78•~El amor de mi vida~•

5 0 0
                                    

Me puse mi traje de pelea y Ares me miró, negó con desaprobación y me dio la espalda, agarré mi espada y miré a mi padre, él asintió y me bendijo. 

El Sabueso: Sé que podrás ganar, los Bloodhound nunca nos rendimos fácilmente.

Eric: Los Bloodhound son débiles y todos lo sabemos...

Ares: Concuerdo con Eric.

Yo: No me estarían inspirando mucho para ganar...

Ares: Esto me parece una locura.

Eric: Concuerdo con Ares.

El Sabueso: No les prestes atención.

Yo: ¿Podrían dejarme solo?

Los tres salieron de mi oficina y suspiré, me senté en mi silla, miré hacia la ventana y luego miré hacia la puerta esperando a que entrara Florents, entró Seth y lo miré con un poco de miedo.

Seth: No va a venir, tiene miedo de verte por última vez.

Yo: Ya corté mi conexión con ella, no va a pasarle nada.

Seth: Eso es lo que le preocupa, le preocupa quedarse sola.

Yo: Seth...

Seth: Al menos te veremos en el infierno si te ocurre algo...

Yo: ¡No me ocurrirá nada!

Seth: Son cuatro brujos blancos contra un joven idiota y cobarde, ¿qué crees que ocurrirá?

Yo: Les ganare y cambiaré las reglas de ese pozo.

Seth: ¡SON CUATRO VIEJOS SABIOS, APOLO! ¡CUATRO! NO UNO NI DOS, CUATRO.

Yo: ¿CREES QUE NO LO SÉ? SON CUATRO VIEJOS TRAMPOSOS PERO YO SOY EL BRUJO MÁS PODEROSO DEL MUNDO.

Seth: Solo lo eres porque compartían poderes con Florents. Ahora no eres nada.

Yo: ¿Entonces...?

Seth: Sin su conexión no eres nada.

~40 minutos después~

Los cuatro brujos me miraron y rieron, logré ver que Florents estaba al lado de su padre y de Stefan, Stefan me saludó y asentí, miré hacia el cielo y luego volví a mirar hacia los cuatro viejos cadavéricos. 

El Lobo en mi cabeza: El primero tiene una debilidad en sus rodillas, el segundo en su cuello, el tercero en el brazo derecho y el último en sus manos.

Miré a los viejos y una sonrisa se formó en mi rostro, comencé a sentir mis manos adormecidas y logré ver que eran los cuatro haciendo eso, miré a mi padre y caí al suelo porque me habían quebrado la pierna, me quejé y luego sentí un fuertisimo dolor en mi pecho.

El Lobo en mi cabeza: ¡IGNORA EL DOLOR! ¡IGNORALO Y LEVÁNTATE! SÉ VALIENTE, CARAJO.

Yo en la suya: No puedo...

El Lobo en la mía: ¡SI QUE PUEDES!

Los brujos estaban por retirarse hasta que me levanté del suelo, los cuatro me miraron y uno de ellos me quebró una mano. Grité del dolor hasta que sentí que mi conexión con Florents había vuelto y todo mi dolor desapareció, mis ojos se pusieron dorados y con mi mente comencé a incendiar a los brujos.

Los cuatro brujos intentaron volver a herirme pero los frené con mi magia, cerré mi puño y se quemaron completamente, volví a la normalidad y todos me miraron paralizados. Florents bajó corriendo de la tribuna y me abrazó con todas sus fuerzas, yo también la abracé y nos quedamos así por un largo tiempo...

El Poder De La Sangre OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora