Capítulo 21💍

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—Bienvenido, señor Damon —Le da la bienvenida Julia, su ama de llaves.

—Gracias, Julia. ¿Dónde está Micela?

—Está en el despacho.

—Ok, permiso —Va hasta el despacho que tiene en aquel departamento, entra y ve a su futura esposa leyendo unos documentos sobre el escritorio. —¿Micela, qué haces?

—Este es el nuevo contrato que nos llevó la empresa de exportación Jiménez para la renovación de nuestro acuerdo, yo...

—¿Y por qué lo tienes tú en lugar de Rafael? Él es el abogado de la compañía —Se sienta en la silla detrás del escritorio.

—Él ya lo revisó, me envió para que tú lo revises. Fui a tu oficina, pero ya no estabas. ¿A dónde fuiste? —Se acerca a él.

—Fui al hospital...

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Te pasó algo? —Intenta acercarse aún más, pero él no se lo permite.

—No, estoy bien, pero hay algo que debo decirte.

—Claro, ¿qué pasa?

—Como ya sabes, Athena regresó y...

—No me digas que volverás a caer en sus engaños.

—Micela, ella y yo...

—¿Ella y tú? ¿Desde hace cuánto no existe un ella y tú? ¡Ella te pidió el divorcio, se alejó de ti y te abandonó! Ella...

—Micela... —Intenta hablar, pero la morena no le da chance.

—¡No tiene derecho de regresar como si nada hubiese pasado!

—¡Ella y yo tenemos una hija! —Grita enojado. Quería hablarlo de forma lenta y calmada, pero ella no se lo permitió Un gran silencio se hace presente, Micela se aleja despacio sin dejar de mirarlo a los ojos.

—¿Una hija? ¿Una hija de ambos? —Reacciona luego de unos largos minutos en silencio.

—Sí, ella... ella... cuando me dijo que solicitaría el divorcio también me dijo que se practicaría un aborto, pero no lo hizo. Ella...

—¡Ella, Athena, de nuevo ella! —Se altera, ahora está sumamente enojada. —¡Por cuatro años siempre ha sido ella! ¡Cada vez que tenemos sexo, cada vez que me besas o me dices que me quieres lo haces solo pensando en ella! —Se altera aún más. —Tardaste tres años para pedirme matrimonio luego de que ella te rompiera el corazón y solo lo hiciste porque yo así lo quería, ¡Tú nunca me amarás porque ella está incrustada en tu corazón! Y justo cuando queremos iniciar una nueva vida aparece inventando que tienen una hija y...

—Ella no lo inventó, esa niña es mi hija —La defiende.

—¿Tu hija? ¿Hiciste prueba de ADN? Por cuatro malditos años estuvo separada de ti, no te dijo de la existencia de esa criatura y ahora aparece, justo cuando falta menos de un mes para nuestra boda, diciendo que es vuestra hija.

—Micela, entiendo tu enojo, pero...

—¡No, tú no lo entiendes! Por cuatro años he estado para ti, te saqué del agujero negro al que ella te llevó e hice todo para que vuelvas a ser el magnífico hombre del que me enamoré —Aparece una fugaz sonrisa. —Yo me enamoré de ti como una boba, ¿Para qué? Para que ella aparezca y tú vuelvas a caer a sus pies.

—Lo único que existe entre Athena y yo es esa niña.

—¿Hasta cuándo? —Sale del despacho dejando a Damon sumido en sus pensamientos.

Tiene una hija, una hija con quién fue el amor de su vida. <<¿Debo decir quién fue o quien es el amor de mi vida?>>. Aquella pregunta no sale de su cabeza al igual que las palabras de Micela, los meses siguientes a su divorcio con Athena fueron los peores para él. Pasaba las 24 horas del día tomando todo tipo de alcohol, no salía de su departamento ni hablaba con nadie hasta que apareció Micela y lo levantó. Ella sí estuvo ahí para él, ella ha permanecido para él en cada momento y le ha regalado momentos de felicidad, lo contrario a Athena quién se marchó sin importarle sus sentimientos. Micela es la mujer con la que él debería pasar todo la vida.

Jugando al matrimonio, me enamoré de él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora