Jugando al matrimonio, me enamoré de él.

Capítulo 5💍

Los primeros rayos del sol impactan en la piel de Athena lo que hace que sus ojos se abran suevamente hasta acostumbrarse a la luz solar que se cuelga por la ventana. Se levanta y se mete a la ducha, al salir comienza a vestirse, de manera simple pero elegante.

Ella se siente la misma chica de siempre, pero ahora es la esposa de alguien y no de cualquier persona, de Damon Silverio.

Al terminar de vestirse, sale de la habitación y va hasta la cocina donde prepara el desayuno para ella y su esposo. Puede que no se lleven bien, pero ella tratará de hacer las cosas bien de su parte.

Unos pasos bajando las escaleras se hacen más cercanos lo que le informa que Damon viene aproximándose.

<<La primera mañana de casado. ¿Se debe sentir algo diferente?>>. Piensa Damon mientras se coloca la corbata y luego el saco. Baja al primer piso y un exquisito aroma inunda sus fosas nasales, llega a la cocina y ve a su "esposa" sentada en el comedor y la mesa repleta de comida.

—Buenos días —Lo saluda cuando esté se sienta en la mesa.

—Sí quieres, mañana puedo llamar a mi ama de llaves.

—¿Para qué?

—Para que haga el desayuno, almuerzo, cena, limpieza del departamento, etc.

—No hace falta, soy capaz de hacerlo. Provecho —Los recién casados desayunan en silencio, y al terminar, Athena se levanta y se despide para ir al hospital.

—Buenos días —Saluda está entrando en la habitación donde se cambian los enfermeros y médicos.

—¿Qué haces aquí? Deberías estar de luna de miel —Bromea Michelle, una enfermera que se ha vuelto muy cercana a Athena aunque no sabe de su falso matrimonio.

—Decidimos que no nos iríamos de luna de miel o al menos no por ahora —Se coloca el traje quirúrgico de siempre junto la bata médica y sale junto a sus amigas para iniciar su día laboral.

—Athena —La llama Miriam.

—¿Sí?

—Hay una pregunta que debo hacerte.

—Claro, ¿qué pasa?

—¿Ahora te debo llamar doctora Jones o doctora Silverio?

—Nada ha cambiado, aunque esté casada y tenga el apellido de mi marido, aquí sigo siendo Athena Jones —Le dedica una cálida sonrisa.

—Perfecto. Me gustaría asignarle un paciente, es un tanto especial.

—Explica de que se trata.

—David Joaquín, niño de seis años diagnosticado con leucemia. Fue transferido de Texas, habitación 112 y hace poco tuvo un trasplante de corazón.

—¿Por qué lo transfirieron?

—Su madre fue transferida aquí por trabajo.

—Ok —Va hasta la habitación y ve a un niño pequeño recostado en la camilla y junto a este una rubia despampanante hablando por teléfono. —Buenos días —Saluda llamando la atención de la rubia. —Hola, David. Yo seré tu doctora.