ISABELLE PRINCE OBSERVÓ CON atención al hombre que yacía arriba suyo, sin poder perder de vista el reflejo que le estaba ofreciendo. Parpadeó confundida, escuchando el corazón de la pequeña humana latir con una extrema lentitud y los intentos de Esme de mover el tronco del árbol sin provocar aún más daño. Intentó moverse, el olor a la sangre chocaba contra su nariz y necesitaba probarla en ese mismo instante. No importaba que el mismo hombre que la convirtió estuviera frente a sus ojos, ella necesitaba conseguir lo mismo que había ido a buscar. Su alimentación era su principal objetivo y no quería hacer otra cosa, porque había determinado sus prioridades en ese mismo momento. Aspiró el aire, la pierna de la niña había salido de debajo de la rama, pero con ello había traído una hemorragia mucho más importante y adictiva. Tal como una sanguijuela, luchó contra el hombre para obtener su merecida sangre, porque su control estaba completamente olvidado. Él también se había dado cuenta de toda la sangre desbordando a apenas unos metros, su atención estaba distraída en la sangre, como si el hilo de sus pensamientos se dirigiera exactamente a la misma dirección que los de Isabelle. No lo conocía, pero podía reconocer la mirada de un pensamiento primitivo cuando lo veía, porque así era como ella también se encontraba, completamente convertida en un animal. Aprovechó la distracción para formar un puño con su mano izquierda, y con toda la fuerza que colgaba de su brazo, le dio un golpe en su pecho, escuchando las costillas romperse ante el duro impacto. Él gimió, pero la neófito aprovechó el dolor que lo carcomía para darlo vuelta y librarse de sus brazos distraídos. Eventualmente pudo levantarse del suelo, el rostro de Esme negó de un lado a otro, pero ella corrió para alimentarse de toda esa sangre. Sus manos tocaron el líquido rojo que desbordaba de la pierna y llevó un dedo a su boca, saboreando el producto que estaba a punto de consumir. Ignoró los gritos de la mujer y también los ojos asustados de la niña, porque pensaba en hacer su acto de igual forma.—¿No quieres saber la razón por la que hice todo lo que hice?— Isabelle se quedó quieta, demasiado quieta para que cualquier persona creyera que un interruptor la había apagado. Se giró lentamente hacia atrás, viendo que el hombre se encontraba de pies.
Mientras comenzaba a analizar la situación, la adolescente creyó que eso era lo único que había querido saber en ese último tiempo. Pasaron varias semanas desde la catastrófica noche de la biblioteca, pero cada día se preguntaba el porqué. A veces se preguntaba si todo ello había sido obra del destino, o si tal vez ella fue una persona que se simplemente estuvo en el lugar y en el momento incorrecto. En otras oportunidades, creía que había sido elegida desde mucho tiempo antes de su ataque. De igual manera, sus pensamientos sólo habían sido sus pensamientos, porque reconocía que no sabía nada de lo que la rodeaba. En el mundo de los vampiros no era la estudiante favorita, la que respondía cada pregunta con seguridad, allí era una torpe chica que simplemente abría su boca para hacer preguntas, pero que también arruinaba en un segundo cualquier tipo de plan. Regresó su atención a la sangre, sintiendo que toda su garganta le ardía por la necesidad de querer tragar. Pero, también quería saber la razón por la que todo sucedió de esa manera, quería saber quién era ese hombre, así como también quería vivir en paz. No podía obtener ninguna de esas cosas si elegía quedarse allí, porque realmente necesitaba probar esa sangre. Sólo había chupado su propio dedo ensangrentado, pero se había sentido muchísimo mejor que todos los litros que había bebido de la sangre del venado. Giró su cabeza, sin saber cuál de las dos decisiones tomar, porque ambas le resultaban igual de atractivas. Entonces, cuando lo miró de regreso, él le otorgó una sonrisa fría y movió sus piernas, escapando por completo de su visión. Isabelle murmuró una exclamación, sabiendo por completo que su decisión debía ser tomada en ese mismo instante y que sin saberlo, ya lo estaba haciendo. Sus propias piernas se movieron eufóricas, persiguiendo al hombre por el bosque, girando cuando él giraba y siguiendo de largo cuando él también le hacía. Su acosador era increíblemente rápido, creyó que ni los Cullen se acercaban a ese tipo de velocidad, pero si ponía toda su fuerza en sus piernas, quizás lograría atraparlo antes de que saliera de su alcance. Mientras se volvía mucho más lúcida ante la lejanía de la niña y de su torrente sanguíneo, pensó en que quizás esa rapidez podría tener algún tipo de relación con el color de sus ojos, creyó que luego debía hacerle esa pregunta a los Cullen, pero por ahora, necesitaba atraparlo.
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Tragedy ✓ ⋆ Jasper Hale
FanfictionIsabelle Prince se sentía insaciable ante su reciente sed de sangre. jasper hale fanfic. astrolupin ©2021 historia completa