ISABELLE PRINCE SE QUEDÓ extremadamente quieta en su lugar. Los pasos se habían detenido detrás de la puerta, casi como si estuvieran escuchando ampliamente todo lo que tenía por decir. Finalmente, una nueva voz se escuchó detrás de la puerta del baño. Era Esme, llamando por su nombre en voz alta. Con el teléfono en su oreja, se cuestionó qué debía hacer. Su cabeza estaba funcionando con tanto trabajo, que se tomó un tiempo para decidir entre continuar hablando con su madre, sin importar la interrupción y los probables regaños, o acabar esa llamada en ese mismo momento. No quería tener que colgarle a su mamá, mucho tiempo antes de que tuviera la oportunidad de poder decirle algo más. Quería decirle que la amaba y que algún día volvería a casa, pero no ahora. Se sintió sumamente decepcionada, quería sentir los brazos cálidos de su madre darle un abrazo y prometerle que todo estaría bien. Se recordó a si misma en el funeral de su padre, llorando y sintiéndose como la peor mierda en el planeta. Su madre la abrazó y le dijo que podía llorar todo lo que ella quisiera. Necesitaba la misma secuencia en esos momentos.
—Isabelle, ¿Dónde estás?— gritó la persona del otro lado de la línea. Escuchó unas voces detrás, su hermana April también estaba llamando por su nombre. Ambas sonaban tan desesperadas, que se sintió culpable por haber causado todos ese alboroto.
Presionó el botón de cortar en el preciso momento en que Esme rompió la puerta del baño. Logró moverse con rapidez, presionando su cuerpo en una pared de cerámica. La puerta había caído con fuerza al suelo, haciendo un sonido estruendoso. Aún sostenía el teléfono en manos, cuando la mujer entró a la habitación. Sus ojos se encontraron, Esme parecía haber estado escuchando por un buen rato. Quizás sus elevados sentidos habían podido percibir las palabras de su madre. Le estaba dando una mirada seca, que luego se transformó en una llena de piedad.
—Esa no es la manera, cielo.— la escuchó atentamente, sintiéndose algo sofocada por todo lo que había pasado.— Creo que no hay nada peor para una madre que saber que tu hija está desaparecida, pero es aún peor saber que se puso en contacto contigo y no pudo decir nada acerca de su ubicación. Eso le crearía falsas ilusiones.
Tembló y dejó el teléfono apoyado en el suelo. Se sentía culpable por haber llamado a su mamá, pero también necesitaba y rogaba por oír su voz. Era algo tan pequeño, que creyó que no le haría daño a nadie y solo la haría sentirse esperanzada. Algo que no había tenido en buena cantidad de tiempo. Levantó sus ojos y miró a la mujer, aún guardando silencio. Sabía que tenía razón y ninguna palabra que saliera de su boca podía llegar a enmendar su error. Se sentía mal, como si hubiera cometido otra atrocidad más. No quería hacer sufrir a nadie, solamente quería existir en paz.
—¿Cómo hacen para beber sangre, sin matar a los humanos?— cuestionó, la pregunta saliendo al instante. No sabía mucho acerca de su alimentación, salvo las historias de terror que le contaban de niña.— ¿Roban sangre del hospital?
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Tragedy ✓ ⋆ Jasper Hale
FanficIsabelle Prince se sentía insaciable ante su reciente sed de sangre. jasper hale fanfic. astrolupin ©2021 historia completa