12~Corta cabezas~

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Me moví en la cama y me desperté exaltada, Apolo me miró y toqué mi cabeza, miré a todos lados y logré ver que estaba en mi departamento, me levanté de la cama y él me agarró.

Apolo: No, no te irás a ningún lado.

Yo: Necesito abrir el negocio…

Apolo: Está mi padre atendiendolo. Quédate tranquila y descansa.

Yo: No, no quiero descansar.

Apolo: Florents, por favor.

Lo miré y vi la preocupación en sus ojos, asentí y me senté en la cama, él me trajo un tazón de cereal y luego comencé a comer mientras Apolo seguía mirándome.

Yo: ¿Qué?

Apolo: Te apoderaron "La corta cabezas"

Yo: ¿Quiénes?

Apolo: Todos los brujos y brujas de Mitshatst.

Yo: Ah, que agradables sujetos que son.

Apolo: ¿Puedo acostarme a tu lado?

Yo: De acuerdo.

Apolo se levantó de la silla en la que estaba sentado y se acostó a mi lado, me abrazó y sentí cómo nuestra conexión se hacía más fuerte.
Mi padre entró a la habitación y Apolo se levantó en seguida, mi padre lo miró serio y luego caminó hacia mi lado de la cama, se sentó en el borde de esta y me miró con compasión.

El Lobo: ¿Cómo estás, hija?

Yo: Bien, ¿por qué?

El Lobo: Necesitamos que vengas a Mitshatst. Nos están invadiendo.

Apolo: No, Florents no va a ir a ningún lado.

El Lobo: Nadie pidió tu sugerencia, Apolo.

Yo: Estoy bien para pelear.

Apolo: Levántate, vamos, levántate.

Me levanté de la cama y a los 5 segundos me caí al suelo, mi padre me miró y Apolo me ayudó a levantarme, le vomité encima y él suspiró, se fue al baño para lavarse y me senté en la cama.

Yo: No sé qué me ocurre…

El Lobo: ¿Tuviste relaciones sexuales?

Yo: No tengo hace 200 años.

El Lobo: ¿Hace cuanto no comías?

Yo: Dos días…

El Lobo: Cuando fuiste a pelear, ¿te mordió algún demonio?

Yo: Me rasguñó.

El Lobo: Acuéstate. Voy a curarte.

Me acosté en la cama y mi padre cerró sus ojos, al abrirlos estos eran de color violeta y él comenzó a hacer sus hechizos de hechicero para curarme.
Comencé a sentir un dolor inmenso en la barriga y él agarró su daga, me la abrió y salió todo el veneno del demonio que me había lastimado, luego con su daga también abrió mi brazo y también salió todo el veneno, luego cerró mis heridas cuando no había más veneno y comencé a sentirme bien de nuevo.

Apolo: Así que…tenías veneno de demonio…

El Lobo: ¿Por qué no te afectó?

Yo: Hice magia para que él no se sintiera mal.

Apolo: ¿Quiénes están invadiendo
Mitshatst?

El Lobo: Soldados de la magia negra. Tienen otro líder desconocido ahora.

Yo: ¿Y los arqueros?

El Lobo: Están todos muertos. Los atravesaron con sus propias flechas.

Apolo: ¿Y el equipo subterráneo?

El Lobo: Los mató un demonio de 6 cabezas.

Yo: ¿Quiénes quedan?

El Lobo: Los brujos y las brujas aprendices tuvieron que irse…sólo quedan los más experimentados y La Junta.

Apolo: Entonces…vamos.

Yo: Antes…esperen.

Me levanté de la cama y abrí mi placard, logré ver mi traje de pelea y me lo puse, agarré mi bolso con la espada y las pociones, Apolo me miró y luego asentí, él creó un portal y entramos los tres, lo cerró y terminamos dentro de la sala de La Junta.

Eric: Genial, La Corta Cabezas está aquí.

El Sabueso: No tenemos tiempo. Necesitamos enviar a Apolo y a Florents al campo.

El Lobo: Es muy peligroso.

El Sabueso: Tienen una conexión, Lobo. Ellos dos son imparables cuando están juntos y usan su magia.

El Lobo: Está bien.

Apolo: Vamos a volver vivos, no se asusten.

El Sabueso: Más les vale.

Yo: Somos los brujos más poderosos del mundo, podemos contra estas perras.

~40 minutos después~

Nos escondimos detrás de una roca y agarré una poción de mi bolsillo, la lancé hacia atrás y explotaron 50 brujos de magia negra, Apolo se levantó y comenzó a lanzarles fuego, yo lo miré y me levanté con él.

Yo: RÁPIDO.

Apolo: ¿Qué?

Yo: MORTEM.

Apolo me besó y ambos lanzamos el hechizo, empezaron a morir todos los brujos y las brujas, quedó la líder un poco débil y caminé hacia ella.

Líder: Morirás, Fraser.

Yo: No si tu mueres primero.

Líder: ¿Por qué te dicen la corta cabezas?

Le corté la cabeza y esta salió rodando, su cuerpo cayó y le acuchille el corazón, Apolo me miró y yo hablé.

Yo: Por eso.

El Poder De La Sangre OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora