Las palabras que había dicho Guy no salían de mi mente.
Algo emocional o mental.
La verdad es que esa idea no se había contemplado antes, pero creo que podría ser así.
A la mañana siguiente hable con Rin un poco de eso
-La verdad no hemos pensado en hacerte un examen mental – la mire sin una pisca de humor – Aunque estas un poco loca, la verdad no lo pensamos – mi expresión seguía siendo la misma, tomo un poco de la taza té que había preparado para ella, estaba pensativa mientras yo solo miraba el líquido rojizo de mi taza – Creo que Guy se refería a algo más espiritual – bufe
-No me vayas a decir que tengo que hacer un viaje de redención o algo así - ella se encogió de hombros – No lo hare – me negué - No perderé mi tiempo por ahí sin hacer nada solo conmigo misma -
-No lo veas tanto así, es más un acercamiento contigo misma – rodé los ojos
-Pero no tengo que viajar para eso, ya he estado mucho tiempo fuera de la aldea – ahora ella rodo los ojos
-Solo no te quieres ir porque Kakashi-kun está en su receso – mi ceño se frunció
-No es eso Rin – negué un poco con la cabeza – mis años como nómada ya se terminaron, aquí tengo mi casa, mis recuerdos, mi familia y mis amigos – dije con un poco de nostalgia
-Lo sé - me dio la razón con un poco de nostalgia igual – Pero si es algo así, es algo que debes solucionar tu misma – la mire atenta – yo te puedo ayudar, te puedo escuchar si lo necesitas, te puedo acompañar y sostener tu mano si lo necesitas – dijo con comprensión y la verdad me sentí apoyada – sé que Kakashi también lo hará de ser necesario – rodé los ojos, no era necesario que lo mencionara, justo ahí fue cuando recordé la noche del beso, lo sincera que fui con él en ese momento y como están las cosas en ese momento, apenas y me mira, y el entrenamiento parece una persona completamente diferente, ya no pasamos el tiempo que pasábamos antes.
Rin insistió en que necesitaba un tiempo para mí, y así fue, por el resto del día estuve meditando y como acorde con Rin, luego de eso escribí una larga nota en la que describía todos mis sentimientos, emociones e inseguridades que me han estado invadiendo en los últimos meses y años.
Al día siguiente leí la carta frente a Rin y ambas lloramos a mas no poder.
-Nunca me imaginé que de verdad sintieras todas esas cosas hacia ti misma Kona-chan – me dijo Rin mientras me abrazaba con fuerza y yo lloraba desconsoladamente, no solo mi cuerpo se destrozó si no también mi alma y espíritu, no me había dado cuenta hasta que de verdad me lo cuestioné y es que lentamente, cada acontecimiento me iba rompiendo cada vez más y más.
***
Llevo dos días de terapia con Rin, hablamos y me ayuda a reflexionar, puedo afirmar que me está ayudando a sanar de a poco, y es que Rin es una gran amiga.
Estaba esperando a Kakashi para entrenar y como cosa nueva (nótese el sarcasmo) ha llegado tarde, Kioshi-sensei me acompañaba el día de hoy y le divertía bastante como mi paciencia iba disminuyendo con el paso de los minutos, no estaba enojada, solo estaba un poco cansada
-Bien, entrenemos – fue lo único que dijo al llegar, ni siquiera saludo, ni siquiera me miro a la cara, ya me estaba costumbrado a su indiferencia, pero en definitiva hoy no era le día que estaba de humor como para aguantar eso
-Yo me encuentro muy bien sensei, ¿cómo estas tu? - dije con ironía y mi sensei trato de aguantar la risa, rodé los ojos y fui con Kakashi, entre más rápido empiece más rápido terminamos
A decir verdad, he avanzado bastante mi cuerpo se siente un poco más ligero, me siento más ágil y más fuerte que al principio, por lo que Kakashi me ha exigido mucho más mientras entrenamos, la verdad es que se lo está tomando muy enserio.
Desde que empezamos a entrenar solo ha usado el shidori una vez, ya que la única vez que lo uso casi me da de verdad, el susto fue tan grande que le grite "idiota" furiosa con lágrimas en los ojos, después de eso no lo había vuelto a usar, hasta el día de hoy. La primera vez me había asuntado mucho a pesar de que sabía que no él me daría, pero yo no tenía muy bien el control de mi cuerpo y tampoco me sentía muy segura, ahora me sentí mucho más preparada para ello, a pesar de la seriedad de su rostro, lo terrorífico que se veían los rayos en su mano y como con su sharingan me miraba con frialdad me sentía segura, ya no estoy asustada. Le mire con seguridad a la espera que me atacara mientras me paraba con firmeza, la primera vez me quede estática con la esperanza de esquívalo, pero ahora lo afrontaba de frente.
Ahí estaba, mi Violenta Palma de Viento, fue tan repentino, pero tan poderoso que hasta yo me sorprendí mientras veía volar un poco a Kakashi un par de metros lejos de mí, escuché celebrar a mi sensei y al mirarlo saltaba y gritaba de alegría una y otra vez
-Lo hice – susurré una y otra vez hasta el punto en que ya estaba gritando y saltando, por fin había podido usar un poco de chakra después de mucho tiempo, estaba saltando con mi sensei mientras celebraba con alegría
-Esto amerita una parrillada – dijo mi sensei y asentí eufórica
-Bien hecho Usui – escuche a Kakashi que a decir verdad por mi emoción me olvide un poco de él, le mire – descansemos por hoy, has avanzado mucho – sus palabras me abrazaron y me hicieron sentir calidez
-Gracias – susurré y lo vi darse la vuelta
-Descansa, nos vemos luego – hizo una seña con la mano mientras se alejaba
-Pero ... - traté de acercarme a él, pero lo vi inútil – haremos parrillada – mis palabras quedaron en el aire
-No te preocupes, tendrá cosas que hacer – dijo mi sensei – ahora tú y yo organizaremos la parrillada – dijo muy emocionado, su emoción hizo que olvidara la decepción que sentí segundos antes ante la distancia que Kakashi puso entre los dos –Que orgulloso que estoy de ti Kona – dijo mi sensei mientras me abrazaba por los hombros, sonreí un poco de nostalgia, quería celebrar este momento con él, pero creo que no será así.
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Siempre Fuiste Tu - Kakashi Hatake
FanfictionDebo reconocer que la vida de un ninja no es fácil, y menos la de un ANBU. A la edad de 4 años asesinaron a mis padres, motivo por el cual no recuerdo casi nada sobre ellos, pero si como agonizaban y morían lentamente ante mis ojos. Desde su mue...