10. EL DON

3.7K 485 94
                                    



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



ISABELLE SE QUEDÓ COMPLETAMENTE entumecida. Observó los ojos marrones oscuros de su hermana, viendo el nerviosismo que ella desprendía. Jules era la misma niña que lloraba cuando veía un animal morir en las películas animadas, la misma que soñaba con ser veterinaria cuando fuera grande. No supo qué decirle, porque sus palabras se habían cortado en el exacto momento en el que observó lo que había sucedido. Agradeció cuando la niña apartó su vista de la escena, porque de otra manera, quizás le hubiera pedido eso mismo. Era una imagen impresionante de ver, creía que si continuaba observando con esa atención, su propio estómago se iba a dar vuelta. No quería que su hermana viera esa clase de cosas, porque quería pensar que su inocencia jamás sería corrompida y mucho menos, por la muerte misma. En cambio, la mayor intensificó su mirada, analizando cada pequeño detalle que quizás pudo haber pasado por alto. Sintió la necesidad de abandonar esa zona del bosque, para quitarse todo ese aroma putrefacto. Pero, una fuerza sobrenatural la presionaba para quedarse en ese mismo lugar y tratar de buscar una respuesta. Observó a Esme acercarse, aún manteniéndose a unos pasos considerables, para analizar con mucha más claridad la situación.

—No he hecho nada.— intentó justificarse, con su voz sonando asustada.— Tiene que haber una explicación lógica.

Ambas sabían que lo que se suponía que era lógico había acabado esa misma noche en la que salió de la biblioteca. Desde ese día, un montón de cosas que no tenían sentido habían ocurrido. Sin embargo, sabía que todos aquellos libros de física, que había leído desde que tenía memoria, comprobaban que una situación como la que tenía en frente de sus ojos no podía ocurrir. Se trataba de un cuerpo que había estado aún conservado y en menos de un minuto, se había convertido en algo que llevaba unos días así. Si bien, Newton había dicho en su tercera ley que a toda acción corresponde una reacción, no creía que esa justificación se le podía aplicar directamente a ella. Aún trataba de buscar una explicación a lo que estaba ocurriendo, pero era una incógnita.

—Nunca había visto algo como esto.— mencionó la mujer, luego de escuchar sus palabras. Ambas se quedaron en silencio quizás por unos minutos, hasta que Isabelle habló.

—Es como si el tiempo hubiera ocurrido para él mucho más rápido que para todos nosotros.— mencionó, alejando su vista.— ¿Cómo es eso posible?

Esme simplemente movió sus hombros, sin saber una respuesta a su pregunta. Le preocupaba saber que una mujer que tenía muchos años de los que podía adivinar, no supiera de qué se trataba. Isabelle solamente llevaba unos días siendo un ser inmortal, pero estaba totalmente consumada por la confusión. Trató de pensar en algo, pero no podía garantizar o negar nada. Era la primera vez que algo como así le ocurría y quizás, solo quizás, podía no estar involucrado con ella. Buscó una explicación que la dejara fuera de la situación, porque estaba asustada de descubrir la verdad. Cuando era pequeña, le hubiera encantado tener un poder, ser una persona diferente al resto y ser mucho más que una humana común y corriente. Creyó que a cualquier niño le hubiera gustado ser un Power Ranger, o quizás un hada. La pequeña Izzy había deseado ser ambos, quería ser fuerte y tener una habilidad que los demás no tenían. En la actualidad, no quería que su vida se volviera mucho más compleja y complicada. Tenía demasiados problemas con ser una chupasangre y descubrir cómo manejar su sed, para que además, ahora tuviera el don de poder descomponer un cadáver. Estaba completamente negada

Tragedy ✓ ⋆ Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora