El Poder De La Sangre Oculta

69•~Lo juré y lo cumpliré~•

Tomé una gran bocanada de aire y levanté mi torso de donde estaba acostado, me miré y logré ver que estaba desnudo, miré a mi alrededor, vi que estaba en la morgue y me levanté de un salto.

Subí corriendo las escaleras del pasillo y abrí la puerta, corrí hacia la sala de La Junta y apenas entré todos me miraron paralizados, mi padre chasqueo los dedos y de la nada ya estaba bañado, peinado, perfumado y vestido.

Yo: ¿¡Qué demonios fue eso!?

El Sabueso: Moriste, hijo.

Seth: Pero reviviste por la promesa que hiciste.

Yo: ¿Dónde está Florents?

El Lobo: No querrás verl-...

Salí corriendo hacia la habitación de Florents y apenas llegué, logré escuchar cómo lloraba a los gritos mientras que mi hermano intentaba calmarla. Abrí la puerta de la habitación y ambos me miraron, Florents suspiró y cayó desmayada al suelo. Ambos corrimos hacia ella y comenzamos a revisar para ver si se había herido.

Apolo: ¿¡POR QUÉ TARDASTE TANTO!?

Yo: ¿TU CREES QUE LO SÉ?

Apolo: ¡ESTUVO DOS MALDITAS SEMANAS SIN ALIMENTARSE!

Yo: ¡ENTONCES DEBEMOS DEJAR DE GRITAR Y PONERLE SUERO!

Apolo: Tienes razón, puedo robar un poco de los suministros del hospital.

Yo: Yo hice que se desmayara, yo iré a ver los suministros.

Apolo: Ten mi tarjeta. La contraseña para todo es 1819. Si alguien te ve, cambia de forma. El guardia que está en la puerta tiene una familia y debes preguntarle cómo están, cómo está Kiki y cómo está Milán. 

Yo: De acuerdo.

Salí corriendo hacia el hospital y apenas llegué a la puerta, cambie de forma convirtiéndome en Alex. Miré por debajo de mis pantalones y me quedé sorprendido del tamaño, luego volví a la normalidad y entré al hospital yendo directo hacia el lugar de los suministros.

Guardia: Buenas tardes, señor.

Yo: Buenas tardes. ¿Cómo está la familia? 

Guardia: Muy bien, gracias señor.

Yo: ¿Y Kiki?

Guardia: Travieso pero saludable.

Yo: ¿Y Milán?

Guardia: Vieja pero luchando contra su enfermedad. La quieren dormir para siempre...

Yo: Eso es...horrible. Pero va a ser para su beneficio.

Guardia: Su esposa la diagnosticó. Creo que quiere operar el maldito tumor que tiene...

Yo: ¿Mi esposa? ¿Por qué?

Guardia: Su esposa es neurocirujana desde hace 4 siglos, señor...

Yo: Cierto, estoy tan mal que necesito un suero para recordar todo.

Guardia: Si, pase tranquilo, señor. Lamento muchísimo lo de su hermano...

Yo: Gracias, en serio.

Puse la tarjeta de mi hermano y luego introduje la contraseña, la puerta se me abrió y pude entrar al cuarto de suministros médicos. Agarré dos bolsas de suero, el gotero y un brazo que lo sostiene en lo alto, salí del cuarto y apenas salí...se cortó la luz en toda la academia y las luces de emergencia comenzaron a encenderse mientras que las sirenas sonaban.

Sirena: ¡ATENCIÓN! INDIVIDUO POTENCIALMENTE PELIGROSO SUELTO. ¡ATENCIÓN! MANTÉNGASE DONDE ESTÁN Y ENCIERRENSE. 

Guardia: ¡VAYA CON SU ESPOSA, SEÑOR!