Dos meses después...
Los dos primeros meses de casados pasan muy, pero muy rápidos aunque no fáciles. Damon, en cada ocasión trata de humillar o herir a su esposa sin importarle sus sentimientos. Athena trata de mantenerse alejada de él, por su bien mental y espiritual. Las dos familias están un poco más aliviadas ya que sus hijos han sabido tolerarse durante dos meses, lo que es un avance.
La vida de Athena ha mejorado, excluyendo su matrimonio. En el hospital ha mejorado significativamente y ahora es una de las médico-cirujana general y cardiotorácica más reconocidas y respetadas de la ciudad. El pequeño enojo que sentía hacia sus padres se esfumó aunque aún siente un poco de rencor. Su relación con sus amigos y cercanos ha mejorado. Con amigos se refiere a Patricia, Michelle y Víctor. Jared, su mejor amigo, no ha podido visitarla porque aún no ha podido librarse de todos sus casos, pero lo más posible es que termine en esa semana. Esa noche hay una cena muy importante para ambas familias ya que Damon cerró un negocio millonario con una nueva empresa y quieren celebrar.
—Buenos días. ¿Usted es la doctora Athena Jones? —Interrumpe una voz masculina a la pequeña castaña quien llena formularios para dar de alta a un paciente. Levanta la vista y ve a un señor de unos cuarenta y tantos, ojos azules, cabello castaño aunque con la presencia de algunas canas, y cuerpo fornido.
—Sí, soy yo. ¿Usted es?
—Yo soy Daniel Joaquín, padre de David Joaquín, uno de sus pacientes. ¿Lo recuerda?
—Claro que sí, David es un paciente muy querido por todos en el hospital. ¿Qué necesita?
—Bueno, he estado llamando a mi esposa para saber de su estado, pero ella se limita a darme información. No podía estar junto a mi hijo porque mi compañía estaba ubicado en Texas, pero como Ingrid se mudó y trajo a David con ella, tuve que mudar todo y ahora quiero estar junto a mi hijo.
—Entiendo, señor. Bueno, con su esposa no he compartido mucha información ya que ella no frecuenta el hospital. Viene una o dos veces al mes y mayormente es en la noche. El niño ha mejorado, pero temo que caiga en depresión. Cuando una persona es diagnosticada con una enfermedad tan degenerativa y dañina como la leucemia, necesita un apoyo emocional y David no lo tiene. Lamento informarle que tuve que suspender las sesiones de quimioterapia.
—¿Qué, pero no dijo que estaba funcionando?
—Lo está, pero su estado de ánimo contrarresta los efectos. Desde hace dos días, David no recibe quimioterapia, he estado llamado a la señora Joaquín porque necesito su consentimiento para que el niño reciba una terapia psicológica que lo ayude a sentirse mejor, pero ella no se ha aparecido por aquí.
—¿Yo no puedo autorizar la terapia?
—¿Usted tiene custodia del niño?
—Custodia compartida.
—Eso me sirve —Sonríe y se gira en busca de una enfermera. A algunos metros ve a Michelle hablando con otra enfermera así que decide llamarla a ella. —Michelle, el señor Joaquín autorizó la terapia psicológica de David. ¿Puedes llamar al psicólogo?
—En seguida, doctora —Se aleja y Athena por igual tras haberse despedido del señor.
El día laboral de esta termina así que decide ir a casa para prepararse para la fiesta de negocios, será una noche muy larga. Llega al departamento al mismo tiempo que su esposo y sin siquiera cruzarse las miradas, suben a sus habitaciones a prepararse.
Cuando ya tiene puesto el vestido con el que asistirá a la fiesta, el timbre se escucha por lo que baja a abrir.
—Hola —Saluda una pelirroja muy bonita y sensual. Todo lo contrario a ella.
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Jugando al matrimonio, me enamoré de él.
Novela JuvenilLos Jones y los Silverio, dos familias muy unidas. Desde hace más de treinta años han compartido la vida y la empresa, pero ahora también compartirán la familia ya que por ciertas circunstancias, sus herederos Athena Jones y Damon Silverio, deberán...