Capítulo 34💍

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Dos meses después.

—Pequeña, ve a abrir la puerta —Le ordena su padre mientras prepara el desayuno. La niña, con toda la felicidad del mundo, abre la puerta y ve sus abuelos paternos allí de pie.

—¡Buenos días! —Muestra una característica sonrisa.

—¿Mi nieta ya abre la puerta? Por lo que veo está muy grande —Habla el señor Harry tomando a la pequeña en brazos para entrar en el departamento. —Buenos días, hijo.

—Buenos días, papá. Amely, ve por tus cosas, tus abuelos te llevarán hoy al colegio.

—¿No despielto a mamá?

—No princesa, yo la despierto.

—¿Mi nuera sigue durmiendo?

—Sí, mamá. Ahora siempre está durmiendo o comiendo —Sirve el desayuno. —¿Desean algo de comer?

—El cansancio y el hambre son debido al embarazo, luego será peor. Y no, desayunamos antes de venir.

—Mamá, no me atormentes. Mucho es tener que salir en la madrugada a cumplirle sus antojos.

—Deja de quejarte, Silverio —Le ordena su novia bajando las escaleras. Su panza ha crecido un poco aunque pasa desapercibida dependiendo el tipo de ropa. —Buenos días, suegros. No sabía que venían —Se acerca y besa las mejillas de sus suegros.

—Nuestro hijo nos pidió que viniéramos por Amely para llevarla al colegio.

—¿Qué? ¿Por qué? —Le pregunta al rubio.

—Tú y yo tenemos algo más que hacer. Ahora ven a desayunar —Amely baja las escaleras y se va con sus abuelos dejando a sus padres solos.

—¿Qué se supone que haremos? Tengo que ir a trabajar y...

—Hablé al hospital, entrarás una hora tarde —Le da un toquecito en la nariz. —Termina de desayunar, estaré en mi despacho.

—¿Por qué no desayunas conmigo? —Hace puchero.

—Bueno, tengo algunas llamadas que hacer. Además, temo que si me quedo mientras desayunas, terminarás comiéndome —Bromea cuando está a una distancia prudente.

—¡Damon! —Escucha el grito de su mujer y deja salir una carcajada. Después de ese día, será la mujer más feliz del mundo y será su mujer, porque él se encargará de ello. Al pasar unos minutos, ambos salen del edificio y suben al coche que esta vez es manejado por Damon. —¿Dónde está el chófer?

—Le di el día libre. ¿Por qué estás tan curiosa? —Maneja a las afueras de la ciudad mostrándole la casa que hace años compró.

—¿Está es la casa que...?

—Sí, la casa que compré para ti y para mí, para nosotros, y ahora para nuestros hijos.

—¿La has tenido todo este tiempo? —Sus ojos estudian el lugar a fondo mientras una sonrisa se adueña de sus labios.

—Claro que sí, nunca pude venderla o mudarme en ella con Micela. Creo que mi corazón me decía que regresarías y que este sería nuestro hogar, solo nuestro —La abraza por detrás.

—¿Está será nuestra casa?

—Sí, será el lugar donde criaremos a nuestros hijos —Besa su mejilla y luego su cuello. —¿Qué tal si entramos? La otra vez no te mostré nuestra habitación, pero está tiene una vista hermosa.

—¿En serio? ¡Vamos! —Lo toma del brazo y literalmente lo arrastra al interior de la casa dándole la bienvenida un camino de rosas iluminadas por velas.

Jugando al matrimonio, me enamoré de él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora