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Después de la muerte de mis padres, me quede en nuestra casa familiar, nuestra gran casa familiar, no la dejaría, ahí estaba todo lo que pertenecía a mis padres, crecí ahí, es mi hogar.

Aprendí a valerme por mi misma, cocinar, limpiar la casa, era una pequeña niña que le tocaba comportarse y vivir como un adulto, y para mí eso estaba bien.

Recuerdo que construí un gran mural en el jardín de mi casa ya que me apasiona pintar, de hecho, es lo único que le pedí al 3 Hokage, pinturas.

Pintaba y repintaba el mural, me sentía tan bien haciéndolo.

Recuerdo un día haberlo pintado a él. Fue justo después de aquel día.

Estaba escondida cerca a un están de juegos, viendo como un niño ganaba fácilmente sus premios, quería jugar, pero no tenía dinero para pagar el boleto y poder hacerlo, el niño se fue y me acerque al están, había muchos juguetes y peluches, era como el paraíso de todo niño, me aleje lentamente para tomar rumbo a mi hogar

-¡Oye!- alguien tomo mi mano tomándome por sorpresa, al momento de girarme lo vi a él ... Kakashi Hatake, al darse cuenta de mi sorpresa, soltó rápidamente mi mano desviando se mirada, vi su otra mano frente a mí con un pequeño oso de felpa – tómalo, es para ti – lo escuche decir suavemente, era tanta mi sorpresa que ningún musculo de mi cuerpo reaccionaba, con la poca luz de los demás estantes pude ver un leve sonrojo bajo sus ojos, delicadamente tome el osito y al nuestras manos rozarse el me miro sorprendido

- Gracias – susurre sin mirarlo a la cara mientras abrazaba el pequeño oso y él se alejaba de mi lentamente.

Y pensar que ese oso de felpa es mi objeto más preciado.

Siempre Fuiste Tu - Kakashi Hatake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora