Jugando al matrimonio, me enamoré de él.

Capítulo 18💍

Los ojos de Athena comienzan a abrirse poco a poco según se van acostumbrando a la luz solar que se logra colar por la ventana. Cuando estos se abren complemente estudia la habitación en la que durmió esa noche, no fue en la habitación matrimonial junto a su esposo sino en la habitación que antes ocupaba.

Flashback.

Al ver aquel mensaje su corazón se acelera y su sangre comienza a hervir dentro sus venas. Él estuvo con Micela cuando debía estar con ella. Sale de la habitación furiosa, toma su bolso y sale del departamento, pero antes de entrar al ascensor su mente se aclara. <<¿Qué haré ahora? ¿A dónde iré a las 04:13 AM sin alertar a nadie? Si voy a casa de mis padres estos se alarmaran y se preocuparán excesivamente, si voy a casa de uno de mis amigos estos harán un montón de preguntas>>. Agobiada y frustrada por la situación decide volver al departamento que comparte con quien llama esposo. Entra en silencio y va hasta su antigua habitación.

Fin de flashback.

Tratando de despejarse de lo que sucedió, decide meterse a la ducha.

A penas Damon abre los ojos, un fuerte dolor de cabeza se hace presente. Busca por toda la habitación y no encuentra a su esposa. Asume que la castaña está preparando el desayuno así que baja en su búsqueda, pero tampoco está allí

Revisa el despacho, el baño de la habitación matrimonial y al final va la que era su antigua habitación donde escucha el chorro del agua. Entra al mismo tiempo en el que su esposa sale del baño envuelta en una toalla de color rosa.

—¿Por qué estás aquí? —Pregunta refiriéndose a que hace en aquella habitación y no en la matrimonia. Athena comienza a vestirse, pero no le responde. —¡Responde, carajo! —Su grito la sobresalta y por primera vez, lo mira.

—¿Qué quieres?

—Te hice una pregunta.

—Hoy me largaré de aquí, no te preocupes.

—No me malinterpretes. ¿Por qué no dormiste en nuestra habitación?

—¿Nuestra habitación? ¿Tienes el descaro de llamarla así luego de serme infiel?

—¿Qué? ¿De qué estás hablando?

—Hablo de Micela. ¿Estuviste con ella anoche, cierto? —Entra al armario y sale con un vestido azul marino en mano.

—¿Cómo sabes eso?

—Cuando te metía a la cama luego de que llegarás ebrio y golpeado como un boxeador luego de perder una pelea, recibiste un mensaje —Termina de colocarse el vestido y busca unos tacones.

—Athena, no es lo que piensas... Yo no tuve nada con ella...

—¡Puede que no hayan tenido sexo, pero me abandonaste cuando te necesitaba, me dejaste sola en medio de la noche y fuiste a ahogarte en alcohol! —Intenta cruzar, pero él no se lo permite.

—Debemos hablar sobre lo que pasó anoche —Habla este tratando de mantener la calma ya que por lo que ve, su mujer no lo hará.

—No tengo nada que hablar contigo. Cuando debíamos hablar era anoche y tú preferiste irte a beber a no sé dónde.

—¿Qué significa eso?

—¡Qué arruinaste lo que teníamos! —Pierde la poca paciencia que le quedaba. —Te fuiste con tu ex concubina mientras yo lloraba porque no sabía dónde estabas o si te había pasado algo. No tienes el derecho a pedirme que hablemos cuando ayer te largaste sin mirar atrás —Sale del departamento e igualmente del edificio, ignorando el fuerte dolor en su vientre asegurando que tal vez sea por el estrés o la tensión del momento.