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Han pasado 5 años desde que Minato y Kushina murieron.

El día del nacimiento de Naruto, el zorro de las nueve colas se salió de control, media Konoha quedó destruida, aldeanos se quedaron sin hogar, heridos, y no solo eso, el 4to y Kushina, dieron su vida para que la destrucción no fuera total, encerrando así al Kyubi en su pequeño hijo Naruto.

Y yo, que tenía como misión su protección, fracase.

De nuevo.

Quería hacerme fuerte para proteger a los que amo, y no he podido hacerlo.

No solo eso, Obito, desapareció, no se sabe nada de él, no se sabe si está muerto, o si solo escapo de la vida de un ninja; el primer año me propuse encontrarlo, viaje por todas las aldeas en su busca, pero no había rastro de él, sentí lo mismo que el cuándo me fui de Konoha, sé que está vivo, no se los motivos por las que se iría, pero me niego a aceptar que él está muerto, me guata imaginarlo en una pequeña casa junto a un lago con una vida tranquila, si para mí fue dura la muerte de Minato, sé que para él fue mucho peor, tal vez si se cansó y decidido escapar, eso lo que me obligo a pensar para no sentirme aun la persona más inútil al imaginar a mi mejor amigo muerto.

El tercero retomo su título como el Hokage, al volver de mi año buscando a Obito él me puso en su línea de guarda espaldas personal, me negué una y otra vez diciéndole que no estaba preparada para eso, pedí que me diera más tiempo para prepararme, que me dejara como ANBU por el momento, que me solicitara cuando me necesitara, pero que no me obligara a quedarme en la aldea siempre, me pesaba levantarme siempre en la aldea, no quería hacerlo, era deprimente cuando estaba en la aldea, así que me lo permitió, me dejo como ANBU, los años siguientes me convertí en una máquina de matar, si antes mis relaciones sociales eran mínimas ahora eran inexistentes, solo cumplía órdenes, no preguntaba, solo lo hacía, estaba evolucionando, quería pensar que así era, seguía aprendiendo y estudiando, era ágil, era casi como su fuera invisible, inexistente, y es que mi silencio me ayudaba mucho en eso, apenas y hablaba, Kakashi era la persona con la que más hablaba y todo era muy formal y cortante con él, ya que estaba siempre con la Ayaka, se le veía feliz y eso me bastaba, saber que estaba bien me daba consuelo así no fuera conmigo, por lo que cuando íbamos a comprar ramen, solo hablábamos de como estábamos y ya, al principio fue incomodo y el me reclamo mucho por mi cambio "te estas convirtiendo en lo que más me reprochabas, Usui", sabía que tenía razón, y ahora lo entiendo, pero estoy haciendo lo necesario para poder protegerle a él, al Hokage, a la aldea e incluso a la Ayaka.

Las misiones con Kakashi han sido mínimas, por lo general me mandan sola, ya que soy rápida e imperceptible, cuando son misiones muy complicadas si hacen escuadrones pero es muy rara la vez que voy con él o con la Ayaka, a diferencia de que me manden con los Uchihas, es una probabilidad mayor, no pregunten porque, solo es así y no me quejo, Itachi Uchiha suele ser muy callado y eso ayuda mucho ya que me gusta el silencio y siento que hace que el trabajo sea más eficaz, y entre más misiones se realicen, más entreno, más aprendo, más me distraigo y también más investigo, porque así no lo parezca mientras estoy en misiones también estoy buscando a Obito, estoy atenta a detalles, me apego a cualquier pista y recolecto información.

Trato de hacer que mi tiempo en la aldea sea mínimo, los días que descanso, los cuales no quiero, pero me obligan a tomarlos, salgo de la aldea a entrenar a las afueras.

El sentido de mi vida se limitaba a entrenar y mejorar día tras día.

Después de muchos meses en una misión de infiltración en una aldea enemiga estaba devuelta en Konoha, había cumplido con conseguir determinada información de suma importancia para los archivos secretos de los ANBU y para la aldea.

Había olvidado las fechas del festival de la aldea, por ello me sorprendí un poco a ver la aldea tan festiva, era ruidosa, había niños corriendo por todas las calles, los aldeanos ofrecían comida a bajos precios, varios ancianos que atendían los puestos me daban la bienvenida y solo me limitaba a dar una leve reverencia en su dirección, no voy a mentir, me sentí muy amena al llegar y que estén en los festivales, tengo buenos recuerdos de los festivales de Konoha.

-Lord Hokage – me presente en su oficina luego de ser anunciada

-Pequeña Konan – vi al anciano sonreír levemente

-¿Cómo se encuentra mi Lord? - cuestione con cortesía

-Me encuentro muy bien Konan, me alegro de que estés de vuelta en la aldea – asentí sonriendo levemente hacia ello –Me sorprende mucho lo evolucionado que tienes tu jutsu de invocación -

-He trabajado duro en ello – dije con orgullo

-Me doy cuenta de ello – apoyo sus codos sobre el escritorio y entrelazo sus manos - en los reportes nunca hablaste de ti – recalco

-Mi misión no era encontrar información sobre mí, mi Lord – dije obvia

-Lo sé, pero no está de más informar sobre eso – se le notaba preocupado

-Para la próxima le escribiré cartas de amor privadas, mi Lord – lo escuche reír y eso me hizo sonreír un poco

-Hiciste un buen trabajo Usui – ahora hablo con más formalidad – ve a casa a descansar – asentí he hice una reverencia en su dirección para salir de su oficina, pero su llamado me detuvo – un día de estos ven a casa a cenar – me invitó y le sonreí levemente

-Lo haré, señor - luego de verle asentir salí de su oficina y por consiguiente del palacio para ir a mi casa. 






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Cortito para ir tomando forma de nuevo.

Gracias por leer <3

Siempre Fuiste Tu - Kakashi Hatake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora