Siempre Fuiste Tu - Kakashi Hatake

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Hoy a Kakashi le dieron su banda ninja, la cual indicaba que ya era un Genin.

Fue el primero en lograrlo, antes que todos lo de la clase, me sentía muy orgullosa, se lo merecía, es un gran ninja.

Obito enloqueció, lo reto y juro que él también la obtendría, y para ser sincera, no lo dudaría.

Ambos hemos entrenado luego de las clases en la academia y debo confesar que es muy fuerte.

Kakashi prepara mi almuerzo y lo lleva a la academia, es un lindo gesto de u parte, y se lo agradezco mucho, ya que las últimas semanas he estado entrenando mucho para poder convertirme en Genin y no he tenido tiempo de ir a casa y preparar la comida, eso me recuerda que debo pitar de nuevo el mural.

-¡Usui!- me gire al escuchar mi nombramiento y me encontré con Asuma, el hijo del 3 -Iremos a celebrar el logro de Kakashi – lo mire expectante – quieres venir – vi como todos esperaban mi respuesta, Gai, Kurenay, Rin, Obito y el mismísimo Kakashi, con su cara inexpresiva como siempre

- Lo siento, debo hacer un par de cosas – me excuse – Gracias por la invitación, pero será para después – me incline levemente para girarme he irme a casa, si tenía cosas que hacer, no mentía, además debo confesar que no sé qué haría en una de esas reuniones.

Cuando iba camino a casa, pase por el bosque a buscar unas fresas frescas para el obsequio que le daría a Kakashi, imaginarme su cara de sorpresa se me hacía inevitable no sonreír, es que es tan frio que cada pequeña acción o reacción es memorable para mí.

°°

Luego de un arduo trabajo en la cocina, había terminado y ya había oscurecido, debe de estar en casa leyendo algún libro, sonreí al ver mi obra de arte.

-Se lo llevare justo ahora- dije para mi misma mientras me quitaba el delantal de cocina, empaque el pequeño pastel en una caja evitando que se estropeara y una vez frente a la puerta empezó mi debate interno

*¿Se lo llevo? ¿No se lo llevo? *

Sin darme cuenta había salido de mi casa y estaba frente a la de el

*Esto es una mala idea Kona*, me dije a mi misma, suspire *¿Que estaba haciendo? *, unos segundos ahí parada viento la única luz que salía por la ventana de la casa de Kakashi, me acerque lentamente y ahí estaba, como lo había pensado, leyendo un libro, toque levemente el cristal llamando su atención y mi objetivo fue logrado

-Kona – dijo mi nombre con un todo de sorpresa y confusión, era tarde

-Hey – susurre – Hice esto para ti – le extendí la pequeña caja, su expresión era todo un poema, y eso me hacía feliz, era una mezcla de sorpresa/timidez/vergüenza, con dulzura él la tomo de mis manos – Felicidades por tu logro – sonreí con dulzura, y puedo jurar que bajo esa mascara también había una

-Gracias – vi sus ojos achicarse, lo cual era señal que sonreía, algo en mí se encendió, he hice una leve inclinación – Entra – me sorprendí – Vamos a comer esto juntos – él se dio la espalda, sin pensarlo dos veces entre por la ventana – Acaso no poder ser normal y entrar por la puerta – dijo divertido, no lo había pensado, siempre entraba por las ventanas a su casa, me encogí de hombros mientras nos sentábamos frente a la mesa

-Me gusta entrar por las ventanas – susurre mientras el abría la caja

-Se ve delicioso – dijo refiriéndose al pequeño pastel de fresas con crema que estaba dentro de esta

-Todo tuyo – dije sintiéndome orgullosa por que se veía bien, el me ofreció primero, pero me negué, lo hice para él, no para mí.

Después del primer mordisco lo devoro por completo embarrándose toda la boca con crema, no dejo ni una miga, supongo que le gusto, lo escuche suspirar satisfecho.

-Desde ahora el pastel de fresas con crema es mi favorito – sonreí satisfecha – Gracias, Kona – mis mejillas ardían, era la segunda vez que me sucedía, la primera fue cuando me regalo ese lindo oso de felpa.

Me hacía tan feliz el hecho que le hubiera gustado.