Siempre Fuiste Tu - Kakashi Hatake

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Bueno, el viaje se alargó un poco, bueno mucho, creo que demasiado.

Inicialmente el plan era volver de inmediato a la aldea de la hoja, pero se presentaron complicaciones, ayudé un par de aldeanos en diferentes aldeas, y conocí a un anciano sabio que se sorprendió con mis habilidades, él era descendiente del Rinnegan, por desgracia su ADN no era puro lo cual no le permitía tener por completo el Rinnegan, aun así el me ayudo a mejorar mis técnicas, le conté mis historia y como había aprendido, resulta que el conoció a mi Padre , él le había ayudado a mi Padre con la investigación del Banshō Ten'in y el Shinra Tensei, él fue algo así como el objeto de estudio de mi progenitor.

Papá fue el creador de esta técnica, él fue un gran ninja, muy fuerte e inteligente, el no quiso revelar la información de sus estudios, por ende, lo asesinaron, y bueno yo leí su trabajo de investigación y desarrollo, lo que tenía no estaba completo, así que investigue por mi cuenta, la mejore, lo que hizo que mi técnica sea mucho más avanzada que la de el en su momento.

Estaba realmente agradecida con el anciano, me había ayudado mucho, sin darme cuenta mi técnica había mejorado drásticamente, y me alegró bastante escuchar más sobre mi padre.

Estuve 3 años con el anciano, fortaleciéndome, metal y físicamente, hasta que el murió de forma natural, a decir verdad, me afecto bastante, ya que era un buen hombre, se había convertido como mi padre, antes de morir me dijo que estaba feliz de conocer a alguien como yo, ya que ayudaría a cambiar el mundo.

Él fue un gran hombre.

Ya era hora de volver a la aldea.

°|°

3 días de viaje y ya me encontraba en la entrada de la aldea.

Todo estaba igual a como la última vez que estuve allí.

-Identifícate -, escuche la orden de uno de los ninjas guardianes de la entrada, mire al ninja

-Usui –, mi voz sonó fría al dirigirme al adulto ninja

-¿Kona? – alguien dijo mi nombre antes de que pudiera salir de mi boca, al mirar en dirección a donde sonó mi nombre veo a un Obito más alto que antes, vistiendo con sus colores característicos, dio unos pasos hacia mí su cara de asombro era un poema -¿Tu? – me señala sonrió divertida -Si eres tu – susurro para el – Eres ... - sus ojos se cristalizaron – Realmente eres tu – me estaba abrazando, reí levemente por su repentina acción, pero aun así no me negué a hacerlo yo también, lo había extraño muchísimo

-Hey tranquilo, me vas a asfixiar – dije divertida, y él se apartó de mí, sus mejillas estaban completamente mojadas, me miro sonriente he hice lo mismo, su expresión cambio repentinamente y golpeo mi cabeza -¡Oye! – me queje -¡Así es como me recibes luego de tanto tiempo! – le reclame sobando la zona golpeada, su ceño estaba fruncido

-¡¿Dónde demonios estabas?! – elevo sus manos, no respondí – Te hacíamos muerta – susurro apenado – te fueron a buscar a la guarida de Orochimaru y al no encontrarte asumieron que te asesino – vi el dolor reflejado en sus ojos – pero ... - me volvió a mirar con alegría – estas aquí, realmente estas aquí -, sonrío con calidez, escucharlo decir que todos pensaban que estaba muerta me sentó muy mal, ya que me imagine el dolor que les causo mi ausencia - ¡No te imaginas lo feliz que se pondrán al saber que estas viva, y aquí, en la aldea! – dijo alegre, asentí con una leve sonrisa.

Luego de que el hablara con los ninjas de la entrada, se disponía a escoltarme a la oficina del Hokage.

-Han pasado muchas cosas Kona-chan – dijo mirando al cielo – demasiadas – suspiro, yo lo mire expectante – Te fuiste mucho tiempo – dijo con tristeza

-Te parece si vamos a comer algo antes de ir a ver el Hokage y me cuentas todo con lujo de detalles – el sonrío

-Ya no soy tan irresponsable, te llevare con el Hokage y luego te contare todo – aseguro y asentí, se ha vuelto muy maduro, tranquilo y pasivo.

La cara de asombro de algunos ninjas que estaban en la entrada y pasillos del despacho de la oficina del Hokage lo decían todo.

-Lord Hokage – Obito entro primero que yo dirigiéndose al 3ro, para mi sorpresa no el era el 3ro

-Esto es una gran sorpresa – me miro con sorpresa

-Minato-sensei – mi sorpresa era casi tan grande como la de el al verme

-Lord Hokage – me corrigió Obito divertido

-Creo que se solicita un informe de la situación con urgencia – dijo Minato regalándome una cálida sonrisa, asentí aun aturdida por la noticia.

Luego de que Obito saliera de la oficina y quedarme a solas con Minato, perdón, el Hokage, le conté todo lo acontecido esos 4 años que estaba "muerta".