorio...y gracioso.

Apolo: Se nota que el Seth te cambió en este tiempo que yo no estuve aquí.

Yo: Y de unas cuantas maneras que no te imaginas...

El Poder De La Sangre OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora