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Luego de tener una larga charla y un buen té con Sarutobi-sama sobre lo acontecido estos años fuera de la aldea me disponía a ir al hospital para encontrarme con Rin y Obito, salude un par de aldeanos siendo cordial mientras inclinaba levemente mi cabeza

-Estoy buscando a una linda chica junto a un idiota – dije mientras me paraba detrás de Rin, se encontraban en la entraba del hospital, tal parecía que su turno había terminado y Obito solo estaba haciendo tiempo mientras yo llegaba, ella se giró con los ojos a tope, se cristalizaron al verme y darse cuenta que era real – Hey – susurre y ella me abrazo eufórica, es una chica tan linda y agradable, no entiendo que le ve a Kakashi *probamente lo mismo que tu*~la verdad ni sé que le veo~, deje de hablar conmigo misma al ver la ella mirándome minuciosamente -¿sucede algo?

-Había escuchado rumores que estabas viva pero sinceramente perdí la esperanza después del primer año, se decía que había una chica rara caminado por todas las aldeas, no pensé que fueras tú, pero luego hablaron de sus ojos y que era especial, pero no pensé que fuera tu – empezó a hablar tan rápido que no le entendía muy bien lo que decía

-Espera – le detuve - ¿estás diciendo que no soy especial? – la mire seria y al ver su cara al pensar que hablaba enserio reí sonoramente – Es broma Rin – ella rio levemente – Pero sinceramente si me ofende que todo el mundo pensara que estaba muerta – me cruce de brazos

-Perdieron tu rastro por completo – explico Rin

-Lo primero que se sospecho fue eso – hablo Obito, los mire entrecerrando los ojos, luego suspire

-Si, bueno lo entiendo – los mire de nuevo ahora más relajada, ambos tenían una gran sonrisa -¿Qué?

-¿A caso no piensas contarnos que paso, que fue lo que hiciste este tiempo? – pregunto una Rin alegre, suspire

-Esa historia ya la conté como 2 veces el día de hoy – me quejé - ¿Qué tal si lo dejamos para mañana? – ahora ellos fueron lo que se quejaron, rodé los ojos son tan infantiles – está bien – celebraron – pero primero vistear a los chicos – ellos asintieron comprensivos – y luego vamos a mi casa, quiero estar cómoda, darme una buena ducha y comer rico – dije aligerando la leve aura de nostalgia que se creó mientras caminaba en dirección a mi casa seguida de unos alegres y celebres Obito y Rin.


Siempre Fuiste Tu - Kakashi Hatake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora