24~Descubriendo~

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Me puse mis lentes y abrí un libro conocido como Robin Hood, agarré mi taza de té y al instante la solté al ver a Florents en la oscuridad, rodé los ojos y cerré el libro, me saqué los anteojos, ella caminó hacia mi escritorio y se sentó en una silla.

Yo: ¿Las brujas siempre aparecen haciéndose las misteriosas? Debería mandar una carta de queja por eso...

Florents: Sabes que sólo puedo escaparme de la academia por la noche.

Yo: Si...es horrible porque quería leer en paz y tu apareciste.

Florents: Conocí al hombre que escribió Robin Hood y créeme, era un ladrón como el del libro.

Yo: Asumo que no viniste aquí a hablar de libros, ¿qué necesitas?

Florents: Ayuda.

Yo: ¿Una bruja como tú necesita ayuda de un mortal como yo? Esto es insólito.

Florents: Eres profesor de historia, tú sabes de esto.

Yo: Viviste toda la historia por tu cuenta, Florents, no sé qué necesitas pero no voy a ayudarte a solucionar las cosas. No como la última vez.

Florents: Por favor, Cipriano. Te necesito.

Yo: Lo mismo dijiste cuando me dejaste y te casaste con el hijo del diablo.

Florents: Tenía que hacerlo por mi familia. No quería que murieran más personas.

Yo: ¿Voy a tener que volver a la academia para ayudarte?

Florents: Lamentablemente si.

Yo: Está bien.

Florents abrió un portal y entré, ella entró detrás mío y lo cerró, logré ver que estábamos en la sala de La Junta, miré los cuadros y de la nada entraron 3 hombres, Florents los miró y sonrió (reconozco que reconocí quiénes eran por lo que me había explicado Florents)

El Lobo: Ah, el mortal que fue maldecido a la eternidad por el beso de una bruja.

Eric: Asumo que eso está re cool.

Apolo: ¿Qué hace un mortal aquí, Florents?

Florents: Cipriano es historiador y puede ayudarnos con lo que estamos buscando...además, lo necesitamos con nosotros.

Eric: ¿Por qué lo necesitamos?

Yo: Los Oscuros me están buscando.

El Lobo: ¡De ninguna manera vamos a pro-...!

Florents: Yo dirijo todo esto y decido a quién proteger y a quién no. Vamos a proteger al mortal.

Apolo: ¡No me digas, Florents!

Yo: Cierto, ustedes dos están conectados.

El Lobo: No me interesa qué demonios hablan en sus cabezas, sólo me interesa saber quién embrujó y castigó a este historiador.

Florents: Fui yo.

Los 3 se quedaron paralizados mientras miraban a Florents y me miraban a mi, reí y miré hacia la puerta, logré que ahí estaba el esposo de Florents cubierto de sangre y me escondí detrás de ella.

Yo: ¡ESTÁ LLENO DE SANGRE!

Florents: Tranquilo, no muerde.

Yo: ¡LOS DEMONIOS MUERDEN, FLORENTS!

Florents: ¿A quién asesinaste, amor?

Seth: Un par de mortales que tenían que ir al infierno.

Comencé a gritar del miedo y a correr mientras Seth se acercaba, él me miró confundido y seguí corriendo hasta que Florents me frenó con su magia.

Florents: TE RELAJAS O TE ROMPO EL CUELLO HASTA QUE REVIVAS.

Yo: Si, lo siento.

Seth: ¿Otro mortal? Ya van 10 que entran sin permiso aquí.

El Lobo: Este es El hombre maldito, Seth.

Seth: Ah, ya es normal tener otro ex de mi mujer en la academía. Puedes calmarte, chico. No voy a hacerte daño.

Yo: ¡ERES EL MALDITO DIABLO! LE TENGO MIEDO A LOS DEMONIOS.

Eric: ¿Puedo amordazarlo?

Apolo y Florents: ¡NO!

Yo: Prefiero ir al infierno antes que estar amordazado en un lugar lleno de brujas, brujos y cosas raras.

El Lobo: ¿El maldito puede ayudarnos a encontrar ESO?

Yo: Si me dijeran qué es y si pudiera moverme sería muchísimo mejor

Florents dejó de hacer su magia y caminé hacia la mesa, su hermano abrió un mapa en una tablet e hizo magia, el mapa apareció proyectado en el aire y me quedé sorprendido.

Apolo: Buscamos el famoso cáliz de Jesucristo.

Yo: ¿Puedo saber por qué?

Eric: Lo necesitamos para descubrir el destino del mundo.

Yo: Los brujos pueden hacerlo sin ese cáliz y créanme, sé muchísimo de ustedes.

Seth: Sin el cáliz no podemos derrotar lo que se viene, mortal.

El Lobo: Todas las leyendas sobre monstruos de la oscuridad que te contaban son reales, niño. Van a aparecer el 22 a las 3:33 y nisiquiera el diablo o su hijo podrán vencer a esas criaturas.

Yo: Entonces...me están diciendo que el cáliz puede.

Apolo: El cáliz y la sangre de un hombre o mujer malditos.

Yo: ¿Por eso es que me protegen?

Seth: Por eso y porque tus conocimientos son infinitos.

Florents: Sé que tienes miedo, Ci...

Yo: ¿¡Y TÚ QUE MIERDA CREES!? ¡Por tu culpa me buscan Los Oscuros y ahora tengo que poner mi sangre maldita en un cáliz de Jesucristo!

Seth: Tu sólo no tienes que poner sangre ahí dentro.

Yo: ¿De qué hablas?

Florents: Tengo la marca del diablo, estoy maldita por él.

Yo: Que bueno es saberlo, sin embargo no vas a convencerme.

Eric: ¿Ahora es buen momento?

Apolo: ¡No, Eric!

Eric: El maldito no nos va a ayudar, ya lo dijo.

El Lobo: Por favor, niño. Sin ti no podemos.

Yo: Busquen a otro maldito, no a mi.

Seth: Eres el único maldito que queda en la Tierra...los otros...

Yo: ¿Están en el infierno?

Seth: Si...Los Oscuros los aniquilaron completamente.

Yo: Maldición...

Apolo: Debes decidir rápido, maldito.

Yo: Está bien, los ayudaré.

El Lobo: Gracias, niño.

Yo: Llámame así de nuevo y tu cabeza aparece colgada en ese mástil.

Florents: Aww, aprendió de la mejor.

El Poder De La Sangre OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora