Jugando al matrimonio, me enamoré de él.

Capítulo 20💍

Damon llega al hospital y va directamente a la habitación del señor Noel. No es primera vez que lo visita por lo que sabe dónde está ubicado.

—Buenas tardes —Saluda.

—¿Damon, cariño, qué haces aquí?—Pregunta la señora Estefanía. Luego de que Athena se marchara a España, la relación entre Damon y los Jones mejoró muchísimo.

—Vine a hablar con Athena —Es evidente el nerviosismo que estas palabras producen en los Jones. —¿Saben dónde está?

—Salió a hacer una llamada.

—¿Puedo esperarla aquí?

—Claro.

Damon se sienta en el sillón junto a la puerta y minutos después, está se abre dejando ver a Jared, Michelle, Patricia y de la mano de esta última, una niña rubia.

—¿Damon, qué haces aquí? —Pregunta Jared acercándose a saludarlo.

—Vine a hablar con Athena —Y el lugar se vuelve a sentir tenso. —¿Saben dónde está?

—Aquí estoy —Dice está desde la puerta. —¿Amely, comiste bien, mi niña? —Se acerca a la pequeña niña colocándose en cuclillas para estar a su altura.

—Sí, mami —Muestra una sonrisa muy conocida para el rubio, aumentando aún más la sospecha de que esa pequeña es su hija. —Mi tío Jade me compó un helado poque comí bien... —Cuenta haciendo que su madre mire en reproche a su mejor amigo.

—¿Jared, que les he dicho de darle helado? No quiero que se enferme del estómago... —Habla poniéndose de pie.

—¿Athena, podemos hablar afuera? —Interrumpe el rubio aun con la vista puesta en la pequeña rubia.

—Nosotros nos vamos, permiso—Salen Jared, su novia y la otra enfermera.

—Vamos —La castaña le hace una señal al rubio para que salga. —Princesa, iré a hablar algo con mi amigo. Dame unos minutos.

—Ok.

Athena sale de la habitación y se aleja un poco de la puerta. <<Ese aroma, ese es su aroma, el aroma que por años me ha torturado. Estoy aquí, frente a él, sin saber que hacer, decir o pensar. ¿Qué quiere hablar? ¿Por qué está aquí? ¡Dios, esos ojos! Aquellos ojos verdes que me hechizaron y me hicieron caer a sus pies.>>. Piensa la castaña sin poder mirarlo a los ojos.

—¿Qué quieres? —Pregunta con la vista puesta en el suelo. Sentir su cercanía, su respiración chocar con su frente y su mirada fija en ella la hace sentir sumamente nerviosa. Hace cuatro años que no estaba cerca de él, hace cuatro años fue la última vez que estuvo cerca de él.

—¿Esa niña es mi hija? —Su pregunta la sorprende y hace que algo de dentro de ella se cambie. <<¿Cómo lo habrá descubierto? ¿Cómo lo hizo?>>. Se pregunta mentalmente elevando la mirada.

—¿De qué hablas?

—La pequeña que está en esa habitación, ¿es o no mi hija? —En ese momento, los Silverio aparecen y se quedan sorprendidos al escuchar aquella conversación.

—¿Athena, de que está hablando mi hijo? ¿A qué niña se refiere? —Pregunta la señora María.

—La niña de dos o tres años que llama madre a Athena —La mirada del rubio está fija en la de la castaña, ninguno la aparta, ninguno tiene la intención de hacerlo.

—Damon, vete...

—Por favor, Athena. Estoy aquí, habla conmigo —Pide sintiéndose desesperado.