—¿No entiendo si hoy es tu boda, por qué tienes esa cara? —Cuestiona la señora María desde la puerta de la habitación de su hijo. Este se gira para verla a los ojos dándole a entender que está destrozado. —¿Qué pasa?
—Mamá, siento miedo. Siento ganas de salir corriendo de aquí y manejar hasta el otro lado del mundo donde nadie me conozca.
—¿Y por qué quieres hacer eso? Creí que deseabas casarte con Micela. Bueno, tú le pediste matrimonio.
—En su momento deseaba hacerlo, pensaba que era la solución para olvidar a Athena, pero regresó y ahora no sé qué debo hacer.
—Ese fue tu error, creer que porque te casaras con una mujer olvidarías a la que hace que tu corazón se acelere. Athena es la mujer que amas y aunque intentes olvidarla, acostándote una y otra vez con Micela, ella seguirá siendo ella.
—Mamá, no me digas esas cosas. Necesito olvidarla, debo hacerlo.
—¿Por qué?
—Porque ya la herí demasiado, ya no puedo continuar haciéndole daño.
—¿Y crees que alejándola es la mejor solución en lugar de curarla tú mismo?
—Mamá... —Analiza la situación y ese es el momento de hablar con su madre. Debe decirte la verdad o después será tarde. —Athena está embarazada de mí, otra vez.
—¿En serio? —La alegría en ella es obvia.
—Sí, tiene tres semanas.
—¡Me alegro tanto! —Celebra hasta caer en cuenta. —¿Y Micela lo aceptó?
—Ni siquiera lo sabe.
—¿Y piensas casarte para después decirle que tendrás un hijo? No debo decirte que está mal hecho porque lo sabes.
—Sí, pero... no sé qué hacer —Suspira. —¿Tienes algún consejo que darme?
—Sí, específicamente tengo uno. Escucha bien: tal vez las cosas no hayan funcionado, tal vez sea culpa del momento, de las circunstancias o de ustedes mismo, o tal vez haya sido la cobardía la culpable de que no permanecieran juntos. Tal vez no haya sido su momento, pero no significa que nunca lo será —Acaricia su mejilla y besa su frente como solía hacerlo cuando era pequeño. —Hora de irnos a la iglesia —Le informa, este se gira y se mira una última vez en el espejo antes de hablar.
—Bien, hora de casarme —Trata de sonreír, pero no lo consigue. <<Te casarás con una mujer por la que no sientes nada más que agradecimiento, una mujer que nunca mirarás con ojos de amor porque tu corazón le pertenece a otra mujer. A la verdadera mujer que amas y por la que lo harías todo. La madre de tus hijos y el amor de tu vida>>. Piensa mientras va en el auto.
—¿En serio te irás? —Le pregunta Patricia a su amiga frente al aeropuerto. Aquella situación hace que recuerde su despedida hace cuatro años.
Flashback.
—Y cuando cumplas ocho meses, tus padres, Jared, Michelle y yo iremos a Barcelona para estar contigo y la pequeña —Le dice Patricia mientras lágrimas inundan las mejillas de ambas mujeres. —Te extrañaré tanto... —Solloza.
—Yo también te extrañaré, pero debo hacer esto. Debo marcharme.
—¿Y si vamos contigo? Estás embarazada, no puedes volar sola —Interrumpe Jared.
—Chicos, estaré bien. Soy doctora, sé que debo hacer si me siento mal —Les responde de mala gana. —Vengan aquí —Abre sus brazos y sus mejores amigos la abrazan haciendo que más lágrimas continúen cayendo. Se separa y va hasta dónde están sus padres.
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Jugando al matrimonio, me enamoré de él.
Teen FictionLos Jones y los Silverio, dos familias muy unidas. Desde hace más de treinta años han compartido la vida y la empresa, pero ahora también compartirán la familia ya que por ciertas circunstancias, sus herederos Athena Jones y Damon Silverio, deberán...